baloncesto

El Náutico bautizó a la leyenda

La pista de la Avenida de Anaga albergó el debut, hace 50 años, de Aíto como técnico

Aíto, segundo arriba por la izquierda, en la formación del Cotonificio en 1981. | | E.D.

Aíto, segundo arriba por la izquierda, en la formación del Cotonificio en 1981. | | E.D. / C. García

Santa Cruz de Tenerife

Cincuenta años han pasado desde que Aíto García Reneses dirigiera su primer partido como técnico. Casi de rebote, lo hizo en Tenerife. Ahora ya es leyenda nacional

El domingo 13 de enero de 1974 la cancha del RC Náutico acogió el duelo entre el cuadro santacrucero y el Círculo Católico de Badalona. Era la décima jornada de la denominada entonces como Primera División, y en ella el cuadro isleño cayó por 81-84. Aquel día el equipo catalán siguió contando con el que había sido su entrenador en el arranque liguero, Guifré Gol... pero solo como jugador. En el banquillo ejerció, como debutante, un joven de apenas 28 años.

Ese técnico que se estrenaba en la máxima categoría nacional era Aíto García Reneses. Ayer, 13 de enero de 2024, se cumplió medio siglo de aquel paso al frente, en un principio dado a regañadientes y que el madrileño ha recordado en sus redes sociales. Nacía así la leyenda del que está considerado, a día de hoy, el mejor entrenador español de la historia.

«Debuté en Tenerife, en la pista del Náutico», escribe Aíto sobre una etapa deportiva de su vida en la que había «renunciado a seguir como jugador del Barça, donde ya no era necesario». Como transición de la pista a los banquillos, a García Reneses le convenció Ignacio Pinedo, su exentrenador en el Estudiantes, para que «ejerciera de ayudante en la selección española júnior».

Aíto García Reneses, en su visita al Santiago Martín el pasado curso. | | A. G.

Aíto García Reneses, en su visita al Santiago Martín el pasado curso. | | A. G. / C. García

Sin apenas hacer aún ruido, «a la vuelta de un torneo en Lisboa», Aíto fue abordado en Barcelona por Domènec Tallada, presidente del Círculo Católico. Le iban a ofrecer el puesto de primer entrenador. «Guifré Gol no deseaba seguir haciendo las dos funciones, solo quería seguir siendo jugador y Jaime Berenguer, su segundo, no quería hacerse cargo», apuntó García Reneses sobre aquella negociación.

Finalmente Aíto aceptó la propuesta y, tras varios días de entrenamientos, se presentó en la Isla –donde las crónicas de la época no se habían percatado de la novedad– para dirigir al Círcol. Apoyado en Lorenzo Alocén –«un pívot de los de verdad y que aquel día metió 34 puntos», apunta el técnico con una memoria soberbia– el cuadro catalán acabó llevándose la victoria ante el RC Náutico de los Sánchez del Río, Moliné, Sanz, Quintero, Cejas y compañía.

Sería, sin saberlo, el primero de una serie de partidos que, durante casi una década, Aíto dirigió en el conjunto que acabaría conociéndose popularmente como Cotonificio. Ahora, 50 años después, y con 1.202 encuentros de experiencia en la ACB tras ocupar los banquillos de equipos como Joventut, Barcelona, Unicaja, Sevilla, Gran Canaria, Alba Berlín y Girona –al margen de un efímero paso por la selección absoluta–, García Reneses rememora que su bautizo como leyenda del basket nacional se produjo en Tenerife, concretamente la cancha de la Avenida de Anaga.

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