Base | XXV Torneo U16 Villa de La Orotava 2023
Bodas de plata, escaparate de oro
La cita que se celebra en el Colegio Salesianos ha cumplido sus 25 primeras ediciones más que consolidada como de las mejores del país en categoría cadete

Marius Grigonis recoge el premio de MVP en el torneo de 2004. / SANI
Con la victoria del Real Madrid acabó ayer el XXV Torneo U16 Villa de La Orotava. Cita ineludible -ya en sus bodas de plata- no solo a nivel local, sino también de sumo prestigio nacional e internacional. Por él han pasado equipos punteros, con no pocos jugadores que luego se han convertido en estrellas.
«En 1998 se cumplían los 50 años del Colegio Salesianos y nos pidieron a todas las secciones que hiciéramos un acto para conmemorar este aniversario; y nosotros montamos este torneo», recuerda Sixto Trujillo, presidente del CB San Isidro sobre una cita que nació «sin ánimos de continuar». Pero aquel evento, a celebrar a finales de septiembre «le gustó a todo el mundo». «Lo volvimos a hacer el año siguiente, y así per saecula saeculorum», explica el alma mater del conjunto orotavense.
En ese estreno de hace 25 años «hubo seis participantes», recuerda Liborio Valencia, otro de los responsables del nacimiento del Villa de La Orotava y ahora aún directivo en la lejanía. Al margen de los anfitriones también estuvieron el «Tiburones Salesianos, en ese momento filial del Granca, el Telde, y de fuera el Unicaja, con el que nuestra generación del 83 había coincidido en el Campeonato de España, que sirvió para que también vinieran el Pamesa y el Estudiantes», comenta la misma fuente.
Entre esa propuesta del Colegio Salesianos, que «el ayuntamiento vio el torneo con buenos ojos y el gran ambiente que hubo», la cita se consolidó. «Ahora ya casi camina sola, porque además logramos que al club no le cueste nada y porque se celebra en unas fechas que le vienen bien a los clubes y con unos costes más reducidos para nosotros», apuntan Trujillo y Valencia, que no esconden su orgullo siendo sabedores de que la idea parida hace ya medio siglo es de las más reputadas de la categoría en el concierto nacional. «Solo lo hemos dejado de celebrar por la pandemia», añaden.

El Real Madrid reedita su título / Carlos GarcíaC. G.
Echando la vista atrás y pese al dominio casi abrumador del Real Madrid en la ultima década, para Trujillo «el summum del torneo llega en 2004, cuando vinieron los Houston Hoops y ganaron la final de 20», al propio cuadro blanco. «Es que cualquiera de aquellos jugadores que vinieron, siendo cadetes, era titular en aquel momento de nuestro EBA», comenta a modo de paralelismo sobre el conjunto norteamericano.
Pero si hay un aspecto que se mantiene intacto en el Torneo Villa de La Orotava respecto a aquella primera edición de 1998 es su esencia. Esa atmósfera casi mágica que le otorga el jugar en un recinto tan especial como la cancha del Colegio Salesianos. «Nació aquí y morirá aquí», afirma con rotundidad Trujillo. «La relación con los Salesianos es total», reafirma Valencia.

El Real Madrid reedita su título / Carlos GarcíaC. G.
Solo la necesidad de poder compatibilizar todos los partidos del torneo hace que «un encuentro de cada día se juegue en el Pabellón Quiquirá, pero es que en el colegio metemos más gente que en el pabellón», reseñan los directivos, que además dedican «una jornada del torneo, la del viernes por la mañana, solo para los alumnos del centro». Y es precisamente esa cualidad imperturbable con el paso del tiempo la que más llama la atención a los propios jugadores. «Muchos no se imaginan que van a vivir este ambiente, con la gente a dos metros de ellos y con los más pequeños sentados en el suelo», describe Valencia sobre una cita que rescata lo más puro del baloncesto de base.
Buena parte del éxito que se ha labrado el Villa de La Orotava radica en ese ambiente único y en una cuidada organización, pero también en la necesidad de contar con un gancho «a modo de equipo grande». Y ese reclamo lo personifica, desde hace años, el Real Madrid. «Estando ellos hace más fácil que vengan los demás. Pero a la vez el Madrid también nos dice que si no hubiera nivel aquí, no vendrían», explica el presidente del San Isidro, que no esconde, eso sí, que con los blancos en el torneo «otros clubes prefieren no estar para no exponerse a derrotas muy abultadas tan pronto», dado el buen hacer de los blancos.

El Real Madrid reedita su título / Carlos GarcíaC. G.
En busca de abrir fronteras y elevar el nivel de esta cita que es la antesala del inicio del curso baloncestístico, en el CB San Isidro también han pinchado en alguna que otra ocasión. El Zalgiris lituano, y los italianos del Stella Azzurra y el Orange 1 Bassano han sido seguros de vida, pero en cambio no salieron tan bien experiencias como las de «un conjunto ucraniano que parecía ser muy indisciplinado, una academia americana que se formó exclusivamente para el torneo y hasta el tercer partido sus jugadores estaba perdidos, e incluso un equipo húngaro y otros rusos que no dieron el nivel», recuerda Trujillo.
Con el Real Madrid como garantía absoluta y la cantera local cada vez más emergente (el CB Canarias acabó cuarto este curso tras caer ayer contra el Joventut), en el CB San Isidro todavía tienen un reto por cumplir en las próximas ediciones. «No hay manera de que vengan los equipos balcánicos; los de la antigua escuela yugoslava», comenta Valencia sobre invitaciones cursadas, por ejemplo, al Partizan y al Estrella Roja, pero que no han tenido respuesta afirmativa. Como consuelo, poder contar con lo mejorcito de la cantera española, «que a fin de cuentas se puede considerar la mejor de Europa». Tampoco pasaron por La Orotava ni Ricky Rubio ni Luka Doncic, pero en ambos casos porque ya estaban en la órbita del equipo ACB de Joventut y Real Madrid y no con el cadete que viajó a la Isla.

El Real Madrid reedita su título / Carlos GarcíaC. G.
A pesar de estos imposibles, la fórmula que han llevado hasta la fecha en el CB San Isidro parece la ideal para que este torneo casi estival pueda sobrevivir, al menos, otros 25 años más.

El Real Madrid reedita su título / Carlos GarcíaC. G.
Presente y futuro del torneo
Sixto Trujillo (en el centro de la foto) y Liborio Valencia fueron los dos grandes responsables de que el Torneo Villa de La Orotava echara a andar en 1998. Ahora, y con el presidente todavía en activo, la cita norteña está preparada para un relevo generacional para garantizar su pervivencia. Los encargados de ello son Héctor Labrador (derecha) y Grego Hernández (izquierda), que además ya se vienen encargando de modernizar y vender digitalmente este evento.
El Real Madrid reedita su título
Por cuarta edición seguida –la octava de las últimas nueve– al Real Madrid se hizo con el título, esta vez tras ganar al Orange 1 Bassano por 59-70 en un partido que solo se decidió en el cuarto final. Brilló Mahamadou Landoure, autor de 26 puntos, 14 rebotes y 35 de valoración.
Franz Wagner, un campeón del Mundo como guinda
Solo una semanas antes de la edición de este año, el torneo ganó prestigio, de manera indirecta, con el título mundialista logrado por Alemania. Y es que en las filas germanas se encontraba Franz Wagner, alero que en 2016 estuvo en La Orotava en las filas del Alba Berlín. Ha sido, por ahora, la guinda a una nómina de posteriores estrellas a las que el Colegio Salesianos vio saliendo del cascarón. Son los casos de Sergio Rodríguez (Segle XXI) y Rudy Fernández (Joventut), que además fueron MVP. Otros NBA que pasaron previamente por la villa norteña fueron Willy Hernángómez, Usman Garuba, y el grancanario Santi Aldama, que con el Canterbury no solo jugó tres años seguidos, sino que además venció en el concurso de triples de 2014.
También jugaron en la popular cancha baloncestistas que luego tuvieron relación con Tenerife, caso de Ferran Bassas y Marius Grigonis, que además fue el MVP de 2009. Entre las más recientes promesas y que todavía no han llegado al cénit de su carrera dejaron su impronta jugadores como Juan Núñez, Eli Jhon Ndiaye, Matteo Spagnolo y Hugo González, casi todos ellos relacionados con el Real Madrid.
En los banquillos también ha habido futuribles de renombre, como Carles Duran y Víctor García, al margen de Vladimir Bogojevic, otrora base del Unelco Tenerife en ACB, y en 2017 preparador del Alba Berlín.
Más allá de la superlativa nómina de jugadores que han pasado por él y que luego se han convertido en profesionales de primer nivel, el Torneo Villa de La Orotava estuvo en el escaparate nacional e internacional en su edición de 2015 por la presencia del rumano de 2,29 (acabó creciendo hasta 2,31) Robert Bobroczky, que entonces militaba en las filas del Stella Azzurra italiano. Su interminable figura despertó el interés de las gradas en el Colegio Salesianos, pero también en Puerto de la Cruz, donde se hospedaban los equipos. «Recuerdo que fueron a dar un paseo por San Telmo y tuvo que ir la Policía Municipal para que no lo agobiaran porque todo el mundo quería sacarse fotos con él», comenta Trujillo. La de este gigante ha sido, al margen de la calidad de los participantes, la nota exótica del evento que ahora ha cumplido su bodas de plata.
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