Gaskell, su entrenadora: «Es una gregaria de lujo»

Para rentabilizar su trabajo en solitario, y al margen de las pautas estipuladas por su equipo, Andrea Pérez se ha puesto en manos de Carolyn Gaskell, una británica afincada en la Isla, otrora ciclista en el Loro Parque, y que ahora ejerce de preparadora personal. «La primera vez que vi a Andrea entrenando fue cuando tenía 14 años en la carretera vieja del Sur. Y pensé que esa chica tenía fuego en la barriga, siempre iba a tope», recuerda la excorredora. Cuando ambas se unieron Carolyn logró que su pupila «aflojara un poco» para poder regular sus entrenos, si bien es «este año» cuando realmente «ha habido un cambio importante en su físico, en su mentalidad...».

Para Carolyn, Andrea se podría catalogar como «una gregaria de lujo» que «dará para su líder más del cien por cien». «Desafortunadamente ese rol casi no se aprecia, pero es el más importante», explica la entrenadora, que ve en la joven tinerfeña un diamante por pulir. Básicamente porque «tiene mucho motor», una virtud que le permite «estar horas y horas en la bici sin apenas cansarse, además de que recupera muy bien». «Cada año aparecen más chicas fuertes y las carreras son más largas, y para eso necesitas más fuerza. Yo soy una fan de la fuerza para el ciclismo, por lo que es muy importante trabajarla todo el año», argumenta la británica. «Antes solo iba al gimnasio de septiembre a diciembre, pero ahora lo hago siempre», añade Andrea sobre una metodología de largo recorrido pero que parece estar ya dando resultados.

Esa relación entre Andrea y Carolyn permite a la tinerfeña no solo afinar su progresión, sino también codearse con algunas de las ciclistas top del panorama internacional. En estos días previos a La Vuelta ha tocado «eliminar cansancio y permitir que llegue con piernas» a la salida de Torrevieja. Pero antes, en Semana Santa, la del  Cantabria Deporte - Río Miera pudo rodar un día con las integrantes del Jumbo Visma, Riejanne Markus –vigente campeona de Países Bajos– y Amber Kraak, concentradas varias semanas en la Isla. «Estuve una hora y media con ellas en el Teide y fue superguay», admite expresivamente Pérez, que ya este año ha vivido experiencias similares a principios de temporada, tanto en la Clásica de Almería como en la Vuelta a la Comunidad Valenciana. «Miraba a mi lado y veía a Annemiek [Van Vleuten]; miraba al otro lado y estaban algunas del Treck... Es como si a un niño lo coges y lo pones a jugar con Messi», recuerda la joven tinerfeña con una sonrisa en la cara y brillo en sus ojos. Un privilegio que volverá a vivir durante una semana. Falta convertirlo en costumbre.