El CV Haris, en busca de lo que no ha logrado nadie

Hace un año y pocos días el CV Haris Tenerife Libby's hizo saltar la banca al ganar los dos primeros encuentros de la final de la Liga Iberdrola a domicilio contra el CV Olímpico. Las blanquiazules, ya en casa, no pudieron sentenciar a la primera en el Pablos Abril, pero sí a la segunda para el 1-3. Una resolución nada habitual en la máxima competición femenina española.

De hecho, solo otros dos clubes han sido capaces de levantar el título con el factor cancha en contra y dentro de un playoff largo. Lo hizo primero, en el ejercicio 95/96, el Productos Ruiz Albacete, que fue capaz de darle la vuelta a un 1-0 contra el CV Tenerife, que no pudo ni llegar al quinto encuentro de la serie. Y repitió sorpresa, en la campaña 06/07, el Murcia Grupo 2005, aquel año también con la entidad blanquiazul como adversaria -competía bajo el nombre de Spar Tenerife-, que solo pudo ganar el segundo duelo de la eliminatoria.

Ahora, el escenario es similar para las de Juan Diego García, obligadas a hacerse fuertes pese a no poseer esa ventaja de campo. Pero es que la empresa se complica todavía más para las del Pablos Abril, ya que lejos de haber rascado algo en los primeros duelos de la final, deben remontar un 2-0 que las ha dejado al borde del precipicio. El reto es tan superlativo que, de materializarlo, el Haris podría presumir de ser el primer equipo en darle un giro tan brusco a una final nacional de féminas.

Los ciclos de hasta tres conjuntos dominantes -CV Tenerife, CAV Murcia y CV Logroño- en los últimos lustros han provocado que buena parte de las finales más recientes de la Liga Iberdrola se hayan decidido por un incontestable 3-0. Y es que al margen de la del pasado curso 21/22, en la que el duelo Olímpico-Alcobendas de la 20/21 llegó al cuarto encuentro (3-1), antes, el CV Logroño levantó sus seis títulos por la vía rápida.

Algo similar hizo el CV Tenerife con buena parte de sus éxitos ligueros nacionales entre finales del pasado siglo y comienzos del actual. Aunque bien es cierto que las del malogrado Quico Cabrera también triunfaron dos veces en un playoff corto (2-0) y en tres ocasiones más tras ser el mejor equipo de la fase por el título. La única liga en la que tuvieron que llegar a la muerte súbita fue la del ejercicio 97/98, cuando remontaron su tropiezo inicial en el duelo inaugural a domicilio ante el Granada (2-1).

El único equipo que interrumpió, de manera puntual, la hegemonía del mítico Marichal fue el también extinto Hotel Cantur en la 02/03. Aquel año el conjunto tinerfeño contaba con factor cancha a favor tras dos fases previas, pero ya en la final su rival grancanario hizo que los pronósticos saltaran por los aires. Las de Dani Gallardo cedieron en el primer duelo en el Santiago Martín, y una semana más tarde repitieron tropiezo en el Centro Insular.

En global, en los últimos 30 años de un torneo que ha decido a sus campeonas por diversos sistemas de competición, solo en dos cursos la lucha definitiva por el título llegó al quito partido, aquel que ahora necesita forzar el Haris para aspirar a prolongar su todavía corto reinado y, de paso, firmar el que sería su primer triplete nacional. El antecedente más cercano en el tiempo data del curso 10/11, cuando el Valeriano Allés Menorca logró remontar un 1-2 adverso frente al Murcia 2005, al ganar los dos últimos duelos de la eliminatoria.

Dos cursos antes (08/09) el propio Murcia se repuso de un 0-1 ante el Palma, si bien no pudo sentenciar el campeonato hasta el quinto encuentro en su cancha. En los próximos diez días el Haris necesita dar dos pasos más que los de los casos previos: igualar primero un 0-2 desfavorable, y sentenciar, en un hipotético duelo a jugar el 6 de mayo, en territorio enemigo.