Enric Gallego inscribió ayer su nombre en la historia del gran clásico canario por antonomasia. Lo hizo por varios motivos. El primero de ellos, por convertirse en el goleador más madrugador de los 71 derbis oficiales disputados hasta la fecha. Conforme al cronómetro del videomarcador del Rodríguez López, apenas habían transcurrido 15 segundos de reloj cuando el ariete barcelonés armó el fusil para batir a Álvaro Valles y desatar el frenesí en el graderío.
Pero hay más. Enric fue héroe blanquiazul por segunda victoria consecutiva contra la Unión Deportiva, pues también en el último clásico con triunfo blanquiazul (en la fase de ascenso a Primera División) fue él quien abrió el marcador y, de paso, las puertas a la clasificación tinerfeñista para la gran final.
Gallego está siendo una pieza esencial en el engranaje de Luis Miguel Ramis. No en vano, es el segundo futbolista de campo con más minutos jugados y ha sido titular casi cada vez que ha estado disponible. Justamente su alta cuota de protagonismo a las órdenes del cuadro técnico blanquiazul es la causa por la que la comisión deportiva ya está negociando su renovación, que seguramente ayer halló un espaldarazo con su portentosa exhibición goleadora contra el eterno rival.
Los nombres de Enric, Waldo Rubio o Nacho Martínez, goleadores blanquiazules en el clásico jugado ayer, se unen a una larga lista de futbolistas que han sido protagonistas de este duelo contra la UD. Antes José León en la ida de las semifinales por el ascenso, Carlos Ruiz, José Naranjo y por supuesto una larga retahíla de jugadores nacidos en la Isla como Ayoze Pérez, Ayoze García, Ricardo León, Suso o, mucho antes, Quique Medina.
La mayor goleada
Es la primera vez que el Tenerife gana con este marcador a la Unión Deportiva en un partido de competición oficial (4-1). Hasta la fecha, el resultado más abultado había sido el que le endosó el representativo al cuadro amarillo con tantos de Ayoze Pérez (2) y Ricardo León. Entonces, era Álvaro Cervera el entrenador de los chicharreros: 3-0.
El último clásico regional con cuatro goles o más fue el disputado el 1 de octubre de 1986, con alegría amarilla y en el marco de la Copa del Rey. Las Palmas se impuso en el Heliodoro por 1-4.