Una bombonera de nombre Heliodoro

«Tu valor no conoce rival», las cinco palabras

del espectacular tifo que cubrió el graderío

El Heliodoro Rodríguez vistió sus mejores galas para un día especial. Según los datos oficiales, fue la mejor entrada de toda la temporada, con un total de 17.998 espectadores en el graderío del santuario blanquiazul. | m. pisaca

El Heliodoro Rodríguez vistió sus mejores galas para un día especial. Según los datos oficiales, fue la mejor entrada de toda la temporada, con un total de 17.998 espectadores en el graderío del santuario blanquiazul. | m. pisaca / Manoj Daswani

Manoj Daswani

El trabajo ímprobo que habían llevado a cabo desde el día antes cientos de voluntarios blanquiazules dejó el Heliodoro Rodríguez listo para la gran batalla. Al margen del partido hubo otro espectáculo y fue en la grada. Un extraordinario deleite para los sentidos. Fue una gozada para la vista, el oído y hasta el olfato el momento de comparecer los protagonistas sobre el verde. Miles de banderines acompañaron la salida de los futbolistas del representativo, que desde el vestuario habían escuchado una imponente interpretación del himno del Centenario. Solo comparable a la que se produjo meses atrás en la final contra el Girona, la canción de Benito Cabrera sonó a pleno pulmón. Como un cañón.

Una bombonera de nombreHeliodoro

Una bombonera de nombreHeliodoro / Manoj Daswani

Para entonces ya se había revelado uno de los secretos mejor guardados por el Frente Blanquiazul, que volvía a tifar en un partido de rivalidad y elegía una estrofa del himno oficial –el de toda la vida– para insuflar ánimos a los suyos. «Tu valor no conoce rival», fueron las cinco palabras escogidas, escritas en amarillo sobre fondo blanquiazul. La parte central de la grada de Popular la presidió el escudo del club en un momento de alto impacto visual (y sonoro) donde la reducida representación amarilla apenas logró hacerse oír en medio de la multitud. El Heliodoro era una fiesta.

Una bombonera de nombreHeliodoro

Una bombonera de nombreHeliodoro / Manoj Daswani

Banderines, bufandas al viento, los cánticos blanquiazules de siempre y confeti en casi todas las gradas hicieron el resto. Cierto es que no se colgó el cartel de No hay billetes, pero poco faltó. La sensación fue de lleno en la grada, donde se batió con creces el mejor registro de la temporada. Con el Tenerife en la zona tibia de la clasificación y sin ningún objetivo claro, fue de mucho mérito el derroche de ingenio, creatividad y animosidad de la feligresía local, que pulverizó todas las previsiones y quebró cualquier previsión fatalista. Si el Heliodoro no estaba a reventar, al menos sí lo pareció.

Amarillos camuflados

Una de las grandes noticias de la semana tenía que ver con la indicación de impedir el acceso a los seguidores visitantes que lucieran indumentarias o distintivos de la UD fuera del sector delimitado para ellos. Al final, imperaron la lógica y se permitió que numerosos seguidores amarillos que habían comprado su entrada en la taquilla pudieran exhibir sus colores en Herradura, San Sebastián o Tribuna. Al margen de algunos incidentes muy localizados, el pique sano, la cordialidad e incluso la hermandad estuvieron presentes en las horas previas, con muchos aficionados venidos desde Gran Canaria y que pasearon con tranquilidad por la capital chicharrera durante la mañana y la tarde. Eso sí, hubo colapsos en los accesos (sobre todo para la afición local) y algunos problemas con la reubicación de los abonados blanquiazules afectados por la proximidad del sector amarillo en su grada.

Al final, como el resultado fue benigno, cualquier incomodidad se dio por bienvenida. Y disfrutó el Heliodoro de una tarde imborrable, con un comienzo arrollador y la reconciliación del equipo con la grada. Un día para no olvidar, que la afición paladeó como una golosina.

Suscríbete para seguir leyendo