50 días sin director deportivo

El Tenerife atraviesa su etapa más larga con el despacho huérfano tras la salida de Juan Carlos Cordero, que data del 2 de enero | Por primera vez ha sido un consejero del club el que ha asumido estas funciones

Juan Carlos Cordero, junto a Santiago Pozas el día de su despedida.

Juan Carlos Cordero, junto a Santiago Pozas el día de su despedida. / ANDRÉS GUTIÉRREZ

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Desde que se produjo la salida de la presidencia de Víctor Pérez Ascanio y, con él, también la del llamado asesor deportivo Olaf Bonales, el CD Tenerife no ha vivido tanto tiempo sin ocuparse un puesto tan importante como el de arquitecto y diseñador de la plantilla del primer equipo. Sí que hubo una situación semejante a la actual tras el acuerdo para la desvinculación de Víctor Moreno, que trajo apenas unos días de interinidad en los que no hubo nadie al timón de las operaciones. Pero fue aquella una etapa breve y en la que, como ahora, se abogó por una solución de emergencia.

Entonces fue el gerente Juan Amador el que hizo las veces de director deportivo en funciones, como así reveló a posteriori el expresidente Miguel Concepción. Y ahora está siendo por vez primera en la historia del CD Tenerife –desde su constitución como sociedad anónima– un componente del consejo de administración el que se está ocupando de dirigir el proyecto. Se trata de Juan Guerrero Sánchez, hombre de confianza del máximo accionista José Miguel Garrido y que no llegó al club para tal faceta, sino para ejercer como directivo. No obstante, han sido las circunstancias sobrevenidas tras su nombramiento (el deseo de marcharse de Juan Carlos Cordero y el posterior acuerdo para su salida) los que le han situado en una situación que no imaginó.

«Estábamos preparados para todo», responde el ejecutivo sevillano, que consideraba una opción real que el cartagenero se marcharse y tuviese que ponerse al frente del área deportiva en un momento trascendental como es el mercado de enero. Así que fue Guerrero quien pilotó las negociaciones para fichar (a Kike Salas y a Riza Durmisi), para acometer desvinculaciones (solo se sustanció la de Andoni) y para ejercer como muro de contención cuando otros clubes llamaron preguntando por Corredera, Garcés o Mellot.

Llegados a este punto, ya son 50 los días de relativa orfandad en este puesto capital. Nunca antes estuvo vacante en el organigrama esta posición que adquirió distintas nomenclaturas (director deportivo o secretario técnico) pero que hasta la fecha no había asumido en ningún caso un consejero. Multifuncional en el club y encargado de presentar a los nuevos refuerzos y también de asistir a las reuniones del consejo, Guerrero también es el hombre al que se le ha encomendado la difícil tarea de hallar recambio para Cordero.

La elección está hecha incluso antes de que el actual ejecutivo del Real Zaragoza emprendiese las negociaciones para su partida. Tal y como avanzó EL DÍA, el preferido de la actual directiva es Manu Fajardo y, ahora sí, las gestiones para su contratación se aproximan a su recta final. Durante la semana pasada se agilizaron las conversaciones, que entraron en una nueva fase. Una vez fracasó el intento de que fuese el sevillano quien pidiese irse del Rayo Vallecano por sí solo, en los últimos días ha sido el propio Guerrero quien ha viajado a la Península para ser partícipe del proceso de desencallamiento de la situación.

Finalmente ha sido la mediación de Cobeño, director deportivo vallecano, el que ha permitido liberar a Fajardo. Si todo avanza según lo deseado por la directiva blanquiazul, en cuestión de días podría viajar y ser presentado. Se sofocaría así una crisis abierta con el cese en sus funciones de Cordero y el frustrado deseo de firmar a su recambio de forma exprés. Sea como fuere, aseguran desde el club que la ausencia de un director deportivo nunca ha hecho zozobrar el proyecto. Más bien al contrario, presumen de estabilidad por los resultados cosechados en la ventana invernal y subrayan que incluso se han realizado ya otras gestiones. Entre las más llamativas figuran la renovación del contrato de Elady Zorrilla por dos temporadas, la oferta formulada a Ramis para que siga hasta 2025 (aunque el entrenador prefiere aplazar este asunto) y el avance en las conversaciones con Shashoua o el canterano David, que renovará por tres años.

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Las declaraciones que formuló Luis Miguel Ramis en su rueda de prensa del pasado viernes no significaron ninguna sorpresa para la propiedad y consejo de administración del CD Tenerife. En la cúpula de la institución se conocía que el profesional tarraconense iba a pronunciar las palabras que eligió para dar por congeladas las conversaciones para su renovación. Fue el propio club quien pidió a Ramis que fuese claro y manifestase públicamente que había sido él -a través de su representante- quien había parado un proceso que avanzaba hacia la prórroga de su contrato por dos temporadas más. Ahora, el club se ve facultado para iniciar una ronda con distintos candidatos al puesto, aunque no descarta ningún escenario, tampoco la continuidad del actual jefe del banquillo. Ramis igualó el pasado fin de semana a Álvaro Cervera como segundo entrenador de la historia blanquiazul con más partidos oficiales dirigidos al Tenerife. Solo en caso de firmar su continuidad -le ofrecen seguir hasta 2025- podría igualar a José Luis Oltra, que mantiene vigente su plusmarca gracias a sus dos etapas al frente del representativo, la segunda de ellas cerrada abruptamente con su destitución por parte de Víctor Moreno. El actual entrenador no quiere irse de forma abrupta; y su mensaje previo al compromiso con el Mirandés es el primer aviso de que sus caminos y los del Tenerife pueden separarse pronto.