El Mensajero sufre para mantenerse en lo más alto

Sufrió el Mensajero para mantener el liderato del grupo canario de la Tercera RFEF. El cuadro de Josu Uribe se adelantó en el marcador a través de Poni Robaina, pero vio como el Marino obraba la remontada, antes del descanso, a través de Borja y Octavio. Tras la reanudación, los rojinegros restablecieron la igualada por mediación de Malick, mientras que Jesús Cruz le dio los tres puntos a los palmeros en el alargue.

Tras el tanteo inicial, donde ambas escuadras estuvieron bien plantadas en sus respectivas parcelas del Silvestre Carrillo, evitando conceder oportunidades a su rival, el Mensajero tomó el mando del marcador a través de Toni Robaina, con un remate de cabeza, cerca del área pequeña, tras un centro desde el flanco derecho. Con el marcador en contra, el Marino no se amedrentó y buscó la igualada, un premio que consiguió, superado el ecuador de este primer período, por mediación de Borja, quien no falló con un remate a placer.

Con tablas en el partido, el cuadro rojinegro no se desmoronó, pero se vio enfrente con un entusiasta equipo de Diego Montoya, que le dio la vuelta al partido, en la recta final de la primera mitad, con el tanto obra de Octavio al aprovechar un balón suelto en el área del palmero Padilla.

Gol con un poco de suerte

El encuentro llegó al descanso con la mínima renta favorable a la escuadra de Los Cristianos, y tras el receso, las correcciones realizadas por Josu Uribe dieron sus frutos y los rojinegros, envalentonados por el apoyo de la afición rojinegra, insistieron en busca de la igualada sin desproteger la retaguardia, conscientes de que un tercer tanto de los marinisitas les pondrían las cosas muy en contra.

El Mensajero logró el premio de la igualada en el minuto 60, cuando Malick conectó un disparo, desde fuera del área, que superó al cancerbero aronero David Kikvidze. A continuación, con el desarrollo de la segunda mitad, ambas escuadras trataron de decantar la victoria a su favor, siendo las defensas protagonistas al abortar las intentonas tanto de los rojinegros como de los azulones.

Ya en las postrimerías, cuando se pensaba que el partido concluiría con empate, el júbilo llegó a las gradas del Silvestre Carrillo. Jesús Cruz, a poco de ingresar en el campo, se convirtió en el héroe de su equipo al lograr el 3-2, tras recoger el balón en la frontal y conectar un disparo, que tocó en un defensor aronero para colarse en la portería de David Kikvidze.