Después del éxito europeo en la Challenger Cup, el Santa Cruz Echeyde se puso el chip liguero este sábado en un difícil partido en la piscina del CN Rubí. El choque lo arrancaron mejor los locales, quienes se acercaron varias veces con peligro. Finalmente, tras cuatro minutos de enfrentamiento, el Rubí inauguró el luminoso con un tanto de Edward aprovechando la expulsión de Pablo Díaz. A pesar de ello, los chicharreros supieron reponerse y seguir su estilo de juego hasta lograr la igualada. Marcó el vasco Iker González su primer gol en la máxima categoría. Mucha igualdad.

Dentro de esa igualdad, el Rubí se mostró más efectivo y marcó al final del primer cuarto, el 2-1 (Alejandro Ortiz) en un despiste defensivo de los visitantes. A pesar del resultado, las sensaciones que daban los chicharreros era positivas. Con todo, se inició el segundo round del choque y los locales volvieron a marcar, de la mano de Marc Mejías. Se veía aumentada la ventaja.

Con el 3-1, el electrónico empezó a apurar al Echeyde. Los tinerfeños, lejos de desconectarse, reaccionaron a lo grande con sendos goles: Mees Keuning de penalti y Diego Mercado desde el boya. Del 3-1 al 3-3.

El Rubí seguía mostrándose efectivo y, tras varias buenas intervenciones de Diego Malnero, consiguió anotar (Marc Mejías y Rui Manuel) en dos ocasiones para replicar otro tanto de Diego Mercado y, así, llegar al descanso por delante (5-4), con la sensación de que todo se iba a decidir en los detalles.

Tras el entretiempo, los chicos de la Acidalio encontraron su mejor versión para darle un vuelco al resultado con tres tantos: Albert Español de penalti, Pablo Díaz en superioridad y Marc Salvador con un tiro de larga distancia en el último segundo. Un gol clave, que significaba que los santacruceros empataban (7-7) a falta de ocho minutos, tras recibir anteriormente dos goles (Kuznetsov y Pina).

Todo por decidir en un último periodo, en el que los tinerfeños se pusieron por delante por primera vez con un gol de Adrián Magriñá. Tras varios minutos sin goles, nervios e imprecisiones, los chicos de la Acidalio consiguieron romper la muralla catalana. Declaración de intenciones de los visitantes, a quienes les duró poco la alegría, pues Edward marcó (8-8).

Los últimos cinco minutos de cuarto estuvieron marcados por la falta de acierto de ambos, sucesiones de expulsiones, así como varias ocasiones con peligro del Echeyde, la antesala a la tanda de penaltis.

En la suerte, el Santa Cruz Echeyde se hizo fuerte y convirtió los cinco previstos. Al final un 11-13 que mantiene a los de Español invictos en los cuatro encuentros que ha disputado.