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Eduardo Fernández–Caldas Exjugador y enlace del Santa Cruz Echeyde

Eduardo Fernández–Caldas: "Debemos tener los pies en el suelo y no confiarnos"

Eduardo Fernández–Caldas Arsenio Waterpoloo

El waterpolista hasta hace unos meses se integra en la parte administrativa del club como enlace para articular una estructura que permita y soporte el crecimiento deportivo e institucional experimentado por el equipo durante los dos últimos años.

Ha pasado en un par de meses de estar jugándosela en la piscina con el Santa Cruz Echeyde a ver las cosas desde su banquillo. ¿Cómo lleva ese tremendo cambio en su vida?

La verdad es que es distinto todo un poco, lo del puesto y el rol en el equipo. De estar jugando bastantes partidos, uno tras otro y temporada tras temporada, a esto, esa nueva responsabilidad. Es imposible dejarlo. También hay cosas que se transmiten cuando comunicas que vas a dejar de jugar con tus compañeros... Al final hablando con el club, pues intentaré ayudar de otra forma muy cerca de los banquillos, aunque creo que es algo momentáneo para poder aportar lo que pueda de mi experiencia a Fermín (Bennasar) y Albert (Español).

Sobre todo mi función será ayudar y engrosar la parte de estructura del club. Al final el club se lleva entre dos o tres personas y ha crecido mucho y muy rápido, por lo que tiene que tener una buena base y presencia a nivel institucional. Si no se hace así, el proyecto se viene abajo. Al final se apuesta por alguien que ha jugado, que sabe cómo funciona todo esto y que es de la Isla. Colaboro y ayudo y ese es un poco el nuevo rol que se me asigna. Un enlace entre el club, jugadores e instituciones.

Pero dónde se sufre más, ¿en el agua o en el banquillo?

Soy bastante tranquilo en el 99% de mi día a día. Pero es diferente. También es Fermín el que lleva el peso del partido junto con Albert y yo estoy detrás calmando, haciendo correcciones, consulto algo con ellos, pero no cojo tanto nervios.

¿Y qué objetivos se marca desde esta nueva responsabilidad? ¿Qué se quiere conseguir?

Pues que todo este crecimiento que estamos teniendo deportivamente hablando, también reflejarlo como entidad y club en la sociedad. Al final el Echeyde crece rápido, hay tres equipos en categoría nacional, dos en División de Honor, uno de ellos compitiendo en Europa, el otro con una pinta muy buena, el de las chicas, que están haciendo las cosas muy bien con Itziar (Pavón) al mando... Pues hace falta que detrás de todo esto exista un respaldo de estructura de empresa, por decirlo de alguna forma, para que el club no tenga problemas que no sean los deportivos y de su propia actividad. Todo lo que venga más allá de ese margen hay que intentar solventarlo.

Entonces el cargo es...

Enlace, entre Albert y David (Rivas). El primero llega a muchas cosas pero no le da para todo porque al margen de ser entrenador, también es jugador. También David... Imposible la carga de trabajo. Pues intento que todos los objetivos se puedan conseguir a través de ese puesto o situación en la que me encuentro. No me gustaría ponerle un nombre grandilocuente al puesto, la verdad, sino prefiero darle uno pequeño y humilde en el marco de la élite. Enlace... Pero lo importante de todo esto es que las cosas salgan bien.

El femenino ha empezado con dos victorias, lo mismo que el masculino, con un triunfo, además, sobre el potente CN Mediterrani. ¿Cómo ha percibido esto desde el punto de vista deportivo?

Primero, impresionante las chicas. Pero lo del Mediterrani a mí no me sorprendió tanto porque el año pasado casi ganamos y, además, en aquella piscina Josep Vallés. Faltaba un minuto, fallamos un penalti, una superioridad que no convertimos y nos meten una contra y perdemos. Entonces nos lo debían, por decirlo de alguna forma [risas]. En temporadas anteriores con otros equipos en los que jugaba era una piscina muy complicada para puntuar ahí, juegan en Europa y siempre tienen una plantilla muy buena. Creo que salió un partido perfecto y nuestros chicos estaban engranados y jugando juntitos y ese fue el resultado (6-7). De por medio es verdad que el Mediterrani ha perdido dos jugadores de la grandísima talla de Marc Minguell y Jordi Pérez, pero aún así sigue siendo un equipazo y pudimos competir de tú a tú hasta el final con una buena defensa, que es nuestra principal arma, y pudimos sacar el partido. Ojo, no hay que olvidar que nuestra liga es la que jugamos, por ejemplo, el CN Caballa (15-6). Era importante ganar al conjunto ceutí porque si no, no hubiese servido de nada ganar a los catalanes.

Suena un poco raro hablar de que esa es la liga del Echeyde cuando la progresión del equipo en estos dos últimos años es brutal en dinámica deportiva e intensidad, entre otros elementos a tener en cuenta. Hay quien diría que se peca de falsa humildad.

Se lo digo con todo el conocimiento del mundo. He estado en el CN Martiánez (Puerto de la Cruz), el equipo a la par más histórico de Tenerife. Allí, nos clasificamos para Europa en la primera vuelta y luego descendimos en la siguiente, precisamente, por creernos eso de la falsa humildad. Ahí se resume absolutamente todo por si hay algún atisbo de duda. Si a un equipo con una edad media de 21 ó 22 años le dices que son los mejores del mundo me temo que al final llegas hasta navidades.

Las espirales positivas son muy buenas, pero las negativas son cuatro o cinco veces peores y no puedes salir de ahí. Juegas sin sensaciones y te vas al pozo. Y no tenemos la masa social como tiene un Barcelona, Sabadell u otros equipos de ese nivel. Eso también le pasó al CN Navarra, aunque más por una cuestión de presupuesto. Por eso digo, la cuestión es mantenernos con los pies en el suelo porque las consecuencias podrían ser nefastas si nos confiamos o pensamos en otra cosa. La charla del otro día ante el CN Caballa estaba enfocada a jugar como bloque. Albert fue claro y real con lo que quería transmitir: no nos lo podemos creer, ellos también se juegan el descenso... Ese es el camino, tienes que ir así porque es verdad y porque es la base del deporte, no creerte mejor que el rival hasta que el árbitro pite el final.

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