Nuria Castán es la invitada especial a la V edición del RollFestival, muestra que se vipene celebrando entre los días 2 y 4 de septiembre en la localidad lagunera de Punta del Hidalgo y que ofrece una parte de cine dedicado a los deportes extremos y de aventura y otra de exhibiciones deportivas de modalidades como rocódromo, tirolina, slackline, simuladores de surf...

-¿Qué cualidades son necesarias para una deportista de élite en la modalidad de freeriders?

 -El freeride es una modalidad que abarca varios conceptos y todos hay que tenerlos en cuenta para hacer una buen performance en competición. Como deportistas de freeride practicamos y competimos en lugares totalmente naturales donde el hombre no ha añadido nada artificial en la montaña para la competición, por eso tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos a pesar de no poder haber entrenado la bajada. Previamente solo podemos leer la montaña con prismáticos y conocer una explicación de la organización sobre cómo está la nieve y el terreno.

 En este tipo de competiciones, no todo está bajo control y puede ser que se tenga que cambiar de ruta, que la nieve sea cambiante y no esté como pensabas o que el salto que querías hacer sea más grande del que pensabas y tienes que actuar de forma rápida sin mostrar a los jueces que estás dudando de tu línea. Por lo que, en general, tenemos una gran cualidad de adaptación a la  situación y al terreno para actuar en cuestión de segundos.

 -¿A qué tiene que renunciar en su día a día para estar ahí?

-Además de todo el sacrificio y esfuerzo que he tenido que hacer a los largo de mi vida para poder entrenar en un espacio tan específico como las montañas, ahora me resulta difícil decir si estoy renunciando actualmente a algo, ya que mi vida es estar en la naturaleza, realizar deportes outdoor, snowboard y diseño gráfico. Por supuesto tengo claro que no es un estilo de vida normal, donde trabajas a jornada completa y tienes un sueldo al terminar al mes, pero es lo que me llena.

-¿Cuánto tiene de riesgo real una competición de Freeride?

-Las competiciones de Freeride normalmente están bajo control, especialmente los juniors y los FWQ. En el FWT, la liga profesional, tenemos que usar obligatoriamente mochilas airbag por si hubiera un alud, y otra serie de materiales como el detector de aludes, espaldera, casco y pala y sonda,  que son obligatorias en todas las competiciones.

Las caras del FWT tienen una alta dificultad en comparación con las otras categorías. No obstante, semanas previas se analiza la cara de la montaña donde se realizarán las pruebas y las nevadas que van cayendo;  días previos hay guías de montañas y helicópteros que analizan la zona y las  condiciones, así como las capas de nieve y la peligrosidad del terreno. El día previo a la competición, tenemos una reunión donde nos explican cómo está la situación en la montaña para el día del evento, que zonas están cerradas por precaución, y como está la nieve.

 -¿Cómo definiría su estilo descendiendo?

-Me guío bastante por el instinto y por una línea que sea original, creativa y que me vea confiada en hacer. Normalmente cuando observo la montaña quiero hacer una línea que sea un tanto arriesgada, que impresione, que sea diferente con canales estrechos y que pueda añadir saltos;  como visión global, que sea una línea completa con todos los puntos a tener en cuenta para los  jueces. Pero sobre todo, disfrutar de lo que haga.

-¿Cuáles son las sensaciones que se generan sobra una tabla?

-El snowboard es mi deporte favorito, encuentro paz y es como una terapia para mí, me ayuda a olvidarme de cualquier cosa que esté pasando y centrarme en el puro presente. Me ha ayudado mucho en el día a día de mi vida: a ser constante, fuerte, a ponerle dedicación y trabajo duro, a aprender de los errores, a priorizar lo que es realmente importante, me ha ayudado en muchas cosas que se pueden aplicar en cualquier persona. Cuando hago snowboard es una sensación inexplicable. Después de más de 15 años practicándolo sigo sintiendo ese cosquilleo como cuando era pequeña; igual no siento esa sensación cuando compito, pero sí cuando estoy disfrutando aprendiendo nuevos trucos y viendo una progresión, es muy gratificante.

-Usted ha entrado en la élite siendo la deportista más joven de su modalidad… ¿Qué aporta la juventud? ¿Qué se aprende de las más veteranas?

-La juventud aporta riesgo, a darlo todo, a no tener miedo, pero también falta esa experiencia en saber  qué es lo correcto en las competiciones.  Las más veteranas ya saben exactamente su capacidad, y cómo son las caras ya que normalmente se repiten año tras año, así como también saben cómo arriesgar a tal punto de que no se caigan.

-¿Qué opinión le merecen muestras como el Roll Festival?

-El festival tiene muy buena pinta, está muy alineado con mis valores y creo que será  un evento increíble donde la pasaremos genial todos juntos en esta V edición. Agradezco mucho de que me hayan invitado y ser la invitada especial del evento, aportando mis conocimientos y mi grano de arena.

Este tipo de festivales son una muy buena forma de animar a la gente a realizar deporte, no importa las edades o géneros; ayuda a promocionar esta cultura del deporte, así como también a conectar con personas del mismo mundillo y con pasiones parecidas.