Una soberbia actuación de la tinerfeña Elena Buenavida –autora de 36 puntos y cinco rebotes para 34 créditos de valoración– no impidió que la selección española femenina de baloncesto U18 perdiera ayer en Heraklion (Grecia) la final del Europeo de la categoría frente a Lituania por 75-78. Las hispanas fallaron un triple sobre la bocina que hubiese forzado la prórroga, pero en cambio, con su plata, suman así la sexta medalla del verano para el baloncesto de formación español, la tercera de ese metal.

Las jugadoras que entrena Bernat Canut sufrieron durante todo el partido ante un potente conjunto lituano que llevó la delantera en el marcador durante más de 30 minutos. Aunque España llegó a estar tres arriba en el inicio del segundo cuarto (19-16), nunca logró atar en corto a Juste Jocyte, autora de 28 puntos, nueve rebotes y siete asistencias –para 38 de valoración y ser nombrada MVP del torneo–. Así, Lituania pareció poner la directa mediado el cuarto periodo gracias al 56-66, pero las de Canut no se vinieron abajo y, lideradas por Elena Buenavida, apuraron sus opciones de lograr el oro.

Cuando solo quedaban 26 segundos, Marina Asensio anotó –tras una asistencia de Buenavida– un triple que subía el 75-76 al marcador. En la siguiente jugada, Jocyte acertó con dos tiros libres y dejó nueve segundos de posesión a las españolas, que tuvieron la posibilidad de forzar la prórroga aunque la propia Asensio en esta ocasión falló y el título se fue para Lituania.

Pese a la derrota, la actuación de Buenavida resultó estelar, ya que se fue hasta los 36 puntos (9/14 en tiros de dos, 4/6 en triples y 6/8 en libres), a lo que añadió cinco rebotes, dos asistencias y otras tantas recuperaciones para 34 créditos de valoración. Todo en menos de 33 minutos medio en cancha.

Elegida en el mejor quinteto del torneo

La lograda ayer es la segunda medalla que Elena Buenavida se cuelga este verano con España. Ya lo hizo hace unas semanas con el combinado U20, que se adjudicó el oro en el Europeo. Ahí, y pese a no haber alcanzado su mejor versión, la granadillera cumplió con creces ante jugadoras hasta dos años mayores que ella. Ahora, con su generación real, la exterior formada en el Luther King se ha reencontrado a sí misma para acabar con unas medias de 12,7 puntos, 4,7 rebotes y 2,3 asistencias, unos guarismos que le han valido para ser elegida en el mejor quinteto de la competición.