El deportista tinerfeño cumple 20 años en los deportes de contacto con un nuevo éxito en el SCC de Santa Cruz. Su próximo reto en MMA, antes de acabar el año 2022.

¿Cómo llegó a interesarse por los deportes de contacto?

Se lo debo a mi cuñado. Yo tenía 17 años y en ese momento empezaba a andar con amistades erróneas, tuve algún problema. Él me llevó por otro camino, fui a un gimnasio pequeño, él me lo pagó y empecé con el kick boxing. Siempre fui competitivo para todo, la gente me decía que se me daba bien y por eso empecé de forma más profesional, hasta llegar a ser subcampeón de España.

El siguiente paso fue Jiu Jitsu ¿por qué el cambio?

Necesitaba otro reto y un amigo me lo propuso. Llegó el verano me tomé un descanso de kick boxing, estaba algo aburrido. Fue ir a probar el primer día y ver que este deporte era lo mío, me encantó y me sentí muy a gusto. El proceso fue muy parecido al anterior. Las personas que me veían decían que se me daba bien y en los combates me enfrentaba a gente que era favorita, que tenían más experiencia y el que ganaba era yo. A partir de ahí fui al Europeo y estoy muy orgulloso de tener tres medallas de oro a día de hoy.

En esta disciplina, ¿cuál ha sido el éxito que más disfrutó?

El que más ilusión me ha hecho es lo que conseguí en Grecia. En el absoluto luché yo con 62 kilos contra luchadores que en 80 kilos quedaban campeones. Lo gané y el comentario que hacía la gente que estaba por allí era, «con lo pequeño que eres y has podido con ellos». Fue un subidón.

MMA, otra disciplina que domina con 8 victorias 0 derrotas.

Estoy muy orgulloso. No solo compito sino también doy clases en el gimnasio TFC. Es un deporte que ha crecido muy rápido y que es muy espectacular. 

En Tenerife, el evento SCC ayuda a que crezca este deporte.

Sí, por supuesto. Fue una gran cita. No solo por haber ganado sino por la gran organización, profesionalidad y espectáculo que hay alrededor de los combates.

¿Tiene miedo al entrar en la jaula, segundos antes de empezar el combate?

Siempre se puede sentir miedo. Algunos en la jaula, otros al llegar al pabellón, también hay luchadores que se bloquean en la semana previa al evento. Yo he sabido adaptarme trabajando la mente. Ahora tenemos en el gimnasio un coach que nos ayuda en ese sentido. Este es un deporte que la preparación física es importante pero es un 70% por ciento, el otro 30% es mental.

Y un deporte, visto por algunas personas, como violento.

Sí. Los prejuicios en el ser humano son normales. Nos ven competir y luego por ejemplo mi gimnasio está en Taco. Pues piensan que somos agresivos o peligrosos. Luego nos conocen y se sorprenden a ver todo lo contrario. Yo tengo respeto por este deporte y por los deportistas que lo practican. Una vez gané un combate e invité a una copa por la noche a mi contrario. La humildad es uno de los principios para aguantar en esto y es lo que yo intento inculcar a la gente que entreno. 

Humildad y ¿qué más hace falta para estar 20 años al pie del cañón?

Disciplina. Los hay muy buenos pero sin tener claro esto no puedes llegar a lo máximo. El día que estés cansado y no tengas ganas de entrenar tienes que ir al gimnasio. Quizás no entrenar como un entrenamiento normal pero hacer algo. Esa exigencia es clave y yo así me lo tomo. La experiencia me ha enseñado que ese es el camino a seguir.

En todo ese proceso, ¿quién ha sido importante para usted?

Mi padre. Cuando empecé tenía que viajar para sumar peleas. Yo trabajaba con él en un compra y venta. Quizás lo que yo estaba haciendo no entraba en sus ideales pero no me frenó y seguí un tiempo compaginando las dos cosas. El 90% de lo que soy ahora, del nombre que tengo en el deporte, se lo debo a él.

Es entrenador, tiene su gimnasio, ¿cómo viene la cantera?

Tenemos alrededor de 200 alumnos y alumnas. Canarias es una tierra muy potente en lo que a deportes de contacto se refiere. Cuando vamos a campeonatos nacionales se escucha cuando llegamos eso de «ahí vienen los canarios». Con menos territorio que Madrid o Barcelona por ejemplo, les superamos. Se debe a que en muchos casos es algo que pasa de un familiar a otro, aquí hay tradición y también cuenta el interés que tiene la gente de las islas por estar en forma.

¿Cuál es su próximo reto?

 Un nuevo combate aquí en Canarias, que si todo va bien será antes de acabar el año 2022. Luego no me queda mucha más cuerda en MMA. Intentaré estar en dos o tres peleas más. 

Y, ¿punto final?

En MMA sí, pero siempre seguiré con el Jiu Jitsu, para quitarme como se suele decir el gusanillo.