Carlos Javier Jorge es uno de los pilotos punteros de la modalidad de la Regularidad Sport en los rallyes del Archipiélago. En dicha modalidad los equipos deben hacer cada tramo a la velocidad media que estipule la organización de la prueba, y la misma suele oscilar entre los 60 y los 80 kilómetros por hora. En lo que va de la presente temporada, el piloto güimarero se ha impuesto en las dos pruebas que ha disputado, tanto el Rallye Orvecame Norte como el Rallye Orvecame Isla de Tenerife Histórico. En los últimos años compite con un Porsche 911 Carrera RS 3.0, un vehículo puntero a nivel regional y nacional. Desde hace siete años acumula kilómetros en pruebas del Campeonato de España e, incluso, hizo dos incursiones en el Rallye de Portugal.

Carlos recuerda que sus inicios en las pruebas de velocidad en carretera comenzaron en los años 80, como copiloto de su paisano Luciano Díaz. Se acercó al mundillo del motor como muchos, a través de amigos que eran aficionados. Acudía a ver carreras. Hasta que un día Luciano Díaz se quedó sin la persona que le cantaba las notas y llevaba el libro de ruta. Y Carlos Jorge se ofreció a ser su navegante. Díaz solo era un conocido para él, pero eso no fue obstáculo para lanzarse a la aventura. El destacado piloto le preguntó: «¿Tú no te mareas?» Y Carlos respondió que no. Días después se montaron en un coche, hicieron unas notas y probaron la coordinación. Y todo fue bien. Jorge recuerda que todo «empezó en 1988 en un Rallye Isla de Tenerife, a bordo de un Toyota Starlet 12 válvulas». La temporada siguiente compitieron con un Peugeot 309 GTI, y los años posteriores con un Citroën AX. Esa primera etapa se interrumpió en 1993 para hacer el servicio militar obligatorio. Un año después se subió de navegante con Juan Luis Cruz en un Subaru Impreza Grupo N durante varias carreras. Y ahí se frenó su participación directa en el automovilismo. Ese paréntesis se prolongó durante dos décadas, en las que se centró, sobre todo, en el desarrollo de su empresa, DigitalFone.

Decidió regresar a competir con vehículos clásicos en 2014, pero esta vez como piloto. La vuelta fue a lo grande. Compró un Porsche 911 SC y su primera prueba fue la segunda edición del Rallye Gran Canaria Histórico, valedero para el Campeonato de España de la especialidad. Entró al parque cerrado y subió a la rampa de salida sin casi haber probado la montura, pues esta llegó a dicha Isla cuatro días antes de la prueba.

Sobre su regreso, aclara que «siempre tenía la ilusión de volver». Pero comenta que «meterte en velocidad con coches actuales es muy caro». Y, de forma paralela, señala que «toda la vida he sido un apasionado de Porsche; desde pequeño recuerdo los rallyes Isla de Tenerife, cuando venían los Porsche de los italianos». Cabe recordar que Tonino Tognana venció con uno de estos coches en la edición de 1984 de dicha prueba. Y Carlos se dijo que algún día tendría algún deportivo como aquellos.

En el 2013 fue como espectador a ver el I Rallye Gran Canaria Histórico y le entusiasmó el espectáculo. Entre los inscritos hubo varios 911 y consideró que eran una buena opción para competir. «Conseguí uno en Galicia, hecho por el preparador Marvic, en Orense», explica Jorge. «Fue ir allí, probar el coche, me gustó, me dio buenas sensaciones, lo compré y me lo traje», relata el piloto güimarero.

Días antes de la primera prueba se sacó la licencia de piloto e hizo los trámites para inscribirse. Y con su actual copiloto pasó entonces algo similar a sus inicios. Sergio Marrero se enteró de que Jorge había adquirido un buen coche y se brindó a ejercer de navegante. Carlos Javier afirma que, «la verdad, en esa primera prueba no nos fue muy bien, porque había que rodar el coche y hacer muchas cosas». Terminaron en séptimo lugar. El piloto güimarero comenta que «no nos fue bien con las medias de velocidad, pues a muchas no llegaba, en otras me pasaba; y fue empezar en una carrera muy importante».

Ese vehículo, el Porsche 911 SC, sigue siendo propiedad de Jorge y en estos momentos está en las instalaciones de Marvic Sport. El Porsche Carrera 3.0 lo adquirió en el 2018. Hasta ese momento, según Carlos Jorge, esa unidad había ganado el Campeonato de España en cinco ediciones en manos del piloto José Ramón Campos. «Ese coche lo pusimos a nuestro gusto y el motor se revisó; parte de ese trabajo se hizo en Portugal», aclara el güimarero.

El equipo siguió el Campeonato de España de Regularidad Sport en 2018 y 2019. Y en 2020 estaban preparando en Cataluña el Costa Brava cuando días después se decretó el estado de alarma por el covid. Esa temporada Jorge y Marrero solo corrieron el Rías Altas, en Galicia, al finalizar el año.

La experiencia en Portugal

Para este año se fija como objetivo seguir el Campeonato de Canarias y el Provincial, así como salir a la Península para hacer alguna prueba más del Nacional e, incluso, el Rallye de Portugal Histórico. El equipo de DigitalFone ha corrido dicha cita lusa en dos ocasiones, en 2018 y 2019. Recuerda que la de Portugal se caracteriza por ser una prueba de cinco días, con un diseño lineal, que pasa por buena parte del citado país, donde es un acontecimiento importante. «Es un rallye de los de antes, muy bonito», comenta sobre una cita «que cada año tiene más auge». En 2019, los tinerfeños abandonaron por la rotura de un soporte de motor.

Una de las singularidades de este rallye del europeo de Regularidad Sport es que muchos tramos se desarrollan con carretera abierta y, aunque la Policía cierra las especiales cronometradas, no se descarta que algunos usuarios entren en la vía. Además, es «secreto», es decir, que no se puede entrenar y, a partir de la entrega del libro de ruta (road book) «tienes que ir organizándote». Es decir, que en rallyes como el Portugal la figura del copiloto cobra todavía mayor importancia para no penalizar. Y hay pueblos donde los profesores sacan de las aulas a sus alumnos para que vean pasar los coches de competición.

«Tenemos la ilusión de hacer algún día el Rallye de Montecarlo Histórico, que es una prueba todavía más cara que el de portugués», señala Carlos. Jorge y Marrero lograron el título de Regularidad Sport en el Archipiélago en el 2016.

También hay proyectos. «Tenemos intención de volver a correr en Portugal. Pero esta vez iríamos sin el apoyo de nuestros amigos gallegos». Aclara que el rallye luso es complicado a la hora de planificar las asistencias, pues se trata de una prueba muy lineal y los vehículos de servicio (asistencia) deben llegar a tiempo a los puntos fijados por carreteras alternativas, «y tienen que correr mucho».

Explica que «en 2023 me gustaría volver a correr el Campeonato de España y hacer una incursión en Montecarlo si se puede». Añade que «dos rallyes que tengo muchas ganas de hacer son el de Montecarlo Histórico y el Tour de Corse». Relata que este último se desarrolla durante cinco días y sí hay que entrenarlo, pues se celebra con las carreteras cerradas al tráfico. Es decir, que requiere para poder correrlo ocho o nueve días de estancia en Córcega, como poco, para entrenarlo y disputarlo.