Los resultados deportivos no lo son todo al final de una categoría de nueva creación y con tantos clubes como la Segunda RFEF. Basta con que algún participante renuncie a seguir en ella, o que deba dejar de competir, para que se genere un movimiento de fichas en cadena. El Mensajero, que cerró el curso 21/22 en una de las plazas que conducían a Tercera, está pendiente de la vacante que podría dejar el Extremadura para lograr una permanencia inesperada.

Lo confirmó ayer Guillermo Jiménez, vicepresidente del Mensajero, en una entrevista publicada en los canales de comunicación del club. «Es cierto, se ha puesto sobre la mesa en los últimos días», aseguró el dirigente. «La disolución del Extremadura nos da pie a poder optar a esa plaza. Es más, las modificaciones incluidas recientemente en el reglamento, nos benefician en este sentido. Con el documento en mano, la situación colocaría en Segunda RFEF al equipo que mejor derecho deportivo tenga. Ahora estamos a la espera de saber en qué categoría salimos a competir», continuó dejando abierta la opción de conservar su estatus.

En el mejor de los casos, el Mensajero tendría que modificar la planificación del próximo ejercicio para volver a adaptarlo a la Segunda RFEF. «Tenemos una serie de jugadores renovados, otros retenidos y algunos que hemos incorporado», dijo Jiménez sabiendo que entre las dos categorías hay «un salto importante», por lo que, dadas las circunstancias, el club se tomará con «un poco de calma» el diseño de la plantilla.

Mejoras en el Carrillo.

Independientemente de la competición en la que quede encuadrado el Mensajero, en el club palmero esperan que la temporada venidera sea «importante desde el punto de vista de las infraestructuras». Los planes a corto plazo pasan por realizar «dos obras importantes» en el Silvestre Carrillo, estadio que pertenece a la entidad rojinegra. «Por un lado, el cambio del césped que, no en vano, tiene 15 años de vida; por otro, la iluminación, que nos permitiría entrenar y jugar por la noche. Ambas mejoras redundan en el crecimiento de todo el club, desde los más pequeños hasta el primer equipo», detalló antes de advertir de que el Mensajero necesita realizar esas actuaciones de mejora para poder jugar en la Segunda RFEF, por lo que pidió la «colaboración y sensibilización de las instituciones públicas, porque sin el apoyo regional, insular y local, no se podrán hacer las obras».

La dirección deportiva.

El vicepresidente también valoró la decisión de Guille Jiménez de no continuar como director deportivo. «Consideró que su etapa en el se rol había tocado a su fin», aclaró. «Es una decisión que respetamos y en la cual, aunque nos duela, debemos apoyarlo. No es fácil para él ni para nosotros, pero es su determinación. Tiene todo el futuro por delante y, conociéndolo, no dejará al Mensajero, estando dentro o no. Es un mensajerista de pro», destacó Jiménez, dispuesto a volver «al origen» del último proyecto. «De la configuración de la próxima plantilla nos estamos encargando una comisión que encabezo. Las decisiones se toman de manera consensuada y siempre poniendo en valor la viabilidad económica y de supervivencia», manifestó Guillermo Jiménez.