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Atletismo

El tinerfeño Miguel Hernández, de 92 años, sigue en activo defendiendo los colores del CA Realejos-Puerto Cruz

El realejero es uno de los atletas más veteranos en activo del panorama canario y ostenta una marca de 23.18 segundos en los explosivos 100 metros lisos

El deporte realejero y tinerfeño se rindió ante Miguel Hernández por su amor al deporte. Andrés Gutiérrez

La familia del atletismo tinerfeño ha homenajeado a Miguel Hernández (Los Realejos, 1930) por ser una de las referencias deportivas hoy en día del Club Atletismo Realejo-Puerto Cruz. Este espectacular atleta se ha convertido por derecho propio en un ejemplo para todos los aficionados al deporte y para las nuevas generaciones que llegan.

Un total de casi 92 años le contemplan y está como una puncha. Él es don Miguel Hernández, que con su edad, ímpetu y orgullo sigue dejándose la piel en las pistas de Tenerife en la categoría Máster +90, y nada menos que en los 100 metros lisos. Sin duda, pocos a esa edad siguen en activo en el mundo del deporte canario. Los hay, pero en el caso de esta distancia corta muy pocos y siempre defendiendo los colores del CA Realejos-Puerto Cruz.

Don Miguel fue distinguido hace unos días en el estadio Iván Ramallo de Los Realejos en una competición para hacer marcas de la Federación Insular de Atletismo de Tenerife (FIAT), cuyo presidente, Wenceslao Fernández, organizó un reconocimiento a un realejero para la historia, «una persona, don Miguel, que ha demostrado no tener límites en la vida, que sigue haciendo deporte y que todo parece indicar que no va a parar».

El deporte le nace de lejos. Fue el fútbol el que atrapó primero a este realejero nacido en 1930 y vecino muy querido en la zona de la calle Viera y Clavijo del Realejo Bajo (tenía un estanco) y que todos los días entrena por superarse.

A pesar de no tener que demostrar absolutamente nada, se enfunda la elástica para empezar su entrenamiento diario. «Me levanto temprano y desde las 10:00 horas hasta las 13:00 me quedo entrenando distintas velocidades. Poco a poco, sin prisa, calentando bien. Unas veces 60 metros, 70, 80 y 100. Hago repeticiones en distintos ejercicios y hay espacio para el gimnasio», explica muy serio.

Ese entrenamiento diario le ha valido superar importantes registros, siendo actualmente recordman de Canarias en los 100 metros lisos M+90 con una marca que ya quisieran algunos con unas décadas menos: 23,18 segundos. «De hecho, el otro día me regalaron una camiseta con la marca que hice», recuerda con orgullo aunque confiesa que corrió «pero no pensaba que iba a hacer el registro que hice».

Esta dinámica deportiva la compagina con los cuidados a su mujer, «que en estos momentos está enferma. Una chica la cuida por la mañana para poder ir a entrenar. Por la tarde no puedo, porque me quedo con ella. Me quedo encerrado aquí y no puedo salir ni para echarme unos vinos (risas)».

«Estoy en el equipo del Realejo-Puerto Cruz, pero yo jugué al fútbol, también contra el Tenerife al que alguna vez le ganamos. Luego tuve que dejarlo porque tuve una lesión en una de las rodillas y no me quisieron operar. Ahí me retiré», señala mientras recuerda que fue «uno de los fundadores de la Unión Deportiva Realejos tras la fusión con el Español del Realejo. Era extremo derecho y era titular hasta que me lesioné. Eso es así».

No obstante, cuando pudo doblar la rodilla «me dediqué a correr por las calles... La gente me decía que lo único que quería era presumir, pero no. No hacía caso a nadie. Lo hacía por mantenerme en forma porque no existía el atletismo en esta zona».

Confiesa que una vez recuperado escogió las carreras cortas porque «quería terminar pronto en las competiciones y por eso me metí en los 100 y 200 metros lisos», apunta para añadir que hace unos meses le pusieron prótesis en sus maltrechas rodillas y aún así, sigue dando batalla e nlas carreras de veteranos.

«Ahora me siento mucho mejor, antes tenía las piernas arqueada, a veces con mucho dolor , pero en tres meses me operaron las dos rodillas y los ojos (cataratas). Corro los 100, pero ya he dejado los 200 porque me muelo mucho al correrlos, dijo.

Orgulloso, pone sobre la mesa que ostenta el récord de Canarias en los 100 metros lisos, algo que quiso poner en valor la Federación insular por ser un ejemplo deportivo y de vida para el atletismo en todos los sentidos.

Evita dar lecciones a nadie, pero no esconde que siempre da consejo a los más jóvenes para que corran las distancias cortas porque «terminan antes» señala entre risas. «Solo digo que hagan velocidad, terminas más pronto y corres más distancias, con lo que es mucho más divertido. Eso se lo digo a los chicos, son muy bonitas y terminas rápido».

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