El BM Salud Tenerife se despidió ayer de la Liga Guerreras Iberdrola después de tres temporadas seguidas en la élite femenina del balonmano. El cuadro insular cayó derrotado, pero con honores, en su último choque celebrado en La Salud (23-34) ante Mecalia Atlético Guardés, en un partido con dos partes completamente diferenciadas.

Vendió cara su derrota el Salud Tenerife, que peleó todo el partido por darse una última alegría en la máxima categoría. Las insulares jugaron de tú a tú en el primer tiempo ante las gallegas, que llegaron a La Salud con la necesidad de sumar al menos un punto para clasificarse por décima campaña consecutiva para Europa.

Así, las gallegas se fueron al descanso por delante, y llevando la iniciativa en el marcador en todo momento, pero con un Salud muy intenso y metido en partido después de esos 30 primeros minutos (13-16).

Pero la tormenta en contra de las tinerfeñas se desató con posterioridad. Ya dentro de los primeros cinco minutos del segundo tiempo las pontevedresas pusieron sobre el parqué santacrucero otra marcha más y de los tres goles de diferencia que lucían al intermedio, se sumó una diferencia mayor gracias a un 0-5 (13-21) que dejaba sin efecto el buen trabajo de las de Octavio Pérez.

Y nada más pudo hacer el Salud a pesar del buen trabajo en ataque de Ekaterina Lubianaia (5 goles) o María Zaldúa (6 goles en total), que con esta derrota se despedía del conjunto tinerfeño con el sabor agridulce de ser convocada por la selección absoluta y ya con el contrato en la mano con el Rocasa grancanario. Al final, un 23-34 para despedir una temporada para el olvido: solo dos victorias y un empate.