Un punto que evapora definitivamente el sueño europeo. Una igualada teñida de cierta polémica por un posible tanto no concedido a Martín Prieto en la recta final del duelo. Unas tablas que impiden despedir el curso como local con una alegría mayúscula. Pero también un empate más que meritorio el logrado ayer por la UD Granadilla Tenerife frente a la Real Sociedad (1-1) en la última comparecencia del cuadro sureño esta temporada en La Palmera, que vistió para la ocasión sus mejores galas.
Un tempranero tanto de Martín-Prieto (minuto 2) hizo soñar a la familia azul y blanca en una bonita batalla contra un equipo ya clasificado para la Champions League como es la Real Sociedad, que con el empate en esta penúltima jornada garantiza una segunda posición que ha ocupado prácticamente desde el inicio del campeonato. Las donostiarras igualaron poco antes del descanso, y después de una segunda mitad equilibrada, a solo cuatro minutos del final, un tanto anulado a Martín-Prieto, y que pudo subir al marcador tras dar la sensación de rebasar la línea de gol la totalidad del esférico, impidió que cambiara el signo del partido. El reparto de puntos alejadas definitivamente a las isleñas de la tercera plaza (tras la victoria del Atlético de Madrid) e igualmente de la cuarta (a causa del empate del Real Madrid), pero le garantiza al conjunto de Francis Díaz la quinta posición a falta de una jornada para el final de curso.
En la primera jugada de ataque Martín-Prieto sorprendió a Lete con una perfecta vaselina. Fue el arranque soñado a un día de fiesta para la familia azul y blanca. Tras el jarro de agua fría y con el paso de los minutos, el equipo donostiarra trataba de desquitarse del dominio del equipo tinerfeño, que fue a por el segundo sin miramientos. Así, Estella cabeceó fuera a los 26 minutos, en jugada de estrategia, poco después de las intentonas de Claire y Pisco. Pero el 2-0 no llegó. Sí se produjo el empate: Mirari igualaría el encuentro a tres minutos del descanso.
Tras la reanudación y con las fuerzas igualadas, Koko daba frescura en ataque a unas motivadas guerreras, todavía con media hora de juego por delante. Las isleñas siguieron buscando meta rival, y cuando transcurrían 70 minutos Martín-Prieto pudo poner de nuevo por delante a las locales con un disparo cruzado. Fue poco después de una doble ocasión visitante y con Noelia Ramos como protagonista bajo palos. A 15 minutos para el final, de nuevo Ramos evitaba el segundo tanto realista y provocaba la ovación de una afición entregada, que soñaba con la victoria local.
En el minuto 86 Martín-Prieto anotaba un tanto que no sería concedido por el trío arbitral al entender que el esférico no había rebasado totalmente la línea de gol. Grada y equipo celebraban, aunque de manera estéril, un gol que pudo significar la victoria número 100 de las guerreras en la élite. El tanto, sin embargo, no subió al marcador. Ya sin la presión de poder mejorar en la clasificación, las de Francis Díaz tratarán de poner la guinda a una histórica y excelsa temporada regular, con su visita al Levante UD en Buñol.
Francis Díaz: «Estoy muy orgulloso con el trabajo de las mías»
Satisfecho por el trabajo de su equipo, pero molesto con algunas situaciones vividas dentro del campo. Así se mostró el técnico Francis Díaz tras el partido de ayer. «Me quedo con las mías. Creo que no ha habido rival, solo un equipo que ha dominado casi todos los registros y prácticamente no ha dejado respirar a un conjunto que tiene unos números que no vamos a descubrir. Estoy orgullosísimo de las chicas y de su trabajo. Seguiremos trabajando para esa competición diseñada solo para las mejores; y nosotras vamos a estar ahí», afirmó el preparador isleño, hablando también sobre el objetivo de una futura clasificación para la Champions.
Pero como en otros encuentros, Díaz no ha acabado nada contento por el trato arbitral. «Hemos peleado con todos los mejores equipos de la categoría y nadie nos ha pasado por arriba, pero hay cosas que no se pueden dominar. No me refiero a las acciones sino a las formas en las que se dirigen a unos y otros, y este club se ha ganado que se le respete como se hace con otros equipos. Lo que ha ocurrido me deja triste porque así será difícil crecer en el fútbol femenino. Solo pido un trato equitativo para unos y para otros», argumentó Díaz. «Trabajaremos para competir a un gran nivel contra el Levante y luego en la Final Four de la Copa», concluyó.