Tiempos felices para María José Pérez González. La goleadora y jugadora más reconocida de la UDG Tenerife asegura que han pasado «de no tener nada, a tenerlo todo»; y así mantienen vivo el sueño de clasificarse para las competiciones europeas. Cada vez se habla más de la pichichi blanquiazul, que ha vivido este deporte cuando las categorías femeninas eran todavía anónimas y también ahora que están en el centro del foco.
Veterana pero resolutiva, María José asevera que «la edad es solo un número», si bien admite que debe cuidarse cada vez más para mantener el pulso a las nuevas generaciones. «Para mí evidentemente supone un esfuerzo grande mantenerme al nivel de las niñas que vienen pisando fuerte. Lo hago cuidándome nutricionalmente, midiendo mis descansos y ocupándome de mi preparación física al milímetro», relata.
En sus años en la élite, subraya que «el fútbol ha cambiado muchísimo, sobre todo el ritmo de juego y el nivel de todos los equipos». Pérez detecta que «cualquiera te puede hacer daño, pero el Granadilla también puede con cualquiera». Celebra la delantera que «esa competitividad haya llevado a la liga española a ser de las mejores», con el gran acicate de que hay que competir con un equipo superlativo.
«Claro está que tenemos al principal referente de Europa y quizá del mundo, como es el Barça, pero todas peleamos por alcanzarles algún día», afirma María José. Prima del también ariete del Leicester Ayoze Pérez, cree que «es una suerte» que se tengan cerca uno a la otra. «Cada semana hablamos, intercambiamos opiniones y nos aconsejamos. Si le va bien a él, me va bien a mí: es cuestión de familia», remarca.
Y justo en el momento más feliz de la historia del club, empatadas a puntos con Atlético y Real Madrid, verbaliza que ha vivido en primera persona una transformación radical. Que por supuesto bendice y celebra. «De no tener nada hemos pasado a tenerlo todo: gimnasio, nutricionista... y la esencia de un vestuario unido. Lo que no se ha perdido es que somos una gran familia», sentencia.
El Madrid gana en el último minuto
Triple empate por la última plaza europea. El Real Madrid ganó ayer in extremis al Rayo Vallecano (0-1) y se sitúa con idéntica puntuación a la de Atlético y Granadilla. Ahora, las de Francis Díaz son quintas y ya piensan en su duelo venidero con el Athletic Club. «Un rival que siempre se comporta bien en su feudo», sintetiza el técnico de las blanquiazules. En cuanto al partido del Madrid, ayer sufrió lo indecible frente a un equipo presuntamente asequible. Tuvo que ser una de las jugadoras de refresco, Olga, la que desniveló la balanza con un gol en el último suspiro (89’) en un duelo igualado.
