eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pedro Rodríguez Futbolista del Lazio y campeón del mundo con la selección española

«Nunca pensé en el dinero, solo en jugar y pasármelo bien»

«Lo económico nunca sería un impedimento para acabar mi carrera en el Tenerife; es algo que no podría salir mal», afirma el futbolista del Lazio y campeón del mundo con la selección española

Pedro Rodríguez, jugador de fútbol tinerfeño.

Uno de los 23 héroes que trajeron la Copa del Mundo a España en 2010, hace ya más de una década, se sincera en una entrevista sobre su presente en la Lazio y su incierto futuro. Verbaliza que le haría «mucha ilusión» acabar en Tenerife, donde todo empezó. Pero también que sus hijos ansían que se retire. Palabra de Pedro, un referente.

¿En qué momento se encuentra la carrera de Pedro en la actualidad?

Este año ha sido movido al principio pero luego he disfrutado mucho desde mi llegada a la Lazio. Estoy muy feliz, aunque de momento no estemos cerca de los objetivos colectivos. Uno de ellos era acabar entre los cuatro primeros, algo que está muy complicado ahora mismo.

Cuando echa la vista atrás, ¿percibe que está en un momento de su carrera muy diferente a los anteriores? ¿Nota que ha dejado de estar en la primera línea del escaparate?

Es obvio que no es lo del principio. Evidentemente mi carrera ha cambiado mucho. Empecé en el Barça, consiguiendo muchos títulos en una etapa brillante y coincidiendo con jugadores que marcaron una época: Xavi, Iniesta, Messi, Puyol... Y conseguí un Mundial, en el que sin duda fue el gran acontecimiento de mi carrera. Eso hacía que estuviese un poco en el centro del foco. Pero los momentos pasan. Salí del Barça y cambió un poco la repercusión, una vez que llegué al Chelsea. Ahora en Italia también es todo distinto; cada época es diferente a la anterior. Lo importante es disfrutar del deporte y aprender de las experiencias. En ese sentido estoy muy contento de haber competido en tres campeonatos diferentes, tres sitios distintos con sus idiomas, su cultura, su forma de ser...

«Con el paso del tiempo le das más valor a lo conseguido y lo ves con una mayor perspectiva»

decoration

¿Y de qué se siente más orgulloso? ¿Tal vez de saberse querido y apreciado por los demás?

En eso he tenido mucha suerte. Va un poco en la personalidad. Y yo he notado a la gente muy cerca, he percibido ese cariño que para mí es lo más satisfactorio. Eso, y también el legado que dejamos con la Fundación. Sin olvidarme del privilegio que para mí ha sido jugar junto a leyendas del fútbol como Messi. Con el paso del tiempo le das más valor a lo conseguido y lo ves con mayor perspectiva. Para mí es muy curioso cruzarme con nuevos compañeros y que me recuerden todo lo que logré: el Mundial, las Champions, los partidos jugados... Estoy orgulloso del respeto de los demás pero sobre todo del cariño de los aficionados, a los que doy las gracias por la amabilidad que siempre han tenido conmigo. Como no puedo agradecerlo persona a persona, trato de ofrecer a los demás el mejor ejemplo posible. Si pudiese dar un consejo a las nuevas generaciones, les diría que nunca se alejen de la gente.

Y en casa, ¿qué le preguntan sus hijos?

A veces tengo la sensación de que no se enteran de mucho. Sí se dan cuenta de que te piden autógrafos por la calle o fotos cuando voy a llevarlos al colegio. Pero quizás porque ya no estás tanto en la actualidad, me preguntan más por los jugadores de ahora que por mis recuerdos. Me hablan de Mbappé, de Haaland... Pero seguro que en el futuro les pondremos vídeos y verán lo que hizo su padre. Y supongo que para ellos será un orgullo.

Pedro Rodríguez durante una jugada con el Lazio.

Volvamos al pasado. ¿En qué momento percibe usted que le ha cambiado la vida?

Hay un momento en la vida del futbolista que supone un cambio para siempre. Y ese momento para mí fue el del debut con el Barcelona. Empecé a ser conocido, tanto en la Isla como en todo el país; y ese día sí marca un antes y un después. Para mí fue la culminación del trabajo; y fue dejar de ser un desconocido. Ya una vez debutas en un Barça o en un Madrid, la trascendencia es total por lo que uno hace. El impacto es tremendo, hasta un punto que no te puedes imaginar. Ya es ir por la calle y que te paren a cada momento. Un poco lo que le puede estar pasando a Pedri en estos momentos.

¿Qué recuerda del día de su estreno?

Me tocó sustituir a un referente como Samuel Etoo. Ese día fue de vértigo. Yo era un manojo de nervios que no sabía ni cómo llevarlos. La primera llamada que recibo es de Guardiola, que me dice: tienes que reemplazar a Ezquerro, que está con gastroenteritis. Me lo dijo por la mañana, que habíamos ido a entrenar. Lo primero que hice fue llamar a mi casa y recuerdo que reunieron a todos los amigos en Abades ante la ilusión o la esperanza de que tuviese minutos. Yo no lo tenía muy claro, pero sí, ese día debuté con el primer equipo del Barcelona.

¿Qué vino después?

La consolidación, los títulos, marcar goles decisivos... Hay uno que recuerdo de forma muy especial. El de la Supercopa Europea, al Shakhtar.

¿Se siente identificado con Pedri al verlo entrar con toda la humildad e incluso con rubor en la constelación de estrellas del Barcelona?

Es muy fuerte, muy fuerte. Uno intenta describirlo con palabras pero es algo para vivirlo: entrar en un vestuario lleno de estrellas, casi sin hablar, en silencio... Yo veía a Ronaldinho, Henry, Xavi, Etoo. Una locura. Además, cuando juegas en un Barça, el impacto de lo que estás haciendo es colosal. Y al final, es difícil incluso que te salgan las cosas del todo bien hasta que logras asentarte del todo. Tenía enfrente a algunos jugadores que habían sido espejo para mí a lo largo de toda mi infancia. Estaba seguro que marcarían una época.

El jugador tinerfeño Pedro Rodríguez.

Y usted puede presumir de que fue uno de ellos. ¿Cuándo se dio cuenta de que podría codearse con los Messi, Iniesta, Xavi y compañía?

Eso te lo da tiempo, tu rendimiento. Por muchos años que lleves, si no has hecho un buen papel en las grandes citas, te vas fuera o no te consolidas. Yo sentía que ellos confiaban en mí en el campo; y desde el primer momento no tuve ningún problema para que todo fuera rodado. Ahí fue imprescindible el rol de Guardiola. Además, había muchos jugadores españoles, que tenían mucho peso. Empezando por Puyol, que lo hacía todo muy fácil. Por eso establezco un paralelismo muy grande con el Barça actual, el de ahora. Ha llegado un Xavi que sabe cómo puede motivar a los jóvenes, que conoce la filosofía y el ADN Barça. Por lo que voy viendo y por lo que me comentan Jordi Alba o Busquets, está siguiendo muy bien ese modelo. Y yo, encantado de que ahí haya una bandera canaria y nuestra como es Pedri. Ojalá pueda vivir momentos importantes, como ganar una liga o un título europeo. Seguramente lo va a conseguir.

Es obvio decir que ser futbolista profesional le cambió la vida. ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de ser una gran estrella?

Hombre, el salario es importante porque puedes ayudar a tu familia y a amigos que lo están pasando mal. Eso es importante para cualquier persona, supongo. Al final cualquier profesional busca el mejor trabajo posible para vivir de la manera posible. Pero si te digo la verdad, yo cuando empecé a jugar no pensaba en el dinero. Tampoco creo que ningún joven esté pensando en ganar millones o en vivir bien. Yo solo pensaba en pasármelo vivir y disfrutar experiencias. Por ejemplo, la de jugar junto a Leo Messi. Es que vengo aquí a la Lazio y hay muchos compañeros que alucinan cuando se los cuento. Eso es algo más bonito que ganar el dinero, que evidentemente es una parte importante para vivir mejor.

¿Y qué es lo peor de ser futbolista?

Haces muchos sacrificios. Tienes que entrenar, trabajar y cuidarte a un nivel altísimo para poder rendir al 100%. Si no lo haces, te pasa otro jugador por delante. Es que estamos hablando de superclubes y superproyectos, que invierten mucho para traer superestrellas. Incluso a veces con intereses económicos que trascienden los deportivos. Entonces, tienes que rendir. Si no, estás fuera.

«Mi idea es acabar en el Lazio el año que me queda y luego pensar bien qué hacer, porque mis niños ya me piden que lo vaya dejando»

decoration

Y ahí cualquier detalle cuenta. Desde una palabra hasta el más mínimo gesto.

Claro, eso es la parte negativa. Pierdes toda privacidad. Juegas a las palas en la playa y te están sacando un vídeo; quieres quedarte un par de horas en un sitio y tampoco puedes; haces un plan con los amigos y resulta que tampoco es posible porque... Bueno, quizá haya gente a la que esto pueda afectarle, pero yo siempre lo he llevado bien. Eso sí, tienes que poner buena cara a cualquier momento, incluso cuando no tienes un buen día o cuando tienes problemas en casa. Y eso posiblemente sea lo más difícil. A lo mejor vas y dices una cosa que piensas, y... Bueno, hay que saber manejarlo todo. Pero es un trabajo muy satisfactorio, corto en el tiempo y que tienes que disfrutar a cada paso y a cada momento.

Hay mucha gente que sigue preguntándose si nunca estuvo cerca de llegar al CD Tenerife. ¿Nunca fueron a buscarle?

Sí recuerdo una vez, no sé si en edad infantil o cadete, que mi entrenador Iván Rodríguez me comentó alguna cosa. Me dijeron que estaban interesados pero yo lo tenía complicado porque vivía en Abades y mis padres trabajaban mucho, así que no podían llevarme a entrenar. Eso y que con los compañeros del Raqui me llevaba muy bien, y tiraban para que me quedara. También sucedió que a otros chicos que se llevaban les daban facilidades para el transporte, cosa que a mí no. El caso es me quedé y me fue bien. Uno nunca sabe lo que te puede deparar el futuro y en mi destino fue clave no irme, porque fui a jugar con la selección del sur a Adeje, y así fue como me vio el Barcelona.

Aquí en la Isla siguen preguntándose si será posible que acabe su carrera de blanquiazul.

Lo he explicado mil veces. Si fuera al Tenerife sería por un sentimiento deportivo y por el deseo de querer acabar en la isla de la que yo soy. Siempre me han tratado con cariño y sería precioso ir. El problema es una situación personal que yo estoy viviendo; son siete años desde que me separé y estoy haciendo grandes esfuerzos por estar cerca de los niños. Aún estando a solo una hora y media de avión, para mí es complicado. Y ellos me insisten mucho: ‘papi, ¿por qué no te desapuntas del fútbol?’ Es complicado por eso, no por ningún otro motivo.

«Identifico mucho el proyecto de Xavi con el Barça de Guardiola»

decoration

¿Cuánto tiempo le queda a su carrera?

El fútbol te da opción a estirar tu carrera como entrenador, agente, comentarista... Pero mi idea es acabar aquí el año que me queda y luego pensar bien qué hacer. Son momentos, son etapas. Y en este deporte tienes que estar muy concentrado y muy metido en lo que estás haciendo para competir a un nivel óptimo. Si no, es difícil. Los años van pasando, ya tengo 35 años y acabaré contrato con 36. Ya será difícil competir en la élite, pero no sé qué va a pasar. Estoy en un momento donde me duele perderme cosas que le pasan a mis hijos: no verles marcar un gol, no irles cada día a buscarles al cole... Cada vez pienso más qué voy a hacer: si seguir jugando o no hacerlo.

Vuelvo a la hipótesis de que pueda jugar algún día en su isla. ¿Qué haría falta para que pueda cumplir esa aspiración?

Hombre, para mí sería espectacular. Siempre lo he dicho: he notado mucho cariño en la Isla y lo he percibido en todos los sitios que voy, incluso cuando me encuentro con un canario en el extranjero. Esa alegría, esa satisfacción de ver que eres un orgullo para mucha gente para mí es increíble. Y yo siempre lo he dicho: la gente a veces no sabe que hay muchos primos míos y otros familiares que nunca me han visto jugar en un estadio. Entonces, claro que me haría ilusión.

¿Qué tendría que hacer el Tenerife para convencerle?

Al final ya no estaríamos hablando de una cuestión económica, eso no sería impedimento. A mí me gustaría vivir el momento y la experiencia delante de mi gente. Sería increíble. Es algo que no podría salir mal, por muy mal que me fuesen las cosas estoy seguro de que no me iría mal. Cuando tienes el cariño de tanta gente detrás... eso es lo más importante.

De hecho, Silva alguna vez sí ha verbalizado su deseo de acabar en la Unión Deportiva.

Cuando lo hablé en su día con David, él me dijo que evidentemente tenía ese sueño de acabar allá y seguramente lo va a cumplir, no tengo dudas. Pero se fue a San Sebastián y me sorprendió en el momento, la verdad. Creí que se iría al extranjero a probar alguna experiencia nueva pero decidió quedarse en España y le ha ido perfectamente. Así que ojalá los dos podamos vivir ese sueño que siempre hemos tenido, de acabar en casa.

Juntos hicieron historia al ser los dos únicos canarios que han ganado un Mundial.

Para mí ha sido el máximo de mi carrera. Me acuerdo de todo. Del día de antes, que con mi hermano, mis padres, mis amigos... y no nos lo creíamos. De hecho, intentamos imaginarnos cómo sería si ganábamos. Fue un momento de muchos nervios. En mi cabeza siempre estaba el pensamiento de que no llegaba la hora. No había quien aguantase la espera. Recuerdo que en la siesta no dormí nada. Cuando me levanté, ni te imaginas cuántos mensajes tenía. Pero me acuerdo de todo: desde el gol de Vicente al pasillo antes de salir, la parada de Casillas y por supuesto el mágico gol de Andrés. Hasta vino Rafa Nadal al vestuario a felicitarnos.

Un museo en Tenerife

Pedro Rodríguez tiene muchos planes en el marco de la Fundación que lleva su nombre. Uno de ellos, constituir un museo para compartir con los aficionados tinerfeños su larga colección de éxitos. De la Copa del Mundo que conquistaron en Sudáfrica, cuenta que mandó a hacerse una réplica, que por supuesto conserva. Igual que todas las elásticas que intercambió con compañeros y rivales. «Tengo muchas camisetas y el otro día empezaba a pensar: ¿y dónde estarán? Guardo con mucho cariño una de las últimas con la selección española porque jugué con el 9. O la del debut, con la 33 de Pedrito, que esa es única. Tenía otra, que le regalé a una persona que ya no está con nosotros. Camisas interesantes y bonitas tengo unas cuantas, yo diría incluso míticas. Una de Raúl, que recuerdo que me deseó mucha suerte y que tuviera una carrera exitosa. También las de Ronaldinho, Ibrahimovic, la de Puyol que es de la final del Mundial...», enumera el de Abades. Y por supuesto habla de Pedri, con quien tantas veces se le compara por lo fulgurante de sus trayectorias. Comparten nombre, precocidad y barcelonismo. «Somos diferentes, tenemos características distintas, pero también semejanzas. Siendo muy joven, Pedri ya es casi imprescindible. Ojalá viva más experiencias y más éxitos que yo. Le veo muy sereno, pero muy competitivo», radiografía. «Y no es exagerado decir que él es el futuro, porque ya se está viendo», completa. Aunque entiende precipitadas ciertas comparaciones.

Compartir el artículo

stats