Una ráfaga de viento mientras circulaba a gran velocidad dentro del Parque Nacional del Teide ha provocado la caída, y a su vez una grave lesión de Alexey Lutsenko, uno de los jefe de filas del Astana, que se encontraba concentrado en Tenerife preparando las clásicas de primavera.
El infortunio para el ciclista kazajo se produjo este pasado sábado día 26, cuando en la parte final de su entrenamiento, junto a su compañero Samuele Battistella, y tras trazar una curva a derecha, Lutsenko perdió el control de su bicicleta, yéndose al suelo, impactando en él con la parte izquierda de su cuerpo e, incluso, siendo arrollado por su acompañante. Pese a que en un principio Alexey se dolió de su cadera, finalmente la peor parte se la llevaron su clavícula y hombro izquierdos, ambos facturados.
Atendido por miembros de la Cruz Roja, Lutsenko fue trasladado a un centro hospitalario, donde se confirmó su lesión. Ya el domingo el corredor del Astana fue dado de alta y viajó hasta Bélgica, donde ha sido intervenido quirúrgicamente.
Lutsenko, un habitual estos últimos años de Tenerife (tanto para sus entrenamientos como para sus vacaciones, hasta el punto de que pasó en la Isla, y con su familia, el ultimo fin de año), quiso tener un detalle con los sanitarios que le auxiliaron en un primer momento, a los que regaló un maillot de su equipo.
"Es el ciclismo, a veces te caes, a veces ganas. Como resultado, una clavícula rota. Es una pena perderse carreras importantes otra vez. Estoy seguro que volveré más fuerte", ha publicado Alexey, que se perderá todas las clásicas de primavera (entre ellas el Tour de Flandes), uno de sus grandes objetivos de la temporada. "Realmente estaba siendo un día sencillo, paramos a tomar café y estábamos contentos con el tiempo... hasta que una fuerte racha de viento le hizo caer. Estoy seguro de que volverá más fuerte", ha publicado también en sus redes Samuel Battistella.
Si su recuperación marcha en los plazos adecuados, Lutsenko debería llegar a tiempo para liderar al Astana en el Tour de Francia, prueba en la que el año pasado ya logró un sorprendente séptimo puesto. Una mejora como vueltómano y un progreso en las cronos, como el propio corredor ha reconocido, que tienen mucho que ver con sus trabajos en el Teide, en especial con la 'cabra' de contrarreloj.
