El árbitro del encuentro UD Palo Blanco-CD Portezuelo de Tegueste, perteneciente a Primera Regional y celebrado en el campo de fútbol de El Cercado (Los Realejos), decidió el miércoles por la noche la suspensión del partido debido a que una de sus asistentes de la banda estaba recibiendo persistentes y muy graves insultos machistas protagonizados por una parte de la grada.

En especial por uno de los espectadores que a pie de campo insistía en su actitud agresiva, tanto, que fue recriminado por otra parte de los seguidores locales que presenciaban el choque a unos metros de él, pidiéndole al trencilla que interviniera, tal y como se puede comprobar en uno de los vídeos caseros grabados por aficionados que se encontraban en la grada realejera.

No fue hasta el descanso cuando la joven linier comunicaba al árbitro Gonzalo Rodríguez Machado la situación de angustia que le había perseguido durante toda la primera parte y la presión que se había ejercido sobre ella. Y Gonzalo no lo dudó, llamó al delegado de campo y decidió suspender el encuentro cuando en el marcador reflejaba un 0-1 a favor de los teguesteros. El resultado, por supuesto, era lo de menos en ese momento.

Y es que durante más de la mitad del primer periodo la asistente, llamada Laura, aguantó estoicamente la cantidad de insultos que le llegaban, pero lo peor de todo estaba todavía por llegar porque durante unos momentos uno de los aficionados se acercó a ella y la acosó con una actitud machista sobre la línea del campo de juego. Eso le obligaba a seguir el partido dentro del campo por temor a lo que estaba escuchando y sintiendo.

Fue el momento en el que parte de la grada empezó a reprochar al aficionado lo que estaba haciendo. «Deja a la chica», «Árbitro», «Muchacho, déjala»... Son parte de los comentarios audibles de los presentes que sí reprobaban la actitud del agresivo espectador mientras transcurrían los minutos del encuentro entre realejeros y teguesteros antes del descanso.

Pero el que sí se impuso fue Gonzalo Rodríguez y su impronta innegociable de ‘tolerancia cero’ ante actitudes de índole machista como las que se vivieron en el campo del Cercado.

Relataba ayer que la asistente, una vez que había terminado la primera parte se le acercó «con los ojos llorosos diciéndome que había recibido varios insultos desde la grada, sobre todo, de corte machista», momento en el que advirtió de la incidencia al delegado de campo, dijo en declaraciones realizadas al programa deportivo de Radio Club Tenerife.

Reconoció que de cierta forma «estamos habituados a insultos, aunque no debería ser así. Pero esos improperios ya habían sobrepasado el nivel de lo permitido, bajo mi punto de vista. Pero no fue solo un espectador, sino que habían varios» que mantenían esa dinámica de insultos.

«A veces estamos expuestos a insultos en general, pero fue una constante a lo largo de todo el partido. Ayer (por el miércoles) mi compañera estaba mal, sobre todo en el descanso del partido. Ya luego hoy (por ayer) estaba un poquito mejor», explicó Gonzalo cuando se le preguntó por su compañera tras sufrir las incidencias que han transcendido a la opinión pública.

Lo que sí quiso dejar claro el árbitro es que «mientras yo sea el juez de un partido así, no voy a soportar eso en un campo de fútbol. Al final llevamos implícito cierto tipo de cosas, pero hasta un límite», concluyó en sus declaraciones a la SER. 

Apoyo del CITAF

El Comité Insular de Árbitros de Fútbol (CITAF) emitió dos breves comunicados en los que reprobaba los hechos acaecidos en el transcurso del encuentro que disputaban el UD Palo Blanco y el CD Portezuelo en el campo de fútbol del Cercado, en Los Realejos. Sobre ello a través de las redes sociales, el CITAF «muestra su más profundo rechazo ante cualquier hecho violento que se produzca en los terrenos de juego». El comité, asimismo, quiso dejar claro que «mostramos nuestro apoyo a los compañeros que se encontraban dirigiendo el partido y agradecemos su reacción a las personas que se intercedieron para que los incidentes no tuvieran más consecuencias», concluye.