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Voleibol David Martín Presidente del CV Haris Sanaya Libby’s La Laguna

«El Haris es mi sueño, pero no sé si vale la pena tanto sufrimiento»

«Si no hubiéramos tenido dudas en el inicio de la temporada, a lo mejor ahora no seríamos competitivos»

David Martín con la Copa de la Reina. SAN ACOSTA

El éxito de un club ejemplar como el Haris Sanaya Libby’s, tiene una cara menos visible que sirve de soporte para triunfos como el del domingo en la Copa de la Reina y que no va de entrenamientos ni de puntos, sino de gestión. Ahí, David Martín, líder del proyecto desde su nacimiento, compensa las preocupaciones con su amor por el deporte.

Fue campeón de la Copa de la Reina siendo entrenador del Haris en 2017. El domingo repitió como presidente. ¿En qué cargo se vive mejor una final?

Es peor el palco. En banquillo se disfruta más. Al fin y al cabo, ahí te quitas los nervios junto a las jugadoras y tienes la sensación de que puedes controlar el partido. Pero es bonito vivir encuentros de este nivel en ambos escenarios.

¿Esta vez fue tan sencillo como decir que el Sanaya Libby’s era el favorito y cumplió?

La Copa es el torneo del KO, de las emociones, y cualquier punto te puede condicionar para bien o para mal, pero este equipo tiene algo especial:es un barco al que le entra poca agua, tiene bien sellada su cubierta. Con lo que estoy más contento es que, a pesar de haber perdido un set con el IBSA y el Emevé, el equipo nunca bajó el nivel de juego. Eso es muy difícil. Lo suelen tener solo los campeones.

¿Cuál fue el momento más delicado de la competición?

El más importante fue el primer set del primer partido, porque ese es el que te condiciona toda la trayectoria. Si entras bien, tienes más probabilidades de ganar. En la Copa es difícil gestionar las emociones. Da igual la veteranía que puedas tener en tu plantilla. Ante el Sant Cugat, el equipo llegó a tener ciertas dudas, pero sacó el partido adelante y se llenó de seguridad y de confianza. También fue delicado el cuarto set de la final. Íbamos ganando con una ventaja amplia y no es que el equipo se relajara, pero el Emevé sintió que no tenía nada que perder, se soltó y, con el apoyo de su afición, empezó a remontar y a animarse. El ambiente fue espectacular, con unos 1.800 espectadores. Cuando nos vimos 20 a 22, pensamos que las cosas se podían complicar bastante.

La temporada comenzó de manera desconcertante. ¿Llegó a tener dudas?

Es curioso, pero hay veces en las que las derrotas o los problemas deportivos te sirven para corregir y crecer. Si no hubiéramos tenido esas dudas iniciales, a lo mejor el equipo no se hubiera mostrado ahora tan competitivo. En ocasiones, las victorias enmascaran los errores. A veces es necesario perder para poder avanzar. Aunque nos doliera ese comienzo, fue lo mejor que nos pudo pasar para subsanar los defectos.

¿Qué destacaría del grupo?

La clave está en la mezcla de la veteranía y la juventud, así como la unión del vestuario. Eso es más importante que realizar cien horas de trabajo táctico. Es un grupo muy unido. Todas van en una misma dirección y están comprometidas. Las que no participan tanto, están siempre disponibles para un saque, una acción de defensa, un bloqueo... Eso dice mucho.

«Somos deportistas y ambiciosos. En Europa queremos tocar el cielo y llegar a la final de la CEV Challenge Cup»

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El Sanaya Libby’s lidera la Primera Iberdrola y está a un paso de la final de la CEV Challenge Cup. ¿Presiente que no será el único título del curso?

Somos deportistas y ambiciosos, y queremos ganar. Todavía queda mucho para el final de la Liga Iberdrola. Ojalá podamos entrar en el playoff con la ventaja de acceder directamente a las semifinales, siendo primeros o segundos. Y en Europa queremos tocar el cielo, llegar a la final de la CEV.

El club tiene poco más de 10 años de vida. ¿Imaginó que acabaría hablando de estas metas?

Con 27 años me tocó dirigir una Copa de la Reina estando en el Tenerife Marichal. Tras esa temporada, desapareció el club. A partir de ahí fundamos el Haris, pensando que iba a ser un proyecto solo de cantera. A los 37 años y siendo uno de los más jóvenes de la competición, me retiré como entrenador para dedicarme a ser presidente. Ahora, viendo el crecimiento del club, pienso que tomé la decisión correcta, aunque también echo de menos la faceta de entrenador. Me propuse llevar al club a lo más alto y espero que estemos en el inicio de una larga vida de éxitos. Lo importante es perseverar y no obcecarse con los trofeos, sino tratar de estar arriba, no decaer, mantener un proyecto sólido... Al final, creo que los títulos acaban llegando tarde o temprano. Ahora estamos empezando a cosechar los frutos del trabajo que se ha venido realizando desde la estructura interna del club.

¿Cómo se analiza ese éxito desde los despachos?

Venimos del año más difícil, porque el coronavirus ha sido la mejor excusa para poner obstáculos. Psicológicamente, creo que he tocado fondo. He necesitado terapia. La situación me ha afectado en el terreno personal. No sé si vale la pena tanto esfuerzo. Nosotros queremos, pero no sé si vale la pena vivir hipotecados, con deudas, luchando contra impagos e incertidumbre... No sé cuánto aguantaré. Y no es un mensaje victimista;es la realidad. Me está costando mucho.

¿Qué le hace seguir adelante?

Es mi sueño, pero no sé si el precio que tengo que pagar es este sufrimiento, la desidia que recibo por algunas partes... Son horas sin dormir, estrés, cambios de humor... A lo mejor es preferible ser quintos o sextos y dormir bien, estar al día... Gracias a que tengo a ciertas personas que me apoyan, he podido continuar adelante.

Hasta los buenos resultados en Europa pueden traer consigo dificultades económicas...

Deportivamente, el corazón me dice que hay que seguir pasando rondas, pero la cabeza indica todo lo contrario, porque ganar implica meternos en más deudas y no tenemos liquidez. Veo que en la otra provincia le dan patrocinios directos a sus dos equipos de voleibol, mientras que los tinerfeños no hemos recibido nada. Y no hablo de un pleito insular, pero es doloroso ver que me estoy hipotecando con un patrimonio personal que no tengo y que si algún día hay un impago, tendré que asumirlo, porque soy la persona que firma.

¿Quién le gustaría que se implicara más?

No quiero pecar de soberbia, pero creo que somos el equipo femenino de Canarias con mejores resultados en esta temporada. Simplemente, queremos que nos tengan en cuenta. No puede ser que llevemos años de retraso con algunas subvenciones, que sigamos arrastrando problemas con las infraestructuras... Me gustaría poder disfrutar de éxitos como el de la Copa de la Reina como merecemos, pero lo cierto es que lo estamos sufriendo.

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