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Atletismo

Sonia siempre en ‘modo reto’

Sonia Ramos es una atleta con una gran discapacidad visual que no le ha impedido afrontar pruebas extremas como maratones

Sonia Ramos, con su guía Carlos Cabrera, en la pasada edición de la Maratón Internacional de Santa Cruz. E. D.

«He convertido el deporte en mi estilo de vida», una frase categórica de una mujer de armas tomar que continuamente busca conocer sus límites en el mundo deportivo en disciplinas como la maratón, natación, pruebas extreme o el boxeo... Ella es Sonia Ramos (S/C de Tenerife, 1982), una atleta con una gran deficiencia visual que no le ha impedido atacar retos de gran exigencia para demostrar que «cuando queremos, podemos». Buena muestra de ello es que ‘oficialmente’ «soy maratoniana y estoy muy orgullosa de defender los colores del CA Trivalle de Güímar».

Sonia atesora la cuarta mejor marca mundial paraolímpica con discapacidad visual, «el límite de la categoría visual, y me gusta que no se me note, pero es que siempre me veo sometida a los controles para la categoría porque dicen que es imposible que corra a este nivel. Pues sí, lo hago».

La atleta guimarera es una habitual de la Maratón Internacional de Santa Cruz, «de hecho, no he faltado a ninguna de las pruebas que se han celebrado. Me muero si no puedo estar en esta competición de nivel». Esa prueba es solo una más, cierto es que «la más importante», pero siempre busca retos para satisfacer sus ansias de saber cuáles son esos límites.

De hecho, una semana antes del reto santacrucero, «como reto y por entrenar hice la Berseker Xtreme Race de Arico... y quedé en el puesto 11 de la general. No está mal», recuerda con orgullo. La sorpresa le llegó en la maratón de Santa Cruz, «cuando el speaker se chivó de que era la primera personas con discapacidad visual en hacer una carrera de 70 obstáculos ya sea en natación, reptando o suspensión», apuntó entre risas.

Sonia Ramos reconoce que últimamente ha percibido más notoriedad en el mundo del deporte. «Antes era la única persona que corría con esta discapacidad pero este año hubo otro chico que antes solo participaba en las pruebas de la ONCE y no en las integradas. Es importante que la gente se anime y participe».

«Es más, quitaría el significado de deporte adaptado y apostaría por deporte inclusivo. El adaptado es participación por discapacidades y el inclusivo es participar en competición general, pero cada uno en su categoría», afirmó.

Lo que tiene claro es que «he convertido el deporte en mi estilo de vida. Aparte de las maratones, me encanta participar en aguas abiertas, triatlones o carreras con obstáculos y ahora boxeo».

La superación de los límites

Mujer sin complejos, Sonia se muestra orgullosa de abrir paso en el deporte a las personas con alguna discapacidad ya sea visual o física, que a la postre significa una limitación. «Antes, algunos corredores me veían con cierta lástima, sí. Pero ahora mismo no cambio nada. No me estoy marcando límites con mi discapacidad visual y le digo, por no decir una palabrota, que me lo estoy pasando super bien». «Con lo que hago estoy dando visibilidad a todas estas personas que tienen algún tipo de limitación y que intentan superarse día a día», asegura la atleta, que puso en valor que en la última edición del maratón de Santa Cruz «nos dieran un poquito más de visibilidad porque nos tenían escondidos».

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