Si el Batistana Tenerife de Primera Categoría tuviera que definir como fetiche un día concreto de la semana, ese sería, sin duda, el domingo. La fecha elegida en los calendarios para celebrar, dentro de los Campeonatos de España de Conjuntos, las finales por aparatos. Esa cita extra en la que el equipo comandado por Jackeline Batista viene ejerciendo una supremacía casi insultante. Una parte de la competición en la que, desde 2017, no conoce otra cosa que no sea el colgarse el oro. Así, durante cinco temporadas consecutivas. Desde ayer, tras lo sucedido en el Navarra Arena de Pamplona, las isleñas pueden presumir de ser pentacampeonas nacionales.
Tras haber casi abusado en el concurso general y lograr el oro de manera incontestable, el Batistana Tenerife volvió a repetir éxito en la final por aparatos. En su caso con cuerdas y pelotas. «Las chicas estaban muy tranquilas y tenían claro que iban a disfrutar del ejercicio», reconocía anoche su entrenadora sobre un pase, de nuevo, prácticamente redondo. Su nota así lo pone de manifiesto: 27,600 (21,400 en dificultad y 6,200 en ejecución), a solo cinco centésimas del guarismo obtenido en la primera puesta en escena del sábado y que ya dejó más que encarrilada su primera plaza. Los casi tres puntos de ventaja sobre el Cronos murciano (24,700) ayer son el claro ejemplo de la diferencia que en estos momentos separa al cuadro isleño del resto de contendientes en la máxima categoría de la rítmica nacional.
Se repite así la historia de las cuatro temporadas anteriores. Tal y como ocurriera en 2017 (Valladolid) y 2020 (Valencia) a modo de continuación del oro conquistado en el concurso general. Pero también en una situación similar a la vivida por el club tinerfeño en 2018 (Pamplona) y 2019 (Zaragoza), cuando sus componentes se desquitaron a lo grande de sendos bronces en los días previos. En estos cinco casos el Batistana Tenerife ha logrado subir a lo más alto del podio impulsado por el influjo de su líder natural sobre el tapiz, Leticia Batista. La veterana gimnasta sigue siendo la jefa de una rotación en la que Ico Botanz también ha sido fija desde 2017.
El oro logrado por el equipo de Primera tuvo un complemento, la plata de las alevines, que ya habían logrado el título en el concurso general. Esta vez su 19,900 fue superado por el 21,400 del Roquette Benifaio. Las júnior, por su parte, se tuvieron que conformar con una quinta plaza que en absoluto empaña la presea dorada conquistada a mitad de semana.
