El Echeyde recibió ayer al Rubí con la intención de colocarse con 15 puntos y mantenerse en una histórica séptima posición con el pase a la Copa en el bolsillo.
El encuentro empezó como querían los tinerfeños. Dominando y colocándose por delante con un golazo de Borovcic-Kurir. Magriñá y Susak situaron el parcial del primer cuarto en 3-1.
A partir de ahí, el choque entró en un intercambio de golpes en el que de inicio salieron ganando los chicharreros, que encontraron en las vaselinas la mejor forma de hacer daño al guardameta rival: Oriol Albacete, quien fue nombrado MVP del enfrentamiento. 5-2 en el luminoso. Hasta la suerte le sonrió en un nuevo tanto, esta vez de Pablo Díaz, que entró rebotando en un defensor de las catalanes. 6-2 y cuatro goles de renta. Nada mal.
Fue entonces cuando la polémica hizo presencia en la Acidalio con varias expulsiones dudosas que el Rubí aprovechó (6-4).
El tercer capítulo fue clave. El Rubí siguió subiendo como la espuma. Con 7-5 y los tinerfeños recuperando sensaciones, llegó la decisión más polémica. Con Adrián Magriña listo para salir tras cumplir su tiempo de expulsión, el árbitro decidió continuar el juego sin dar entrada al jugador local y dejando a los chicharreros con uno menos durante varios segundos extra. Sacó partido de esta descafeinada situación el Rubí, que se reenganchó al duelo con el segundo tanto de Vasiç (7-6). El Echeyde intentó conectarse de nuevo al choque tras la frustración y enfado, pero no fue posible.
El Rubí aprovechó sus oportunidades para poner las tablas a falta de 8 minutos para el final (8-8).
El último cuarto fue para olvidar para los tinerfeños, que desaprovecharon sus superioridades (mayor número que el contrario) y una ventaja que llegó a ser de 6-2, con un parcial negativo de 2-8 .
