Se le sigue resistiendo el Atlético. En los seis antecedentes en la Isla, las rojiblancias siempre habían sumado. En concreto, con cuatro victorias y dos empates. Ayer añadieron una igualada más a esta racha, un resultado que debe dejar una buena sensación en una UDG Tenerife que trabajó duro para lograr un mejor desenlace e incluso tuvo opciones para alcanzarlo, pero que terminó firmando unas tablas de mucho mérito, después de no poder competir el fin de semana anterior por la suspensión de su encuentro en Villarreal, ante uno de los grandes de la competición y encajando un tempranero tanto.
El duelo se le puso cuesta arriba a las blanquiazules demasiado pronto. En la primera ocasión de las madrileñas, un pase largo fue a parar en el área a la siempre peligrosa Ludmila, que recortó a Gavira y batió a Aline, con la suerte de que el balón rozó la pierna de la defensora y dibujó una trayectoria imposible para la meta brasileña.
Las de Francis Díaz no acusaron el golpe. Al menos, reaccionaron de manera oportuna para evitar que el Atlético aprovechara la ocasión para hacer todavía más daño. Es más, las locales ejecutaron sin dudar el plan de aplicar una presión alta ante la arriesgada salida del balón desde atrás de las rojiblancas. Ahí empezaron a crearle problemas a su rival. En el minuto 13, María José mordió en el área contraria y provocó un error de Aleixandri que no dejó escapar Martín-Prieto para hacerse con el balón y asistir a la atacante santacrucera, quien, con calidad y sangre fría, marcó el empate con una vaselina al altura de muy pocas.
La manera de desestabilizar al Atlético había quedado clara. Las rojiblancas insistieron en iniciar jugadas lejos de la meta contraria y estuvieron cerca de llevarse otro disgusto a modo de gol tinerfeño. De nuevo falló Aleixandri y disparó María José, esta vez con una excelente intervención de Lindahl.
El partido estaba donde quería el Granadilla. Apenas sufría en defensa. Y si lo hacía, se aplicaba para evitar sobresaltos, como cuando la Koko recorrió medio campo para cortar un contragolpe. Ovación para la extenuada marfileña.
Tras el descanso, el partido empezó a abrirse y el Atlético encontró más huecos para ganar terreno. Aline se lució para despejar una falta lateral que se había envenenado. Poco después, Santos se mostró demasiado individualista al colarse por un pasillo central mal defendido por las tinerfeñas.
Las madrileñas atacaban más y mejor, pero el Granadilla seguía atento a los errores de entrega para presionar y montar contragolpes. Natalia protagonizó una de esas acciones, pero su disparo careció de potencia y colocación.
Con las entradas de Frisbie y Thembi, el Atlético agitó su juego ofensivo y dispuso de opciones para volver a coger ventaja, primero con un remate de cabeza de Maitane que neutralizó Aline y luego con una jugada personal de Thembi que no supo definir.
En definitiva, punto valioso y de mérito para la UDG Tenerife.
Díaz: «El plan, a la perfección»
Francis Díaz se mostró satisfecho por la ejecución del plan que había diseñado. «Fue un partido con dos partes diferenciadas. En la primera, seguimos la idea de intentar asfixiar al rival y no dejar que estuviera cómodo, y se consiguió. Tuvimos alguna ocasión aparte del gol, pero no fue así y a partir pagamos el esfuerzo. Estoy orgulloso con el trabajo», afirmó.
