Esfuerzo, dedicación, constancia, sacrificio, la necesidad de tumbar barreras, no rendirse al desaliento... Componentes inherentes a Michelle Alonso. Responsables de que la tinerfeña sea una de las mejores a nivel mundial en la natación paralímpica. Historia de superación que merece ir más allá de títulos internacionales o de un puñado de récords.

La Cara A, una productora de cine independiente «y protagonizado por minorías» se ha propuesto llevar a la gran pantalla un «híbrido entre largometraje y documental, que mezcle la realidad con algo de ficción» y que sirva para «dar a conocer» las interioridades de «un caso único como es el de Michelle Alonso». Así se expresa Alba Calani, la directora de Tokio S.14, la denominación de esta pieza cinematográfica sobre la vida de la Sirenita de Tenerife, que ya ha comenzado a rodarse y que podría ver la luz a finales de 2022.

Calani y su equipo –bajo el soporte técnico de Kikazaru Producciones– se desplazaron hace unas semanas a la Isla para iniciar el rodaje de Tokio S.14. Pese a las limitaciones por la pandemia y que han obligado a que «un equipo que podía haber sido de 15 personas lo compongan solo cuatro», el escenario ha sido «inmejorable». Y es que la directora catalana –apoyada en la Isla por Iván Castiñeiras, director de fotografía y realizador de la pieza audiovisual– se ha topado a la versión más exigente de la Michelle deportista, aquella que se encuentra a las puertas de los que serán sus terceros Juegos Paralímpicos consecutivos.

«Han sido 10 días de rodaje muy duros en la que nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias, porque lo importante era plasmar este momento, ya que le dará mucha veracidad a la película», reconoce Calani, que al igual que el resto de su equipo ha «extremado las precauciones» conocedores de lo que estaba en juego. «Corríamos el riesgo de cancelar la película, pero sobre todo sabíamos que si el riesgo de contagio hubiera sido más grande, a lo mejor se provoca que cinco años de trabajo no hubiesen valido para nada», relata Alba, enormemente agradecida por la predisposición que han mostrado tanto la propia Michelle como su entrenador, José Luis Guadalupe para con «un proyecto que les gustaba mucho».

En la toma de estas primeras imágenes se han grabado una gran cantidad de minutos de Alonso en el agua (tanto en el piscina Acidalio Lorenzo como en la del Real Club Náutico de Tenerife) y en otros enclaves de entrenamiento (gimnasio y preparador físico). Pero también se la ha inmortalizado en algunas localizaciones más, caso del TEA, de la playa de Las Teresitas y hasta dentro del avión que la nadadora isleña tomó este pasado día 5 hasta Barcelona, donde permanecerá concentrada hasta el 19 antes de viajar luego a Tokio. La Sirenita y su entrenador han sido las grandes estrellas hasta la fecha, pero también se ha dado un notable protagonismo a gente cercana a Michelle, caso de su amiga y compañera de equipo, Judit Rolo.

Todo tratando de interferir lo mínimo posible en la puesta a punto de Alonso de cara a la cita nipona, pero a la vez tratando de exprimir «a esa Michelle que hay detrás de la Michelle deportista y pública», e intentando mostrar de forma fehaciente «cómo se ha forjado y construido el modelo Michelle, que es muy inclusivo», señala Calani, que vuelve a insistir en la excepcionalidad del caso. «Es algo único, sobre todo a nivel deportivo, que se gesta por unas condiciones únicas, y por un entrenador y un club, el Midayu, muy especiales», explica la directora. Estos pasos iniciales de Tokio S.14 son los primeros frutos de unas conversaciones que se iniciaron «hace año y medio». «Me puse en contacto con Guada y con ella, y lo hemos ido construyendo de forma conjunta», comenta la directora del largometraje. En esta toma de contacto inicial la intención era «no sacar del foco» a la nadadora, «para que pudiera seguir centrada en Tokio».

Mientras, Michelle trata de llevar con cierta normalidad su nueva faceta de actriz. «Es un poco raro, la verdad», afirma Alonso, «acostumbrada» a que la «graben para los medios de comunicación». «Pero una película es diferente», reitera antes de valorar el hecho en sí. «Estoy muy contenta de que hagan una película sobre mí, y aunque no sé cómo saldrá, espero que a todo el mundo le guste este recorrido hacia Tokio», comenta la deportista isleña, a la que le importa que, con su producción, «se aprecie lo que se trabaja día a día». «Porque la gente ve los resultados y las medallas, pero no el sacrificio por el que paso cada día yendo a la piscina, el gimnasio... y así todos los días durante todo el año. Espero que sepan ver lo que sufre una deportista de élite», expresa la nadadora.

Independientemente de lo que ocurra en la cita nipona, Calani y su equipo volverán a Tenerife en busca de una Michelle diferente. Será en octubre, cuando Alonso haya descomprimido su mente tras este largo periodo de máxima exigencia y pueda centrarse en «experimentar con proyectos diferentes». «Ahí veremos a la Michelle más íntima; la mujer, la chica, la hija, la compañera... Porque a veces pensamos que llegar a estos niveles es fácil y no lo es para nada, y menos en el caso de ella. Queremos que se conozca eso y cómo se ha gestado su binomio con Guada, más todo lo que la rodea», argumenta Calani.

La segunda parte del rodaje incidirá en esa Michelle más distendida, y en su entorno, pero también en la captación de «planos más recreados en zonas como Bajamar y Anaga». «Tenerife tiene paisajes maravillosos y su naturaleza nos puede ayudar a expresar muy bien el esfuerzo físico y emocional que estos deportistas hacen», considera la directora del proyecto. «Pase lo que pase en Tokio será todo más tranquilo que ahora», añade Calani. Suceda lo que suceda en los Juegos y decida lo que decida hacer Michelle con su futuro, la película honrará su denodado esfuerzo de muchos años.

La diferencia entre discapacidades

El rodaje de Tokio S.14 también ha puesto a prueba estos días la capacidad de concentración de José Luis Guadalupe, que igualmente ha visto cómo le ha tocado descubrir su faceta cinematográfica. «Aunque cuando mandan a repetir algún diálogo o situación al final acabes pareciendo un robot», apunta. El técnico de Michelle se congratula de esta apuesta porque la considera «una buena forma de visibilizar y sensibilizar a las personas con discapacidades». Pero ahí es donde Guada pone el punto sobre la i. «No todas las discapacidades intelectuales son iguales, aunque para competir se las mete en el mismo saco por mucho que insistamos», advierte el técnico, que demanda al menos «tres niveles» dentro del S14. «No todas las discapacidades intelectuales están relacionadas con la película Campeones, cuando por ejemplo la de Michelle no entra dentro de esa que vemos ahí. Hay muchas otras personas que son como Michelle, que no se relacionan con las personas, que les cuesta ser expresivos, tener pareja, que se aíslan...», argumenta Guadalupe, que espera que Tokio S.14 «refleje bien» el caso de su pupila.