La Dirección General de Deportes del Gobierno de Canarias tiende la mano a la lucha canaria. El organismo apostará por la creación de un plan especial de rescate de la Lucha Canaria ante las consecuencias de la Covid-19, con el objetivo de ayudar a los clubes tras este periodo de pandemia.

El Estadio de Gran Canaria acogió un cónclave entre Manuel López, director general de Deportes, y los principales regidores de la lucha de las Islas, encabezados por el presidente de la Federación Regional de Lucha, Francisco Rivero Vega. El objetivo principal de esta reunión fue tratar la solicitud por parte de la Federación Regional y de todas las Federaciones Insulares, representadas en la reunión, de una partida extraordinaria para los clubes de Lucha Canaria por la justificada incidencia que ha tenido el Covid-19 en la economía de los conjuntos de todas las Islas Canarias.

Dentro de este plan también se incluyen el costo de la realización de pruebas diagnósticas del virus de manera periódica a los deportistas con el objetivo de limitar la incidencia del virus en el retorno a los terreros. Se valorará también la obligatoriedad del Certificado Covd-19 para participar en las diferentes competiciones.

Además en este momento existe una prohibición específica para las prácticas de lucha continua motivada por la Covid-19. Y aquí hay otro de los quebraderos de cabeza de la Federación Regional: la imposibilidad de contratar una mutualidad que cubriera cualquier incidencia relacionada con los deportistas debido a la precaria situación económica que sufre el ente federativo.

Lo anterior ha generado, como consecuencia, notables reticencias por parte de los patrocinadores privados que han disminuido su apoyo a los clubes ante la inactividad existente, ya que entienden que el resultado de esta inversión podría tener un nulo retorno al no haber competición.

El problema de la base

Por otro lado, cabe destacar que las Federaciones Insulares cifran en un 70% la disminución de sus luchadoras y luchadores en categorías base. Niños y niñas que ante la imposibilidad de practicar este deporte han optado por otras alternativas a lo largo de este curso 2020-2021. La mayoría, dicen, no retornará a la práctica de la lucha.

«Estamos conforme con el acuerdo que hemos alcanzado. Es una buena iniciativa para poder arrancar. Esta ayuda para afrontar los costes de la mutua desahoga a los clubes, que en este momento están asfixiados ante la imposibilidad de competir y que están recibiendo muy pocas aportaciones de empresas privadas», aseguró Enrique Rodríguez, presidente de la Federación de Lucha Canaria de Gran Canaria.