Después de todas las vicisitudes propiciadas por la pandemia, tiene el doble de mérito que hayan llegado hasta Japón el puñado de embajadores isleños que buscarán brillar con luz propia en los Juegos que comienzan oficialmente este viernes con la ceremonia de apertura.

Los canarios de la provincia occidental pueden contarse con los dedos de una mano, pero en todos los casos están sobrados de talento para ofrecer en Tokio su mejor nivel y versión. Hace varios decenios que Francisco Calamita y Jesús Domínguez, ambos nadadores, abrieron el camino y se convirtieron en los primeros tinerfeños en competir en unos Juegos. Fue en los de Londres 1948.

Luego, también la piscina permitió ser olímpico a José Vicente León, quien participó en los 200 mariposa tras certificar su pasaporte para Roma 1960 como deportista del Real Club Victoria de Las Palmas. El relevo de la natación lo tomó el boxeo, disciplina que hizo saborear las mieles olímpicas a Domingo Barreras en Tokio 1964, donde el púgil alcanzó las semifinales de su peso tras un recorrido impoluto hasta las rondas definitivas. Más discreta, pero también meritoria, fue la carrera de Miguel Velázquez, que cayó en la segunda ronda en la capital nipona.

Boxeo y natación volvieron a traer alegrías al deporte isleño en México 1968, donde se estrenaron como olímpicos un gomero (Marcos Chinea) y un palmero (Moisés Fajardo), ambos sobre el ring; al tiempo que Diego Martell Barth Hansen, del Club Náutico, era parte del relevo 4x100 metros libres. Fueron también los Juegos del Tigre Barrios, suplente en los partidos que la selección española de fútbol jugó ante Brasil y Nigeria, pero luego titular en el compromiso que cerró la primera fase ante Japón. Más adelante, en Montreal 1976, se producía el estreno de un tinerfeño en vela, pues Francisco Acevedo acudió como reserva del equipo de regatas español, al tiempo que una lesión frustraba el sueño de Conchita García Rubio, saltadora lagunera del Metropole. También escasa fue la delegación tinerfeña en Moscú 1980, adonde solo viajó el nadador Gustavo Torrijos, en la prueba de 100 metros braza. Tras los Juegos de Los Angeles, sin un solo tinerfeño en el desfile de inauguración, en Seúl sí pudo verse por televisión a la jovencísima Ana Bautista (16 años) como reserva en la competición de gimnasia. El plan ADO y el esfuerzo de las instituciones por que los españoles hicieran un gran papel en Barcelona también trajo consecuencias felices para los deportistas de la Isla. Hasta cuatro acudieron a la Ciudad Condal para defender los colores nacionales: Víctor Baute cayó en la segunda eliminatoria de su peso en boxeo; Juan Carlos Javier firmó una destacada actuación en halterofilia, aunque lejos de los metales; Carlos Santacreu registró una meritoria duodécima posición y Héctor López se volvió a casa con un diploma con el equipo español de voleibol. Más adelante se produciría la participación de Iván Rodríguez Ramallo, que paladeó dos Juegos consecutivos,primero en Sidney y a continuación Atenas. En la capital griega, además, estuvo acompañado de Pestano. Éste último y Javier Hernández Cebrián ya estuvieron en Pekín, misma ciudad donde debutó Rosanna Simón en taekwondo.

Ahora bien, han sido los Juegos más recientes los que han traído mayores alegrías... y las primeras medallas. En Londres firmó una actuación superlativa la selección masculina de baloncesto, con un imperial Sergio Rodríguez en sus filas. En el O2 de la capital británica se colgó una plata memorable tras una final de muchos quilates contra el ‘Dream Team’. Rodríguez participó de los ocho partidos del torneo, con un total de 92 minutos acumulados y 22 puntos. También se llevó un metal a casa la tinerfeña Eli Chávez, si bien no llegó a contabilizar ni un minuto con la selección femenina de balonmano.

Fueron también los Juegos del primer diploma olímpico para Andrés Eduardo Mata Pérez, que se consagró en Londres como un halterófilo de nivel y quilates. Igualmente participaron Hernández Cebrián -fueron sus últimos Juegos, con un meritorio undécimo lugar- y Alicia Cebrián, que firmó un puesto 12 tras codearse algunos días con las mejores de su disciplina, la clase Laser Radial.

La cosecha de éxitos creció en Brasil hace ahora cinco años, con otra medalla para el ‘Chacho’ -bronce tras ganar un agónico encuentro contra Australia en la final de consolación- y otro diploma para Andrés Mata. Entonces, la embajada isleña fue casi tan nutrida como ahora (fueron en total cinco participantes), pues también acudieron a Río el triatleta Vicente Hernández, Eli Chávez en balonmano y Alicia Cebrián en vela, para cerrar por todo lo alto -con otros Juegos- su notable carrera deportiva.