Mediados de julio y Laguna y Yaiza jugándose un ascenso.

Cuando empezó todo, allá por septiembre, sabíamos que iba a ser un año difícil. Afortunadamente, ahora nos vemos jugando este playoff. No es que la temporada haya sido larga, sino que ha tenido muchos parones. Tuvimos que hacer casi tres minipretemporadas. Así es muy difícil mantener la atención y la concentración de los chicos, pero cuando te marcas un objetivo y lo ves ya tan cerca, sacas fuerzas de donde no hay.

¿Es lo que esperaban?

Somos un equipo que subió a Preferente la temporada pasada, después de cuatro años, y el objetivo principal era mantener la categoría. Queríamos consolidarnos y dar otro paso para subir a Tercera en años posteriores, pero nos ha salido todo bien. Hay que reconocer que no se pudo jugar toda la temporada, pero hemos estado ahí y creo que conseguimos el primer puesto por méritos propios. Nunca renunciamos a nada.

¿El desenlace condicionará el proyecto a corto plazo?

Carlos Ariño, que es el mentor, introdujo un cambio de filosofía en el club. Llegó un momento en el que la economía no era muy buena y apostó por gente de la casa, incluyéndome a mí, que era un entrenador que venía del cadete B. Fue una idea de la dirección deportiva y del presidente, y espero que se siga trabajando en esta línea, en Preferente o en Tercera.

Parece un rumbo coherente.

Cada uno marca su línea de trabajo y cada una es respetable. El Laguna no ha pasado unos buenos años en el aspecto económico. Ahora tiene una plantilla hecha a coste cero; no cobra ningún futbolista. Y ahí están los resultados. Esto no quita que el club que tenga dinero y cuente con presupuesto para fichar, lo haga bien. Dentro de la situación que tenía el Laguna, se apostó por la base y está funcionando. Y dentro de la situación económica que tenemos, si se puede conseguir algún patrocinio o hay alguna fuente de ingresos, que repercuta en los chicos.

En teoría, La Laguna lo tiene todo para contar con un equipo en Tercera, como mínimo.

Por instalaciones, población, seguimiento y apoyo, La Laguna merece estar más arriba. Pero son ciclos que hay en la vida, en general. Al Laguna le tocó pasar por un momento no tan bueno y esperamos llevar al equipo a Tercera.

Por lo que dice, está despertando el interés por el equipo.

Durante los años en los que estuvimos en Primera regional, la cosa estuvo un poco más fría. Pero desde que el equipo empezó a moverse en los puestos altos y tuvo la opción de jugar el playoff, tanto las instituciones como la gente nos han apoyado. En la calle nos paran y nos dicen que vamos a subir a Tercera, a recuperar el fútbol en La Laguna. Incluso desde el baloncesto, que es el deporte que más ha importancia está teniendo en La Laguna, con el Canarias. Las peñas nos están animando. También lo están haciendo los veteranos del club. Tanto las instituciones como la gente se están volcando para ayudar y animar, con la ilusión de volver a tener al equipo en una categoría nacional.

Pero sin público en el Peraza en el partido de este sábado.

Son circunstancias que no podemos controlar, pero sí es verdad que se les echa de menos; sobre todo viendo cómo está volcada la afición y la ciudad con nosotros. En los años que llevo en el club, nunca había vivido una situación como esta. La afición y la ciudad están volcadas y muy ilusionadas, y nosotros, gratamente sorprendidos. El fútbol está ahí, el lagunero es muy del Laguna, y del Canarias, y en cuanto hacemos las cosas un poco bien, se ve que se vuelcan.

¿Cómo es su equipo?

Tenemos diez futbolistas de primer año regional. Es un equipo muy joven. La edad media no supera los 21 años. Casi el 75 por ciento ha pasado, al menos, por los juveniles del club. Es una plantilla hecha a base de cantera. Y los que se han incorporado y nunca habían pertenecido al club, son jóvenes a los que conocía por haberme enfrentado a ellos en División de Honor. Esa es la base, juventud y trayectoria en el club.

El Laguna puede presumir de haber sido la cuna de varios jugadores que son profesionales.

Podemos hablar de Omar Mascarell o de Maikel Mesa, por citar a los más recientes. El Laguna siempre se ha caracterizado por tener una buena base. Muchas veces, lo que hace falta es dar confianza y oportunidades, porque cuando se fomenta la proyección de los jóvenes, los resultados acompañan. Ojalá se mantenga así y seamos un club que logre méritos deportivos mirando siempre para la base.

Se juegan el ascenso a ida y vuelta con el Unión Sur Yaiza, el segundo partido será en Lanzarote.... ¿Hay un favorito?

Cuando empieza una eliminatoria, siempre está al 50 por ciento. Es verdad que el Yaiza es un equipo que tiene jugadores con mucha experiencia, y no solo en esta categoría. El partido de vuelta será en su casa y podrán tener el apoyo de su afición, y nosotros no. Pero como siempre le digo a los chicos, el campo es el que manda y vamos a intentar que se igualen todas esas circunstancias. A priori, lo veo al 50 por ciento. En función del resultado del sábado se podría decantar más para un lado. Pero estamos con muchas ganas e ilusión y queremos aprovechar la fortaleza de ser un equipo joven para intentar lograr el ascenso.

¿Qué sensaciones tiene?

Venimos de una semana de parón, pero el equipo está muy metido. Tiene ganas de disputar ya la eliminatoria. Sabe que es el último paso, el definitivo. Al final, es así en el deporte y en la vida: toda la trayectoria de un año de trabajo se refleja en 180 minutos. No sé si será justo o no, pero así será y los chicos lo tienen bastante claro.

¿Le hacen caso a la posibilidad de que acaben subiendo los dos para que la Tercera sea par?

Hay rumores que nos podrían distraer. No queremos tener en cuenta nada de eso, sino saber que si ganamos esta eliminatoria, estaremos en Tercera División sí o sí. Todas esas circunstancias son ajenas al terreno de juego, no dependen ni de los futbolistas ni del cuerpo técnico. Estamos centrados en la eliminatoria, en ganarla en el campo. No queremos que nos afecte todo ese ruido.