Punto de oro para el Laguna, no en términos de deportividad, sino por el botín que supuso el igualar en la prolongación. Una tangana en el ecuador de la segunda parte sacó lo peor de algunos aficionados locales y visitantes. Para la permanencia, Ofra y Laguna tendrán que seguir peleando en el sentido figurado.

Después de no aprovechar las dos balas en el Chano Hernández, el Ofra visitaba el Francisco Peraza con la intención de igualarle a puntos a un Laguna que, con la llegada de Eduardo de León, salió del letargo que había experimentado con Matías Álvarez. Darío Carballo tuvo que reemplazar a Yenebi, lesionado; no obstante, la presencia en la columna vertebral de Anwar y Aguiar, un seguro de vida. En los locales, Puyi también era ausencia por sanción.

El Ofra salió a esperar. Quedaron descolgados a Dani y Tomás. Tras semifallo de la defensa y posterior córner, el morado Iván, en el día de su cumpleaños, marcó de libre directo. El cancerbero Inad le hizo un bonito regalo a su excompañero (24').

A partir del tanto, los de Carballo se rompieron ante un Laguna que no supo ejecutar a un rival frágil. En un balón en largo de los visitantes, el meta Yeray salió tarde y el balón quedó franco para el remate de Dani (1-1). El empate al descanso, una bendición para los verdiblancos.

El dibujo del Ofra cambió en la segunda mitad. Darío cambió la disposición poniendo a cinco en el fondo (5-2-1-2). Alexander pasó a actuar de líbero. El capitán Julio, más desahogado en labores defensivas, se incorporó con criterio al ataque y malogró lo que hubiera supuesto el 1-2.

El tiempo le terminaría por dar la razón a Carballo. El Ofra superaba en todas las líneas a un Laguna sin respuesta. La situación propició el gol de la remontada, que llegó con un córner que se comió Yeray; Ale remató solo en el segundo palo.

Del estallido de la parroquia visitante, a una nueva escena de falta de civismo. Una entrada a destiempo del Ofra causó una tangana entre jugadores. La tensión se extrapoló a las gradas, donde ambas aficiones se dedicaron improperios y algún empujón. Por suerte, la cordura imperó en algunos espectadores para que la situación no pasara a mayores.

Los altercados desembocaron en un tiempo añadido superior a los 12 minutos. En el 93' llegó el gol del empate morado a través de un libre directo ejecutado por Néstor; el bote sobre el maltrecho césped le hizo un extraño a Inad, que no llegó a la pelota. Reparto de puntos entre planteles y de insultos entre aficiones.