Arquitectura

Sede de Presidencia en Tenerife: el emblema de la Canarias del milenio cumple 25 años

Multipremiada y referente en medios internacionales, la inauguración de este edificio marcó el inicio de la renovación urbana de la capital

Almudena Cruz

Almudena Cruz

Santa Cruz de Tenerife

El edificio de la sede de la Presidencia del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife cumple su primer cuarto de siglo.

Presentado oficialmente en mayo e inaugurado en junio de 2000, el inmueble diseñado por el equipo de arquitectos integrado por Fernando Martín Menis, Felipe Artengo Rufino y José María Rodríguez-Pastrana fue concebido para alzarse como una representación perdurable de Canarias: un testigo de hormigón armado que festejara un Archipiélago que a finales del siglo XX luchaba por proyectarse como región orgullosa de su tradición y cultura pero dispuesta a entrar en el nuevo milenio por la puerta grande.

Detalle del patio de la Casa Hamilton, uno de los tesoros del inmueble.

Detalle del patio de la Casa Hamilton, uno de los tesoros del inmueble. / Andrés Gutiérrez

Una ciudad que quería renovarse

Al tiempo, su construcción fue uno de los primeros pasos de la renovación urbana de la capital tinerfeña, que comenzaba a abrirse hacia el puerto y a recuperar la olvidada zona de Cabo Llanos.

Desde 2000, el edificio de Presidencia se ha convertido en un vecino más de los chicharreros. Es un conocido por su fachada e imponente presencia pero la deuda pendiente –y desde el Gobierno de Canarias son conscientes– es que su interior sea un espacio abierto a la ciudad. Por este motivo, el Ejecutivo prepara un programa de conmemoraciones por este 25 aniversario que tendrán lugar en octubre y que pretenden dar a conocer la infinidad de detalles artísticos y arquitectónicos que atesora en su interior. 

Dulce Xerach, escritora y experta en patrimonio, está entre las personas que formarán parte de su organización. «Haremos jornadas de puertas abiertas e intentaremos repetir lo que se hizo cuando se abrió: conciertos en el patio y visitas guiadas», adelantó. Además, recordó que desde ahora el cambio de ubicación del rastro facilitará su visita durante los fines de semana.

La singularidad de sus formas y materiales –piedra, hormigón y madera– no ha pasado inadvertida. Desde que se levantó imponente casi en el mismo lugar donde Alonso Fernández de Lugo fundó la ciudad en 1494, esta innovadora construcción ha recibido infinidad de premios y referencias internacionales. 

Un listado de premios

Ya en 2000, obtuvo un importante galardón en la tercera edición del Premio de Arquitectura y Decoración PAD 2000, el mismo que en la anterior edición le había sido entregado al Museo Guggenheim de Bilbao. El diseño tinerfeño también se hizo con el Premio Manuel de Oraá de ese mismo año y fue seleccionado para el Arsenale en la VIII Bienal de Arquitectura de Venecia de 2002.

El listado de distinciones continuó ampliándose. En 2001, un año después de su entrada en funcionamiento, fue nominado al Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea Mies van der Rohe; en 2003 recibió en Italia el Premio Internazionale Architettura di Pietra y en 2022 fue seleccionado en los Premios de Consejo Superior de Arquitectura de España en la categoría ‘Permanencia’.

En una zona degradada

La construcción de este edificio fue el punto de arranque de la reestructuración urbana de una zona histórica de la ciudad que estaba muy degradada a principios de los 80. La sede de Presidencia ha paseado su perfil por medio mundo gracias a su aparición en publicaciones especializadas de países punteros en el sector como China, Corea o Alemania.

Baches en el camino

No obstante, su construcción tuvo también afrontó sus dificultades. Que Tenerife tuviera una sede Presidencia de la solemnidad que requería el nuevo siglo fue una idea de Jerónimo Saavedra durante su segunda etapa al frente de Canarias. Por ese motivo se lanzó un concurso de ideas que acabaría ganando este equipo de arquitectos locales, unidos bajos las siglas AMP (Artengo, Martín y Pastrana). Esta nueva sede sustituyó al palacete de la Plaza de los Patos. 

Acceso principal al edificio.

Acceso principal al edificio. / Andrés Gutiérrez

Dos quiebras

Durante los nueve años que transcurrieron desde el inicio de las obras hasta que estuvieron finalizadas, quebraron sucesivamente dos de las contratas a las que fueron adjudicadas. Esa circunstancia no solo derivó en retrasos, sino que provocó un importante aumento de los costes: la inversión total de la obra rondó los 1.600 millones de pesetas. Si el encargo lo hizo el Gobierno de Saavedra, el que finalmente lo estrenó fue el presidido por Román Rodríguez. La casualidad hizo que en ese momento ocupara la vicepresidencia el recordado Adán Martín, hermano de uno de los responsables del proyecto.

Menis y el interés de la propuesta

Precisamente, el laureado arquitecto tinerfeño Martín Menis recordó qué fue lo que le atrajo del proyecto. «Era una oportunidad increíble poder dejar en Canarias una huella de nuestro trabajo y que fuera de todos los habitantes del Archipiélago». «Además, las bases del concurso estaban muy bien hechas, teníamos la certeza de que la decisión que tomara el jurado sería la más ecuánime y honesta».

Con Canarias emprendiendo su casi recién estrenada senda democrática y decididos a que la nueva sede de Presidencia fuera patrimonio de todos los isleños, los arquitectos incluyeron materiales llegados desde todos los rincones del Archipiélago. Por eso se empleó piedra procedente de varias de las Islas. «La piedra juega un papel muy especial», reconoció Menis. «La madera fue trabajada por un carpintero de Gran Canaria e incluimos un patio histórico que procedía de la demolición, en 1973, de la santacrucera Casa Hamilton y que alguien cuidadosamente había guardado en pedazos en múltiples cajas numeradas que se conservaban en el antiguo hospital, hoy sede del Museo de la Naturaleza y Arqueología», añadió.

El resultado final es una construcción de casi 6.500 metros cuadrados que tiene desde una biblioteca a un salón de actos. La vivienda privada del Presidente está situada en la cubierta, que además está ajardinada.

La seguridad

La relevancia de la futura sede oficial del presidente canario era tal que los arquitectos pensaron en todo tipo de detalles.Uno de ellos fue su seguridad. «En aquellos años no se daba la importancia, ni siquiera en las bases del concurso, pero nosotros visitamos varias presidencias antes de organizar el diseño del edificio y vimos que la seguridad era algo crucial, así que le añadimos fortaleza y asentamos la arquitectura para que fuera un lugar estable, duradero, en el que se podía confiar ante cualquier emergencia».

El arte de Presidencia

Otro de los detalles más impresionantes es la puerta de acceso, una enorme pieza metálica plagada de símbolos agrícolas firmada por Juan Bordes. Juan Gopar y Pedro González también formaron parte del listado de artistas que completaron, con sus creaciones, las estancias recién estrenadas. 

Los techos de Álamo

Las cubiertas, por ejemplo, fueron obra de Fernando Álamo. Esta semana, casualmente, el artista visitó las instalaciones para ofrecer una visita guiada. «En total, hice los techos de ocho salones », detalló . «Quería dotarlos de cierta carga simbólica que respetara la idea de Canarias y para eso me apoyé en la literatura, en la historia y en algunos de los artistas que nos definían como Néstor, Millares o Guezala», añadió. Para hacer realidad ese cielo de arte que ahora contempla visitas y actos oficiales, Álamo necesitó dos años completos de trabajo.

Faltan mujeres

El arte de la presidencia se completa con una impresionante colección que se ha ido ampliando y que actualmente está integrada por un centenar de piezas creadas por artistas locales e internacionales durante los siglos XX y XXI. «Ahora escogeríamos a artistas mujeres para completar esa colección. Es algo pendiente. Pero en relación a las características arquitectónicas, creo que hemos conseguido que sea atemporal y está muy bien cuidado, eso ya es importante», concluyó, por su parte, el arquitecto Menis.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents