El Museo de Bellas Artes de Santa Cruz pone en valor el patrimonio artístico canario

El Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife ha decidido honrar el talento de los artistas locales y más recientes, y por ello prepara un programa de exposiciones temporales que tendrán como protagonistas a algunas de las obras que forman parte de sus fondos y que, en muchos casos, se mantienen sin exponer. Galarza. Obra oculta es el primer paso de este proyecto, una muestra que podrá visitarse en el Museo de Bellas Artes hasta el 18 de mayo.

Este proyecto busca dar visibilidad a los artistas locales y regionales que se encuentran presentes en la colección del Museo y que, en muchos casos, aunque destacados en el ámbito regional, son menos conocidos fuera del Archipiélago. La responsable del espacio expositivo, Ángela González de Vallejo, expresa que «queremos poner en primer plano a creadores cuya obra forma parte esencial de la historia cultural de las Islas y están en los fondos del museo».

Largo recorrido

Se trata de un trabajo que se viene desarrollando a lo largo de los últimos tres años y que, aunque se estrena ahora con Galarza, encuentra sus antecedentes en algunas anteriores de escultura o en otra centrada en Matías Carta.

‘Galarza. Obra oculta’ es el primer paso del proyecto y se puede visitar hasta el 18 de mayo

En cualquier caso, todas ellas permiten al Museo desarrollar un discurso propio, conectado con su colección, con su contexto y con su comunidad. Es, además, una forma de activar el fondo artístico del espacio, contar nuevas historias, crear conocimiento desde lo local, y fortalecer su identidad como institución viva.

Espacio abierto

El objetivo de esta iniciativa es poder mostrar piezas que han permanecido almacenadas desde hace tiempo sin ser expuestas y poder generar un discurso alrededor de ellas. «Queremos interpretar las piezas desde enfoques actuales, fomentando una mirada contemporánea sobre el pasado artístico del Archipiélago», reflexiona González de Vallejo, quien avanza que «la intención es que cada exposición se articule como una microhistoria que sitúe al artista y su obra dentro del contexto cultural de su época y su influencia en el arte canario local».

El concejal de Cultura santacrucero, Santiago Díaz, recuerda que, en caso de la muestra que inaugura este proyecto, el punto de partida fue la acuarela Dunas de La Graciosa, que el artista regaló al Museo en la década de 1990.

Voz femenina

Aunque aún no se pueden adelantar propuestas en concreto, la intención del Museo es que cada una de estas muestras sea el fruto del trabajo de un equipo curatorial diferente, conformado por profesionales cercanos a la obra del artista a tratar en cada momento. En este sentido, el edil de Cultura recuerda que también existe un interés real en dar voz a la creación femenina, ya que ha estado poco presente en el arte de carácter histórico que alberga el Museo pero que cada vez tiene más peso entre las obras contemporáneas.

Entre los nombres que podrían protagonizar las próximas exposiciones temporales se encuentran Martín Bethencourt, Policarpo Niebla, Eva Fernández, Cristóbal Hernández de Quintana o González Méndez, entre muchos otros.

La iniciativa busca dar voz a la obra de autoras canarias hasta ahora desconocidas

La puesta en marcha de esta propuesta busca que el público tinerfeño conozca y reconozca el contenido del Museo: qué piezas alberga, por qué son importantes y qué hace que formen parte de la identidad cultural.

«Queremos que la comunidad se identifique con el Museo como un espacio propio, vivo y en constante diálogo con su entorno gracias a estas exposiciones», reflexiona la responsable del museo, quien recuerda que este espacio expositivo se encuentra en constante transformación.

Y con todo ello se promueve además el Museo de Bellas Artes como un espacio abierto, accesible y conectado con su comunidad para que el arte «se convierta en un vehículo de conocimiento, identidad y participación ciudadana», expresa González de Vallejo.