La última 'cachetada' de Miguel Velázquez

El día en el que David Cánovas descubrió el noble arte del boxeo

David Cánovas (i) y Miguel Velázquez (d) intercambian unas palabras durante el primer pase del documental.

David Cánovas (i) y Miguel Velázquez (d) intercambian unas palabras durante el primer pase del documental. / Andrés Gutiérrez

Jorge Dávila

Santa Cruz de Tenerife

Antes de embarcarse en esta aventura sabía lo justo, o más bien nada, del boxeo. En realidad, los pocos conocimientos que tenía se reducían a los ratos que agotó en compañía de su padre delante de una televisión viendo algún que otro combate. «No llegaba a entender por qué dos tíos que se intercambiaban golpes ensangrentados en un cuadrilátero forman parte de algo que se denomina el noble arte del deporte...», argumenta el director local David Cánovas (Santa Cruz de Tenerife, 1971) cuando el documental Miguel Velázquez: el catedrático del ring sólo era una nebulosa pendiente de financiación.

Nominado a los Goya en 2004 por el corto El intruso (José Coronado) y director de la película La punta del Iceberg (Maribel Verdú y Carmelo Gómez), David Cánovas no tiene reparos en confesar que «la idea de hacer un documental siempre ha fluido en mi cabeza, pero hasta ahora no había encontrado un motivo», matiza sobre el giro que dio su carrera después de una conversación en un guachinche de Tegueste.

Del guachinche al cuadrilátero

Las gestas boxísticas de Velázquez aparecieron por inercia en un diálogo entre amigos. «Raúl Jiménez Pastor [realizador lagunero] me contó que se había cruzado con una buena historia durante una visita al Barrio Nuevo; me dijo que estuvo grabando a un campeón del mundo de boxeo», recupera del instante en el que le picó la curiosidad por saber algo más del personaje en cuestión.

Lo primero que hizo David fue ir a Agapea a comprar una biografía del púgil escrita por el periodista Noé Ramón [dice que se la leyó de una sentada], abrir una ronda de contactos telefónicos con el boxeador, comprar un billete de avión para Madrid y presentarse en la casa del campeón para explicarle el proyecto. «Hubo una lógica desconfianza inicial, pero en cuanto él y su exmujer vieron que no quería sacar ningún provecho económico de esta historia se abrieron y empezaron a sacar álbumes con un montón de imágenes de los combates. ¡Me estaban dando el documental!».

Acaba de presentar un documental cuyo origen hay que buscarlo en una conversación de guachinche. Sí. Uno de esos intercambios de información que aparentemente no conducen a ningún lugar llevó al cineasta David Cánovas a descubrir la verdadera dimensión de la leyenda de Miguel Velázquez

El primer cara a cara entre David Cánovas y el entonces matrimonio se alargó durante más de dos horas. Ahí se empezaron a colocar los cimientos de un documental que sólo contaba aún con una partida presupuestaria del Cabildo de Tenerife, es decir, que al sí quiero del deportista le faltaba el respaldo financiero para hacer realidad el audiovisual. A continuación llegaron otras vías de ingreso del Gobierno de Canarias, Ayuntamiento de La Laguna y Televisión Canaria, que adquirió una operación de precompra de los derechos de antena.

«Quise buscar al ser humano que se convirtió en un mito del boxeo y encontré a una persona con una historia poderosa», admite el director santacrucero

«Todas las personas mayores de 60 años saben quién es Miguel Velázquez, pero esas gestas no se podían quedar ahí», cuenta sobre un trabajo con 35 entrevistados, dividido en once bloques y cuyo rodaje se alargó durante seis meses. «A todos los participantes les envié un cuestionario con una última pregunta: «¿Qué es para usted el noble arte del boxeo?», rescata David Cánovas en la recta final de una conversación en la que se rinde a una evidencia: «Quise buscar al ser humano que se convirtió en un mito del boxeo y encontré a una persona con una historia poderosa».

CRONOLOGÍA DE UN CAMPEÓN

1944

27 de diciembre

Nace en el barrio de El Toscal. Es el segundo de seis hermanos. Su familia tiene pocos recursos y se muda a Taco. Allí crece y realiza sus primeros pinitos en el boxeo.

1964

Del 10 al 24 de octubre

Aún con una licencia de aficionado es reclutado por la selección española para los Juegos Olímpicos de Tokio. El japonés Hoji Yonekura lo elimina en el primer combate. 

1965

Alemania

Durante su etapa en el Ejército gana la primera medalla de oro mundial en unos campeonatos militares celebrados en Múnich. La pelea de la victoria es contra Benson.

1966

23 de noviembre

Debuta como profesional en Madrid frente a Joaquín Martín –tres victorias, nueve combates nulos y 21 derrotas– y se impone en el quinto asalto por nocaut.

1967

23 de diciembre

La Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife es el escenario de su primera tentativa por el campeonato de España. Gana por nocaut en seis asaltos a Yanklo II.

1969

13 de junio

Treinta y tres victorias seguidas y la certeza de que su leyenda aún estaba por forjar fueron los ingredientes que alimentaron un choque inevitable entre Velázquez y Pedro Carrasco. Doce mil personas llenaron el Palacio de Deportes de Madrid en el que señalan como el mejor cara a cara boxístico que se ha celebrado jamás en España. Tinerfeño y onubense se fajaron por el Campeonato de Europa EBU de peso ligero. Las hostilidades se alargaron durante 15 rounds y, finalmente, un punto le dio la corona al exmarido de Rocío Jurado. El canario se llevó una bolsa de 570.000 pesetas y la admiración de aficionados y prensa: el cinturón europeo no era un sueño.

1970

29 de enero

La derrota por un solo punto ante Carrasco situó a Miguel en la línea de salida de una nueva tentativa por el Campeonato de Europa. Esta vez, el rival era el escocés Ken Buchanan. El intercambio de golpes se organizó enMadrid y el tinerfeño ganó a los puntos.

1970

26 de junio

El italiano Carmelo Coscia fue el adversario del canario en la primera defensa del título continental en Madrid. Velázquez venció por nocaut en el asalto número once.

1971

29 de enero

Otro italiano, Antonio Puddu, fue el protagonista de la segunda defensa del europeo por parte del santacrucero. El cruce se dio en Barcelona y la contienda quedó nula.

1971

31 de julio

El desempate entre Velázquez y Puddu tuvo lugar en Cagliari (Italia). La igualdad volvió a ser el denominador común y en un tercer duelo el triunfo fue para el local por nocaut ante 18.000 espectadores.

1976

30 de junio y 7 de agosto

El asalto al cetro mundial que no pudo acometer tras el fratricida duelo con Pedro Carrasco se puso a tiro ante el tailandés Saensak Muangsurin, la sombra del diablo. Velázquez lo pasó mal en Madrid, pero un golpe del asiático fuera de tiempo tras el cuarto asalto que impactó en su nuca provocó su descalificación y dio el título al tinerfeño. La defensa de Segovia fue un paseo para Muangsurin, quien tiró varias sobre al canario antes de que el árbitro parara la pelea.

Un campeón del mundo ‘fabricado’ en Taco

Miguel es el segundo de seis hermanos, nació en la ciudadela de El Toscal (SantaCruz de Tenerife) en el invierno de 1944 y creció en Taco (La Laguna). Fue uno de esos niños a los que, con algo de fortuna, los Reyes le traían una naranja cada 6 de enero. Y es que en casa de los Velázquez nunca sobraba nada, más bien faltaba de todo. Fue fontanero y viajó a África en busca de un trabajo antes de que descubrieran a un diamante en bruto. Dicen que era peleón y que llegó a soltar alguna que otra cachetada en el bar Quintana [pequeño negocio de la familia de Juan Sánchez Quintana, exredactor jefe de Jornada Deportiva] cuando lo hacían calentar. Era un joven impulsivo, pero noble: tenía madera de boxeador.

«Yo no sabía quién era Miguel Velázquez», confiesa Cánovas en una fase de la conversación. El director de cine quedó tan cautivado con una biografía que se leyó sobre el púgil que le empezó a dar vueltas a una idea. «¿A lo mejor aquí hay una película?», se preguntó con la certeza de que al final llegaría a la meta deseada. «Es una historia que merecía ser contada; tenía que llegar a los jóvenes... No es sólo la película de Miguel, éste es un humilde homenaje a la edad de oro del boxeo tinerfeño pero, a su vez, a las personas que vivieron las dificultades de aquellos años», relata sobre una investigación en la que contó con la ayuda de un amigo: José Amaro Carrillo.

Setenta y tres combates resueltos con 66 victorias, tres empates y cuatro derrotas, algunas de éstas cuando Miguel Velázquez defendía el cinturón de campeón de España, de Europa o del Mundo, el único canario en lograrlo.

Más allá de la participación de Velázquez en los Juegos Olímpicos de Tokio, de la oda al boxeo que supuso cruzar sobre un ring al tinerfeño con Pedro Carrasco o el mítico combate por el título europeo con Ken Buchanan, la película muestra la humanidad de un ser que después de acariciar la gloria mundial decidió comprarse una licencia para trabajar como taxista en Madrid durante dos décadas. Ahí volvió a renacer el espíritu de un pibe de El Toscal que llegó a lo más alto. No me equivoco demasiado si les cuento que muchos jóvenes de hoy se pueden cruzar una mañana cualquiera con él sobre una acera y seguir ignorando el calado real de un campeón del mundo fabricado en Taco. n

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