David Yagüe: «Las fechas importantes también deben tener novelas»

Usted es periodista y a la vez un apasionado de la novela histórica desde hace mucho tiempo, incluso creó un blog dedicado a este género. ¿De dónde nace esa pasión suya por este tipo de novelas?

Casi desde adolescente. Fueron esas lecturas que con 12, 13, 14 años me marcaron las que me fueron acercando al género. Luego me invitaron a ocuparme profesionalmente como periodista – no como escritor– de estas novelas. Me gusta mucho y he leído y reflexionado mucho sobre él. 

Ha sido jurado en Úbeda, uno de los festivales más importantes del país. Eso le habrá dado la oportunidad de tener una mirada certera sobre la situación en nuestro país.

Pues esta doble faceta me ha hecho aprender mucho sobre lo que hacen los compañeros y de alguna manera también adaptarlo a mi forma de escribir, como escritor y como novelista. He tenido la oportunidad de aprender de los grandes compañeros que hay en este género, tanto en España como y fuera de nuestro país.

El Festival de Novela Histórica de Tacoronte suma cuatro ediciones. ¿Qué implican este tipo de propuestas para autores como usted?

A mí me gusta tanto hablar de mi novela y me gusta tanto presentar a este personaje, a esta reina visigoda, que me da igual que sea en una gran librería de Madrid o Barcelona que en un lugar mucho más pequeño, en un pueblo o en una pequeña biblioteca. Yo apoyo siempre a la cultura y apoyo también a la cultura más local porque al final es ahí donde están los lectores. Y lo mejor es tener ese contacto.

Viene a la Isla con su último libro La última reina goda. Es una etapa histórica que le gusta especialmente, ¿cierto?

Me parece muy interesante y además me parece una época que ha estado poco y mal contada. Cuando estudias la conquista islámica de la Península Ibérica, te lo cuentan todo como a grandes rasgos, con trazos muy grandes: los visigodos, los musulmanes y se acabó. Cuando bajas un poco al detalle, te das cuenta de que es una historia mucho más compleja. Y en realidad es un período que nos sigue importando. Los políticos, los historiadores, siguen hablando de aquellas fechas. Y yo pienso que las fechas importantes también tienen que tener novelas, historias que nos conecten emocionalmente con esa etapa y que nos hagan reflexionar. 

Las novelas que vienen este año a Tacoronte traen a muchos e interesantes personajes femeninos como el suyo. Es algo que me imagino que no será una cuestión azarosa.

Creo que, al final, la historia siempre ha estado muy contada desde el lado masculino. Primero fueron los historiadores los que fueron abriendo y tratando de descubrir el lado que no se nos había contado: la parte femenina de esa historia. Y yo creo que ahora somos los novelistas los que estamos recogiendo ese testigo y también queremos saber y dar luz a personajes que fueron muy importantes. Porque no hay duda de que fueron importantes pero sus historias no han sido tan contadas o no están tan claras porque no protagonizaban las crónicas, por ejemplo. Está muy bien porque reivindicas personajes olvidados y como novelista eso también te deja espacio para fabular y para pensar qué pudo pasar con esas mujeres. 

Háblenos un poco de su protagonista, Egilo, la viuda del rey Rodrigo.

Pues no sólo fue la viuda del rey Rodrigo porque cuando éste muere en batalla luchando contra los musulmanes, ella acaba convirtiéndose en la primera esposa del que va a ser el primer gobernador del futuro al-Ándalus, Abd al-Aziz. Tenemos una mujer que era una reina, pero que en el nuevo tiempo que arrancó, tras la caída del reino visigodo, también va a ser una señora. ¿Tuvo ella un papel importante? Pues las crónicas musulmanas y cristianas coinciden en que sí, en que tuvo influencia y poder, pero todas la ponen muy mal. El ejercicio que he querido hacer en esta novela –sin cambiar lo que sabemos que pasó– es tratar de descubrir por qué esta mujer pasó a la historia con tan mala fama. ¿Fue quizás cabeza de turco en una lucha política?