Ale Montañez vuelve al inicio de su pintura en el Ateneo de Madrid

El artista tinerfeño, que ha llevado sus cuadros a ciudades como Nueva York o Roma, expone por primera vez en la capital de España una veintena de cuadros del comienzo de su carrera

Ale Montañez junto a algunas de sus piezas en el Ateneo de Madrid.

Ale Montañez junto a algunas de sus piezas en el Ateneo de Madrid. / E. D.

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Santa Cruz de Tenerife

Soledad, espacios de recogimiento, creencias religiosas, ideologías heterogéneas y multiculturalidad son tan solo algunos de los temas que el pintor tinerfeño Ale Montañez incluye en sus obras. Y estas son precisamente las cuestiones que no ha podido dejar pasar en la que se convierte en su primera incursión en las salas madrileñas. De este modo, el artista nacido en Güímar acaba de inaugurar en el Ateneo de Madrid 22, una propuesta retrospectiva que descubrirá al público peninsular su trayectoria profesional a través de una veintena de obras realizadas al comienzo de su carrera.

La curadora de su propuesta, Nuria Segovia, indica que la producción del artista que ha expuesto alrededor de todo el mundo «transita entre las formas manieristas de los últimos bohemios del siglo XX, tales como Modigliani o Chagall, cuyas piezas trazan una belleza lírica, inusual, de formas esquemáticas y de iconografía de tintes existencialistas, con actitudes procedentes de las ciencias y de la astrología, de la sabiduría y de la creación, cuyas formas representadas nos trasladan a la naturaleza más primitiva». La experta en arte afirma que la experiencia creativa de Montañez le otorga «una larga trayectoria exenta de artificio», lo que deriva en «composiciones sólidas, vigorosas, agradables y que obedecen a un plan geométrico preestablecido».

De este modo, esta es la primera vez que el tinerfeño expone en el Ateneo de Madrid, ya que su trayectoria se ha desarrollado más bien a nivel internacional. El artista asegura que llega a la institución en la capital de España «con ilusión» porque «se trata de un centro cultural muy reconocido y un sitio de pensamiento crítico». «Madrid simboliza mucho para cualquier artista», sentencia Montañez quien explica que, tras haber expuesto en ciudades como Nueva York o Roma, hacerlo en Madrid «es como volver a casa». De este modo, destaca que «parece que yo lo he hecho todo al revés, pero es que también me ha surgido todo de esta forma».

22 es una propuesta compuesta por una veintena de obras realizadas desde sus inicios en el mundo de la pintura, en torno al año 2007. Se trata de una colección de pinturas realizadas en ceras al pastel «que hablan de aquellos primeros momentos, los sentimientos y circunstancias que yo vivía y que quedaron reflejadas en el papel», relata el artista tinerfeño, quien resume esta propuesta como «el inicio de un nuevo ciclo». «Empecé en el mundo de la pintura con esa obra, y ahora que empiezo a exponer en un nuevo lugar como es Madrid; quería hacerlo también con lo que fueron mis inicios, y que además nunca fueron expuestos», relata el creador.

A pesar del paso de los años, reconoce sentirse identificado con lo que ve en esos cuadros porque continúa pintando las mismas temáticas: «Pinto sentimientos y sensaciones que me trasmiten las personas o los lugares con los que voy encontrándome. El motivo que me lleva a pintar continúa siendo el mismo, plasmar la naturaleza de las cosas». Precisamente esa temática que sobrevuela todas sus obras ha permitido que estas viajen alrededor de todo el mundo. «No me meto en temas sociales, políticos o actuales, sino que tengo una forma de pintar atemporal porque los sentimientos permanecen inmutables a lo largo del tiempo», reflexiona el pintor.

La única diferencia es el formato de esas pinturas, que ahora son notablemente más grandes que cuando comenzó en el mundo del arte. Además, ahora trabaja con pintura acrílica. En ese sentido, Montañez habla también de la importancia de estas piezas, que son las únicas realizadas con cera al agua y por eso se convierten en tan especiales para él.

La curadora Nuria Segovia expresa que la pintura de Montañez «supone la superación de la crisis de valores» y ofrece «esperanza hacia la unión de los pueblos, el amor y el crecimiento personal en la vida, fuente de toda existencia». La experta en arte valora la evolución del proceso creativo del tinerfeño y destaca «la dotación dramática de la luz» en sus cuadros, que «imprime un cariz teatral, dramático y de connotaciones surrealistas».

Tracking Pixel Contents