Cine | Gerard Oms Director, actor y coach actoral

Gerard Oms: «Conocer bien a Mario Casas agilizó la creación del personaje en mi película 'Muy lejos'»

El coach actoral Gerard Oms aterriza en Puerto de la Cruz para participar en la segunda edición de 'Rueda Academia de Cine'

Gerard Oms.

Gerard Oms. / El Día

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Santa Cruz de Tenerife

La segunda edición ‘Rueda Academia de Cine’ llega a Puerto de la Cruz esta semana para nutrir de herramientas a nuevos cineastas. Profesionales del sector como el coach actoral Gerard Oms ofrecerán su visión y darán algunos de los consejos que les hubiera gustado recibir cuando comenzaron a rodar.

La Fundación Academia de Cine vuelve a elegir Puerto de la Cruz para desarrollar su programa Rueda Academia de Cine, en el que un grupo de guionistas y cineastas emergentes o profesionales recibe asesoramiento durante una semana para desarrollar su propio proyecto. A lo largo de estos días, profesionales de la industria audiovisual internacional, nacional y canaria ofrecerán su punto de vista a los residentes. Gerard Oms es uno de los ponentes invitados a esta segunda edición y ofrecerá una charla y un taller el jueves 29 de febrero. El actor, guionista, coach actoral y ahora también director destacará durante su intervención la importancia de contar con este ayudante de artistas, que acompaña al intérprete antes y durante el rodaje. Gracias a esta faceta, ha trabajado con conocidos rostros del cine español como Bárbara Lennie, Ana Wagener o Mario Casas, quien protagoniza además su primera película como director, Muy lejos.

¿Qué tiene preparado para su participación en esta nueva edición de Rueda Academia de Cine que se celebra esta semana en Puerto de la Cruz?

Mi intervención constará de dos partes. Por la mañana ofreceré una charla junto a la directora Neus Ballús, con quien he trabajado durante muchos años. Ella suele ofrecer un producto híbrido que combina documental y ficción y que en la mayoría de las ocasiones nos obliga a trabajar con no actores. Se trata de personas que vamos a buscar a los lugares verdaderos en los que se desarrolla la historia que queremos contar y que encontramos en donde trabajan o donde viven. Nuestro trabajo es dotarlos de herramientas para que puedan enfrentarse, de forma puntual, al rodaje de una película donde interpretarán una versión de sí mismos. Fue así como Neus y yo trabajamos en Seis días corrientes. Por otro lado, por la tarde, pondré en práctica todo eso que hemos hablado y junto a los residentes de este año del programa Rueda Academia de Cine acercaremos algunas de las técnicas necesarias para afrontar el trabajo con personas que son no actores. Hay que poner de manifiesto que es necesario el trabajo de un profesional de la actuación para que ofrezca herramientas y ayude al actor a alcanzar una meta que no creía posible en un principio.

Precisamente usted debuta estos días con su ópera prima como director, Muy lejos. ¿Qué es lo que le hubiera gustado que le dijeran cuando empezaba?

Creo que, en el mundo del cine, tenemos aún una asignatura pendiente que es precisamente la dirección de actores, ya sean profesionales o no. Es algo que tenemos pendiente desde la escuela mismo. Creo que es muy importante formar a los directores en la dirección de interpretación, no solo para lograr que las producciones lleguen más lejos y los actores se desarrollen mejor sino también como un trabajo de empatía y porque mejora la interpretación. Si yo no hubiera sido quien soy ahora, cuando empecé en esta industria me hubiera gustado que me dieran las herramientas necesarias para saber cómo trabajar con los actores. Yo además vengo del mundo de la interpretación y siempre pongo eso en el centro de mi ecuación cuando trabajo, porque si los actores han entendido lo que queremos plasmar delante de la cámara, tendremos gran parte del trabajo hecho.

En su primera película como director, ¿ha introducido la figura del coach actoral?

Creo que todo depende de la naturaleza de cada proyecto. Depende de si el actor tiene que hacer un viaje muy alejado o si se tiene que trabajar con niños, pero yo siempre recomiendo que exista esa figura. En este caso, en el que yo he sido director, y por tanto tengo que centrarme en muchas otras facetas, creo que es bueno que haya un coach actoral porque yo no podría llegar a todos los frentes que tengo abiertos. Existen películas más intimistas y con pocos actores, con dos personas por escena por ejemplo, y en las que se trabajan temas más realistas, en las que un director podría tener los recursos necesarios para afrontar esa otra faceta. En el caso de mi película, se trata de una historia muy intimista, con dos personajes por escena y, además, no tenía demasiado presupuesto. Como fue complicado cuadrar los números, decidí no contar con la figura del coach actoral porque, además, conozco mucho a Mario Casas, el actor protagonista, y eso agiliza el proceso de creación de un personaje. Hicimos muchos ensayos juntos, trabajamos muchas horas juntos antes de que comenzara el rodaje e hicimos todo este viaje juntos, de manera que, cuando llegó el momento de la grabación, el trabajo estaba muy avanzado. Conocernos tan bien facilita la comunicación. Pero si tuviera que dirigir a actores que no conozco, sería muy importante tener un coach actoral en el rodaje y, sobre todo, en los ensayos.

Se trata de una figura que poco a poco se va introduciendo en España pero que en otras industrias, como la americana, lleva ya años establecida.

Sí, se trata de una persona que siempre ha existido cuando en el set de rodaje hay niños, porque son personas que poseen un talento especial pero que no han tenido tiempo para desarrollar las herramientas y las técnicas actorales necesarias para enfrentarse a este trabajo. Nosotros nos encargamos de preparar a estos niños, de enseñarles lo que es la repetición de tomas, a cómo afrontar el cansancio, a que puedan encontrar la manera de volver a un punto de la interpretación cuando tienen que cortar entre toma y toma. En España siempre hemos trabajado con niños pero como últimamente existe tanto interés en el trabajo con no actores, también hemos empezado a trabajar en el mundo adulto. Además, poco a poco se va normalizando tratar también con actores profesionales y que esta figura esté presente en el set de rodaje. Nos ven como un aliado, alguien que puede ayudar. Es cierto que en España no hay tanta tradición pero en Hollywood existe desde hace muchos años. Marilyn Monroe tenía su propio coach actoral.

A lo largo de su carrera ha sido actor, director, guionista... ¿Hay que saber hacer de todo en el mundo del cine para poder hacer buen cine?

Yo he aprendido mucho dirigiendo porque esa faceta me ha permitido descubrir la importancia del conjunto y del equipo al completo. Una película es un engranaje muy complejo y en el que todo el mundo puede aportar desde su mirada y su departamento. El trabajo de cada persona influye en el resultado final. Precisamente dirigiendo me he dado cuenta de que no hay que tener tan solo un punto de vista sobre una historia, sino que hay que tener mucha cintura para aprender a dirigir los miedos y los egos; es un trabajo de amor y de curas. Si contamos con un equipo completo y al que se le trata bien, se podrá trabajar desde la ilusión y el amor y, así, el resultado siempre va a ser mejor.

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