Canarias, detrás del éxito de ‘Ferrari’

La cinta de Michael Mann, que se estrena el próximo mes, demuestra el potencial de los profesionales de las Islas, encargados de los vehículos a las órdenes de Danny Triphook

Triphook sobre el Ferrari 315 S de 1957, un vehículo único en el mundo, que consiguió para el rodaje de la cinta de Michael Mann.

Triphook sobre el Ferrari 315 S de 1957, un vehículo único en el mundo, que consiguió para el rodaje de la cinta de Michael Mann. / El Día

Almudena Cruz

Almudena Cruz

Santa Cruz de Tenerife

Durante el rodaje de ‘Ferrari’, la película del norteamericano Michael Mann sobre la vida del mítico fundador de la marca italiana, Penélope Cruz se sorprendió al escuchar en el set un acento familiar. «¿Pero por qué hay aquí tantos canarios?», preguntó un día la actriz.La respuesta es Danny Triphook, el tinerfeño encargado de conseguir y cuidar los casi 400 valiosos vehículos que aparecen en la cinta.

Mientras Tenerife celebra el cierre de 2023 con un nuevo récord de rodajes en la Isla, la industria del séptimo arte canaria sigue dando satisfacciones también fuera del Archipiélago. Con profesionales cada vez mejor posicionados, los grandes directores ya han comenzando a requerir de sus servicios también fuera del Archipiélago.

Tras estrenarse en el pasado Festival de Cine de Venecia, Ferrari llegará en breve a las salas españolas. Escrita y dirigida por el norteamericano Michael Mann, responsable de éxitos como El último mohicano o Heat, narra la vida de Enzo Ferrari, el fundador italiano del fabricante de automóviles Ferrari. Está protagonizada por Adam Driver y Penélope Cruz.

La producción llega a la pantalla grande con sello canario gracias al tinerfeño Danny Triphook (@dannytriphookvehicles), que dirigió al equipo encargado de conseguir los vehículos necesarios para hacer realidad la historia que Michael Mann –director famoso por su extremado perfeccionismo– tenía en su cabeza. Fue Janice Polley, una conocida jefa de localizaciones con la que Triphook había coincidido en varios rodajes en el Archipiélago, como Transformers o The Mother, la que le recomendó para este cometido. «Sabía que mi pasión son los coches y que, además, era seguidor de Ferrari y de toda su historia desde muy pequeño. Consideró que tenía el conocimiento y los contactos necesarios».

Michael Mann y Triphook. | | E.D.

Michael Mann y Triphook. | | E.D. / Almudena Cruz

El desafío que Mann puso frente a Triphook era mayúsculo: conseguir todos los vehículos para una cinta ambientada en lo que entonces era conocida como la meca del automovilismo, el valle del motor italiano. «La película tienes dos caras, una que es la parte más dramática y que narra la historia de amor y desamor de Enzo Ferrari, el creador de la marca, con su mujer y su amante. Por el otro lado están las carreras: su obsesión. Él creó esos coches para financiar las carreras, que era su pasión», detalló. El drama se sitúa además en un año clave para la historia del automovilismo, 1957. «Estamos hablando de las primeras décadas de las competiciones, un momento en el que la mitad de los pilotos morían en accidentes», recordó Triphook. «Esto es lo que se refleja, una de las carreras más importantes del mundo: la Mille Miglia de Italia. Se corrían mil millas alrededor del país. En ese año en particular ocurrió algo muy trágico: un accidente en el que murió mucha gente», añadió.

La responsabilidad de Triphook y el equipo que se llevo hasta Italia, que además es en un 90% canario, era conseguir todos los vehículos de una producción que destaca, precisamente, por el protagonismo de sus coches. «No es para nada normal que sean necesarios tantos vehículos en una película. Otras producciones comparables en ese sentido podrían ser Ford vs Ferrari o 60 segundos. Ni yo mismo pensé que fuéramos a llegar a ese numero».

El equipo canario en el rodaje de ‘Ferrari’. | | E.D.

El equipo canario en el rodaje de ‘Ferrari’. / E. D.

En total, fueron necesarios 393 vehículos de todo tipo –desde coches a motos pasando por trenes de época y hasta tractores– para cuyos traslados se requirieron 333 grúas. Pero a todo este esfuerzo logístico y organizativo hay que añadir lo más difícil: conseguir vehículos únicos que se conservan, en su mayoría, en manos de coleccionistas privados a lo largo y ancho de toda Europa. «O no existen o, si existen, hay muy pocas unidades y valen muchísimos millones».

Con un presupuesto de apenas un millón «y pico» de dólares, Triphook consiguió hacerlo realidad. «En la película salen vehículos de dos, cinco, diez, cincuenta, setenta y hasta ochenta millones de dólares por unidad. Asegurar todos esos vehículos es muy costoso y tuve que convencer a los propietarios de que se tenían que conducir. Estamos hablando de vehículos de colección que no se mueven y que tenían que ser guiados por especialistas para hacer escenas de carreras». Para lograrlo, se reunió personalmente con sus propietarios en países como Reino Unido, Francia, España e Inglaterra. «Estamos hablando de rockeros famosos, diseñadores, etcétera. Lo curioso es que poco a poco se fue corriendo la voz y los coleccionistas empezaron a ponerse en contacto conmigo». También recibió la ayuda de la marca Ferrari y de Mazzio Cavazzutti, presidente de varios clubes de coleccionistas del país.

Mientras, para recrear aquellos coches que ya no existían contó con la colaboración de una empresa británica, Auto Action, que construyó artesanalmente y desde cero los modelos que han desaparecido. «Fue un trabajo increíble. Ellos han hecho coches para Batman y James Bond, por ejemplo».

El resultado ha sido tan espectacular que el trabajo de Triphook ha sido protagonista de reportajes en medios internacionales como Variety o Vanity Fair. «Hemos salido en medios italianos de todo tipo y en revistas americanas e inglesas de coches. Ha sido un disparate», destacó. «También he recibido la felicitación de la Tenerife Film Commission y la verdad es que se agradece el apoyo de la gente local porque creo además que esto también es bueno para Canarias».

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