«Para ver arte flamenco, hay que venir a España». Así de rotundo se muestra el historiador del arte y exdirector del Museo Nacional de Prado (entre los años 1996 y 2001), Fernando Checa, quien el martes día 21 de noviembre, a partir de las 19:30 horas, ofrece, en el Real Casino de Tenerife, la conferencia Pintura flamenca en la corte de los reyes de España en el siglo XVI: de los Reyes Católicos a Felipe II. El experto en arte e historia afirma que «el episodio flamenco es fundamental para la historia de España» y por eso realizará un repaso por los grandes monarcas del país, desde finales del siglo XV y durante el siglo XVI, para conocer las políticas que llevaron a cabo y que provocaron que, por ejemplo, las colecciones de tapices que forman parte del Patrimonio Nacional, así como las principales pinturas de artistas flamencos como Antonio Moro o Van der Weyden sean, en la actualidad, las principales que existen en todo el mundo.
«Los asuntos históricos de índole política y económico se explican muy bien a través de las obras de arte y estas no se explican precisamente sin el contexto económico y político que las rodea», reflexiona Fernando Checa, quien precisamente hará un repaso por los grandes hitos de los reinados de Isabel la Católica, Carlos V y Felipe II. El experto en arte resume que precisamente Isabel la Católica destacó por dar forma a una importante colección de tapices que aún hoy se conserva en la Capilla Real de Granada y en el Palacio Real de Madrid y de los cuales Checa mostrará algunos durante su intervención en el Casino. En concreto, se trataba de 47 tablas de las se conservan algo más de una veintena y 15 de las cuales se pueden contemplar en la actualidad en la recién inaugurada Galería de las Colecciones Reales.
Fernando Checa continuará su exposición con la figura de Margarita de Austria, hija del emperador Maximiliano II de Habsburgo, y que se casó con uno de los hijos de los Reyes Católicos. «Viajó a Flandes y fue una persona culta y gran política que coleccionó importantes retratos flamencos» de los que Checa mostrará algunos. Margarita de Austria fue tía de Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico quien, aunque no fue un gran coleccionista de arte, si aunó bajo su reinado la herencia de austriacos, flamencos, castellanos y aragoneses.
La última parada de la exposición de Fernando Checa estará protagonizada por Felipe II, a quien define como «el gran coleccionista del arte europeo». A pesar de que a lo largo de su vida tan solo realizó dos viajes fuera de la Península, los aprovechó para hacerse con una importante cantidad de obras de los grandes pintores flamencos de la época. Así, Checa repasará algunas de las principales pinturas de artistas como El Bosco y hará hincapié en la figura de Felipe II como mecenas de arte: «Cuando murió, el Real Monasterio de El Escorial era el edificio europeo donde había más cuadros de El Bosco, como representante de la figura flamenca, y de Tiziano, por la vertiente italiana. Aquello no era comparable ni a Flandes, ni a Amberes, ni a Bruselas, ni a Venecia. Ningún otro lugar tenía tal colección».
«Si estos detalles no se dan conocer en iniciativas como esta, se perderán», explica Fernando Checa dándole importante a la labor de divulgación que no solo realiza él mismo sino también organismos como la Fundación Canaria de Arte Flamenco, encargada de traer a este experto a Canarias para ofrecer esta conferencia. En este sentido afirma que «la difusión ha sido siempre una asignatura pendiente» porque «ni siquiera en España somos conscientes del patrimonio con el que contamos; mucho menos lo saben fuera de nuestras fronteras».
Y todo ello a pesar de que el país «ha conservado muy bien su patrimonio», aunque las pérdidas han sido inevitables, pero Checa afirma: «No ha habido negligencias sino azares malos». De este modo, enumera que algunas piezas importantes se quemaron en el incendio del Real Alcázar de Madrid de 1734, «pero en esas mismas fechas también se quemó el Palacio de Bruselas, donde también había muchas obras de arte similares a aquellas en importancia y época». Celebra que los tapices reales se conservan prácticamente al completo porque se salvaron por pura suerte de otro incendio, mientras que los que se mantuvieron en Bruselas, «se quemaron en un traslado que se produjo en el siglo XVIII».
Fundación Canaria
El miembro de la Fundación Canaria de Arte Flamenco, Agustín Guimerá, destaca la importancia de esta corriente artística en Canarias, donde se conservan más 400 obras de arte de entre los siglos XVI y XVII y que incluyen piezas de pintura, escultura, tapices, libros y muebles, sobre todo en Tenerife, La Palma y Gran Canaria. «Muchas de las obras de arte flamenco en las Islas están vinculadas a donativos a la Iglesia por grandes comerciantes y cosecheros», explica el también experto Agustín Guimerá, quien también vincula la presencia de importantes piezas de arte con el comercio y la política de aquella época.
Agustín Guimerá explica que el arte «sirve para entender de dónde venimos y quiénes somos» y eso explica precisamente la aparición de la Fundación, que se constituyó en diciembre de 2022 y que se encuentra dando los primeros pasos para «mostrar la importancia del legado del arte flamenco en Canarias». A través de diferentes actividades quieren dar a conocer estos detalles de la historia del Archipiélago y pretenden que todo ello tenga también repercusión en el turismo. «El turismo cultural es muy bueno porque es económicamente rentable y ofrece una imagen inmejorable del destino», reflexiona Fernando Checa, mientras que Agustín Guimerá destaca las colecciones de arte flamenco que se encuentran en diferentes espacios religiosos que cuentan con «una verdadera efervescencia que hay que poner en valor para que la gente descubra el legado incalculable que existe en diferentes pueblos de España».
En este sentido, ambos profesionales destacan la importancia de Canarias como «lugar de la primera globalización», gracias a su ubicación entre diferentes puertos que permitió que llegaran comerciantes de diferentes partes del mundo, que no solo fomentaron la economía del lugar, sino también el arte. Checa concluye, de esta manera que «el arte es una inversión y por eso es un gran regalo que debemos cuidar».