¡Candela y ruido!

GAF, una pirámide disparatada

El grupo presenta ‘Pyramids’, un trabajo marcado por condicionantes ahora ajenos

por job ledesma

Pyramids es un disparate de trabajo con temas de largos desarrollos en doble vinilo, con GAF más sueltos que nunca y dominados por la improvisación y el libre albedrío. Todo está marcado por el proceso de creación. Aquella pandemia, confinamiento, los planes que se organizan y se posponen. GAF, tras dos años sin tocar ni ensayar, aprovechan que un proyecto estadounidense no puede acudir al espacio cultural El Tanque a una residencia artística para reunirse durante tres días en el verano de 2021. No plantean nada ni van con ideas fijas. Graban el resultado y eso es lo que se edita. «Fue un proceso libre y muy intuitivo, con jornadas largas de grabación en donde todo valía. Teníamos algunas líneas previas de sintetizadores pero todo se desarrolló sin un patrón fijo, siguiendo el momento, la situación y el espacio», apunta César Chinarro, integrante de unos GAF que para esta ocasión alinearon a Mladen Kurajica (responsable de la producción), Felipe González Cabezas (autor del diseño del disco), Eduardo Villalobos, Carolina Machado, Alejandro Padrón y J. Martín.

Toda la circunstancia de grabación tuvo impacto. Responde J. Martín: «Quizá lo único que influyó de la pandemia fueron las ganas que teníamos de encontrarnos todos de nuevo y de ponernos manos a la obra. Seguramente en condiciones normales y si hubiésemos estado divagando y construyendo durante aquellos meses en el local de ensayo, nos habría salido algo diferente».

En Pyramids hay espacio para un grupo que suena en total libertad y que se deja llevar sin límites: «Son muchos los años que llevamos juntos, esto hace que necesitemos poco para que todo fluya de nuevo. No necesitamos hablar mucho para saber lo que va a ocurrir en cada momento», detalla César. El Tanque influye en el resultado. Cesar: «Tres días de oscuridad (el Tanque es opresivo, lóbrego y sumamente oscuro) pero al mismo tiempo llenos de luz por pensar que saldríamos de esa situación». Jota: «Si bien para algunos artistas puede ser complicado, para GAF El Tanque es un entorno cómodo y sugerente. Hemos visto y vivido mucho allí, disfrutado y emocionado, entrado en comunión y en trance. Seguro que hay mucho de El Tanque en Pyramids y otro poco de Pyramids en El Tanque”.

Ahora toca llevar a directo, lo que genera un nuevo paso. Habla Alejandro Padrón: «Con cada disco nos enfrentamos a cambios de sonido, otras perspectivas. Éste es un disco instrumental y regresamos a temas de desarrollo en donde la psicodelia más rockera toma el mando, y por otro lado temas con muchos sintetizadores, por lo que estamos trabajando para un directo que plasme este disco, siempre buscando un hilo conductor como eje».

Tropezarse con Animal Roots no deja de ser una anomalía. Eso pensé cuando los vi como jurado de algún concurso hace unos años. Un grupo de jóvenes que optaba por un rock underground potente y de cuarteto clásico de guitarras, cantando en inglés; alejado de cualquier tendencia porque el rock hace mucho que dejó de ser tendencia. Lo normal es que la gente joven ni mire a un amplificador. Pero ellos no. Defienden su propuesta con mucha frescura, parten de un directo bien agarrado que se plasma en un disco que va a cuchillo y que presenta la novedad de unos teclados que aportan color a la idea.

Banda de nombre larguísimo que reúne a varios nombres con biografía del norte de Tenerife. Y desdiciendo la reseña anterior, también grupo de guitarras y también con letras en inglés. Aquí la excusa puede ser la veteranía. Su propuesta contiene detalles de psicodelia y rock por momentos duro, por momentos de baja fidelidad, con momentos cencerro y todo. Si los quieren ver en directo estarán el 3 de noviembre en el Aguere Cultural con La Lobe, Landrose y Niña Coyote eta Chico Tornado en un directo montado por el Colectivo Loba. Como Nolo Sancheski está en sus filas, tienen un merchan fantástico.

https://www.laprovincia.es/cultura/2023/10/13/gaf-piramide-disparatada-93319689.html

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Anduve por una boda fuera de tierras canarias y como uno es DJ pues cotillea. Miré la cabina del DJ, bien montada tipo mueble, con una buena selección de focos para ambientar, las cajas justitas de PA eso sí para el tamaño del recinto pero sin llegar a ser cicatero. Por supuesto que la mirada del DJ ajeno se posa en el equipo del DJ local: ordenador para luces, bien, ordenador para música, bien… Y ya está. Ni una mísera controladora, ni siquiera una chiquita, una ínfima. Nada. O sea, el DJ iba a pinchar en la boda simplemente tirando del ordenador. Sabía lo que se venía: temas enteros, cero mezclas, cero ideas, cero creatividad. Y lo peor no fue eso, lo peor es a priori dio igual. El baile de la boda fue bien, con selección amplia para todos los gustos, la gente disfrutó… Hasta yo me divertí, qué diantres. Pero me quedé con una sensación agridulce.

¿Es tan fácil hacerlo? Es fácil, pero es aburrido hacerlo así. Cualquiera puede confeccionar una lista de los temas que funcionan en una boda. Por muy internacional que sea el personal (se juntaban varias nacionalidades), hay caminos para contentar a todo el mundo, o a grupos de personas durante un rato determinado. Es fácil, sí, pero terriblemente insípido. La pista no fluía, se llenaba y se vaciaba con facilidad, no había una continuidad y, lo peor de todo, yo veía a ese DJ sufriendo. Es imposible pasárselo bien pinchando así: ahora un tema, se acaba, ahora otro. Y ese aburrimiento, por mucha barra libre y por muchas ganas de disfrutar que hay en toda boda actual, se acaba transmitiendo. Siempre tenía la idea de: «Sí, no está mal, pero podría estar tan pero tan mejor…».

El negocio de la boda no está reñido con la creatividad. La boda es quizá uno de los mayores retos para un DJ. Nunca encontrará un público de rango tan amplio, tanto en edades como en procedencias y apetencias. Dar con esta tecla no es tan sencillo como parece. De hecho, muchos DJ underground desisten por completo de cubrir ese tipo de eventos, y mira que dan dinero.

Hacer de esta profesión de DJ algo anodino, convertirlo en una tarea de simple pone temas hasta que terminen, mina también algo más el trabajo del colectivo. Si es tan fácil habrá otras cosas, llámalo inteligencia artificial, llámalo aplicaciones, que lo terminarán haciendo por nosotros. Somos los DJ los que, disfrutando, inventando y transmitiendo, tenemos la tarea de evitar que esto ocurra. Por favor, ni siquiera en una boda, jamás se aburran.

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