Arte

Ubay Murillo regresa a Artizar 20 años después de su primera muestra individual

La exposición, titulada ‘Colisión’, abre sus puertas al público este viernes en la célebre galería de arte lagunera y estará disponible para su visita hasta el próximo 14 de octubre

Almudena Cruz

Almudena Cruz

La última exposición de Ubay Murillo (Tenerife, 1978) en Artizar tuvo lugar en 2018, hace cinco años. Este viernes día 1 de septiembre, a partir de las 19:00 horas, las puertas de la histórica sala de arte de la calle San Agustín abrirán al público para mostrar Colisión, la nueva propuesta del creador. 

Esta inauguración coincide con un aniversario: hace 20 años, Murillo colgó en esta misma galería lagunera su primera exposición individual. «Fue en 2003 y también fue para abrir temporada de aquel año. Tenía entonces unos 24 años», recordó el tinerfeño radicado en Alemania. «Me alegró mucho cuando me dijeron que movían la exposición para que fuera el arranque de esta temporada. Es un gesto bonito, no creo que suponga cerrar un ciclo pero sí que hay una especie de revisión del trabajo hecho hace 20 años y una vuelta al color. En la última exposición no lo había, era todo en blanco y negro, y aquí hay como una pequeña vuelta a esos formatos», aclaró.

Colisión estará disponible para su visita en Artizar hasta el próximo 14 de octubre en el horario habitual de la instalación: de lunes a viernes de 10:30 a 13:30 horas y de 17:00 a 20:30 horas. Los sábados también permanece abierta entre las 11:00 y las 14:00 horas. Precisamente del blanco y negro parte el recorrido de esta nueva muestra, que aparece físicamente dividida en dos por una pared que oculta una espectacular instalación realizada ex-profeso para la sala. Como elemento común: la figura del arlequín. «Es una figura bastante ambigua . En la historia del arte, el arlequín o pierrot fue una figura bufonesca que podía decirle las verdades a los dirigentes. Conforme avanzan los siglos, comienza a ser consciente de su papel y se vuelve más melancólico, una figura autoconsciente», recordó el artista. «En las vanguardias se convierte en una figura bisagra que está a caballo entre dos mundos: el clásico que se deshace y uno nuevo que renace y que la Primera Guerra Mundial transforma por completo», añadió.

Esa «figura bisagra» ha vuelto a aparecer en los medios y en las editoriales de moda que Murillo investiga y que sirven de soporte a sus creaciones. «Mi trabajo se centra en la investigación sobre las imágenes del cuerpo que obtenemos a través de la moda y eso me intrigó un poco. Están entre dos mundos y es lo que pasa ahora de nuevo. Ciertos conceptos están saltando por los aires; estamos pasando a un mundo virtual y la idea de la binaridad de género también está poniéndose en entredicho», reflexionó.

En Artizar, además, las obras de Ubay Murillo se expanden en el espacio, otra de las características que han marcado su trayectoria durante, al menos, la última década. Las piezas se convierten en instalaciones y los objetos cobran también protagonismo. «Al llevar los cuadros al suelo y combinarlos con elementos de las mismas tonalidades puedo poner en jaque esa idea de la pintura como representación. La idea consiste en bajar a la pintura del pedestal y convertirla en un objeto más del mundo. Al hacerlo sucede otra cosa: se configura como un escaparate, se acerca al mundo de la mercancía y, de nuevo, a la moda», concluyó. 

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