Entrevista | David Baute Cineasta

David Baute: «Buscamos ideas de directores noveles porque así damos apoyo»

«La fase previa es tan importante como el rodaje; sin un buen desarrollo no hay película», afirma

David Baute.

David Baute. / E. D.

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Santa Cruz de Tenerife

‘Tres balas’, cinta producida por la tinerfeña Tinglado Film, del cineasta David Baute, triunfó en el Festival Internacional de Cine de Locarno (Suiza) dedicado a proyectos en curso. El suyo refleja perfectamente el espíritu de la productora, en busca de creaciones sociales que conecten todo el planeta. 

A pesar de no estar aún finalizada, Tres balas, la cinta dirigida por Génesis Valenzuela y producida por Tinglado Film, ya está cosechando muchos éxitos internacionales.

Exacto, está en desarrollo, a punto de empezar a producir. Hoy en día los proyectos tienen dos partes, una en la que la película ya está terminada y se lleva a los festivales, y otra, la previa, en la que se busca financiación para llevarla a cabo. Hay un camino ahí muy importante en el que la cinta puede ir a festivales de prestigio y donde se puede lograr financiación y que además se sume gente al proyecto y se empiece a considerar ese proyecto como algo importante. Así, cuando la película esté terminada tendrá más oportunidades. Es una labor que antes no se veía tanto pero ahora la etapa de desarrollo está siendo muy importante. También es muy complejo llegar a festivales en una etapa tan temprana del proyecto porque se presentan cientos o miles de proyectos ante productoras o televisiones pero vale la pena porque además se puede optar a premios en metálico.

Exactamente ese conocimiento tan grande de la fase previa de un proyecto no solo sirve para que un título se vaya haciendo notar entre el sector audiovisual, sino que también es bueno para el público, que conoce un poco mejor los entresijos de la industria.

Sí. Es una parte muy bonita ver cómo el proyecto va creciendo y madurando. En esos laboratorios también se adquiere cierta experiencia porque se reúne lo mejor del sector. Todo eso permite que cuando se produce la película, el guion esté muy bien desarrollado, el equipo de trabajo ha preparado muy bien la película y no se tiene que esperar al rodaje para ver cómo van a ir saliendo las cosas. Aunque eso también hace que los tiempos se alarguen porque la fase previa puede durar tres o cuatro años en algunos casos. Todo eso es casi tan importante como la grabación porque si no se tiene un buen desarrollo es difícil tener una buena película.

El jurado del Festival Internacional de Cine de Locarno destacó recientemente de Tres balas que muestra «el restablecimiento de la mentalidad entre los cineastas». ¿Precisamente es eso lo que destacaría de esta producción como para que esté teniendo tal éxito incluso antes de finalizar el proyecto?

Hay una recolección de la memoria muy interesante, que también se podría hacer en Canarias, y por eso nosotros nos hemos metido en este proyecto. En Latinoamérica en general se están cuestionando mucho lo que ocurrió en la época de la conquista española y se plantean quién descubrió a quién. Los cineastas están haciendo una revisión sobre eso y esta película lo trata también. Mientras en España, en 1992, se celebraran los 500 años del descubrimiento de América, las personas que venían de Latinoamérica en esa época eran bastante repudiadas y eran víctimas de grupos neonazis. Esta cinta propone un replanteamiento de lo que realmente sucedió con esa celebración y qué cuestiones no hemos terminado de madurar entre la sociedad española. El proyecto ha gustado por eso y también porque la historia es muy fuerte. Tres balas narra el asesinato de una migrante dominicana que vivía en Madrid. La historia juega entre la ficción y el documental.

En este caso, Tinglado Film participa desde la producción. La productora siempre ha mostrado una línea clara en cuanto al cine que quiere hacer. Precisamente, ¿qué tiene que tener un proyecto para que ustedes decidan apoyarlo?

Hasta ahora habíamos apostado por el cine documental, más creativo y autoral en los últimos años, con un lenguaje más cinematográfico. Ahora hemos rizado el rizo y estamos trabajando con óperas primas y con la relación de Iberoamérica y África. Hay un puente que hay que trabajar mucho y que tiene que ver con el viaje de ida y vuelta entre esos dos puntos y en el que Canarias se encuentra en medio. La productora se ha posicionado ahí, en buscar proyectos de directores noveles porque nos sentimos responsables y queremos brindar nuestro apoyo a la gente que empieza. Solemos ir a mercados y eventos para bichear proyectos. Ojalá pudiéramos coger muchas más ideas porque hay proyectos preciosos. Procuramos elegir varios cada año para adentrarnos en ese recorrido duro. La preproducción y producción son complejas, más aún cuando queremos armar producciones internacionales.

Los procesos son tan largos que incluso tienen ya proyectos en los que están trabajando con la vista puesta en 2025.

Lo que buscas con una productora es que el trabajo no se pare. No puedes esperar a terminar una película para comenzar la siguiente y por eso tratamos de tener películas en cada una de las etapas de trabajo: desarrollo, guion, preproducción, rodaje y postproducción. Tenemos un proyecto que es Mariposas negras, que nos ha llevado ocho años de trabajo y esperamos poder estrenar en marzo o abril del próximo año. Ha sido muy complejo porque es una película de animación tradicional. También tenemos otros proyectos en fase de postproducción, como Sugar island, una coproducción con República Dominicana que también habla sobre las cuestiones de las cineastas afrodescendientes y que ya ha pasado por varios festivales importantes, al igual que Tres balas. También estoy realizando una película más personal en Garachico, La casa natal. Es un rodaje con super 8 mm y escribimos el guion al mismo tiempo que rodamos, estamos siguiendo la vida de un señor del pueblo que vive solo en su casa, Somos un equipo pequeño para tratar de tener contacto humano y directo. También tenemos otras películas que están circulando ya por festivales. Tratamos siempre de tener proyectos y que tengan el mejor recorrido posible.

En su caso, no solo trata de tener proyectos en diferentes fases sino que usted también va alternando el rol de productor de otros proyectos y director de los suyos propios.

Hasta ahora dirigía y producía lo mío. Casi todas las productoras de Canarias y de España trabajamos así porque no hay mucho equipo y te produces lo que haces. Pero con el paso de los años la productora se ha ido posicionando y funcionamos bien con proyectos que son más o menos reconocibles, así que nos lanzamos a producir a otras personas. También hemos creado un equipo de profesionales que trabajando en todas las etapas del proyecto, tanto en España como en Latinoamérica, y vamos generando una auténtica familia con la que vamos elaborando proyectos ilusionantes.

En concreto, ¿cómo ha sido el trabajo en Mariposas negras, su primera incursión en el mundo de la animación?

Esta película tiene relación directa con mi primer trabajo documental, Éxodo climático, en el que contaba tres historias de vida de tres mujeres que habían tenido que emigrar a consecuencia del cambio climático. Había una mujer de la zona del Caribe, otra que vivía en un pueblo de Kenia donde la desertificación ha avanzado mucho en los últimos años, y otra mujer del sur de la India, que vive en una isla que está a punto de desaparecer por la subida del nivel del mar. Ha sido un proceso largo, de siete u ocho años en los que hemos documentado con audio y con vídeo sus vidas. Pero queríamos contar todo lo posterior a esos éxodos y no podíamos acceder ahí con las cámaras. La única opción que teníamos era irnos a la animación y decidimos trabajarlo con una animación 2D tradicional. Lo hemos hecho posible gracias al trabajo de un equipo maravilloso de Canarias y Barcelona. Para mí ha sido complejo porque no vengo del mundo de la animación y me han tenido que ir llevando de la mano, pero la experiencia ha sido maravillosa. Ha habido similitudes con el trabajo documental en cuanto a lo minucioso y a la lentitud. También ha sido difícil porque una producción de animación es compleja a nivel presupuestario. Hemos buscado coproductores en Barcelona y en Panamá y hemos generado un equipo importante de casi cien personas trabajando para la película. Ya estamos terminando la animación y vamos a comenzar a trabajar en la banda sonora, así que esperamos que en marzo la tengamos terminada para que el público al fin la pueda disfrutar.

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