Entrevista | Leo Mansito Director de New Event y del festival Granca Live Fest

«Nos rebelamos contra el tópico de que a Canarias no vienen artistas de nivel»

«El sobrecoste del concierto de Sting con respecto a otros territorios es de más de 300.000 euros», afirma

Leo Mansito, director del festival de música GranCa Live Fest y de la empresa de espectáculos escénicos New Event. | | E.D.

Leo Mansito, director del festival de música GranCa Live Fest y de la empresa de espectáculos escénicos New Event. | | E.D. / Carla Rivero

Una motomami visita Gran Canaria dentro de su gira mundial. El hito de Rosalía en el GranCa Live Fest situará en el foco internacional a Canarias los días 7 y 8 de este julio. Al frente está Leo Mansito, director del evento que quiere ser puntero en música urbana con la empresa New Event. Con el riesgo económico que entraña este sector, sigue bregando para traer a Sting, a Fito Páez y más, a unas islas en mitad del Atlántico.

Sabina, Leiva, Sting, Rosalía y Maluma en el GranCa Live Fest... ¿Cuál es el análisis que hace de la música en directo cuando parece que goza de buena salud tras la pandemia?

Sufrimos muchísimo por la pandemia con casi dos años sin poder hacer nada. A partir de entonces, trabajamos con un aforo alrededor del 50%, pero con esa reducción no se sale adelante en esta industria. Poco a poco, la cosa ha remontado y es verdad que hemos cogido mucho impulso. El año pasado tuvimos la primera edición del GranCa Live Fest, que creo que fue un éxito rotundo, y de ahí vienen las grandes cifras y las ganas de repetir experiencia, más allá del cartel. También tuvimos a Alejandro Sanz, a los Pet Shop Boys, a Ricardo Darín, y conciertos muy interesantes. Este año sí es cierto que hay cosas muy potentes, como fue el regreso de Joaquín Sabina a Canarias después de una década o a Leiva con un triunfo total. Ahora nos adentramos en conciertos históricos para Canarias, como el de Sting por partida doble, que ya tiene las entradas agotadas en Tenerife y a punto en Gran Canaria; y el resto del año está enfocado a la segunda edición del GranCa Live Fest con Rosalía, Maluma, Sebastián Yatra, Manu Carrasco, y muchos más.

¿Cómo se evita la burbuja de los espectáculos en directo?

Hay una oferta muy grande y mucha demanda. A lo mejor no sé si habrá para que todo el mundo pueda ir a todos los conciertos porque hay artistas y productos que llaman más la atención. No obstante, no hay varita mágica para saber qué va a funcionar y qué no. Ya son muchos años de dedicación y no podemos evitar que haya otros promotores y, al mismo tiempo, muchos artistas con calendarios ocupados. El tema de la pandemia hizo que no giraran y la industria quedara paralizada durante bastante tiempo, y eso ha sido la razón de que todo ocurra a la misma vez.

¿Cuáles son las claves para saber lo que el público quiere?

Hablando con mucha gente, compañeros del sector, tanto aquí como en otras partes del mundo, y jugártela. Como te digo, no existe la fórmula mágica, sino arriesgarse y las cifras muchas veces no funcionan. De todas formas, sabemos los riesgos que corremos dentro de un negocio con unos costes que se han disparado muchísimo. En todos los sectores de la vida han subido los precios, y los artistas no han sido indiferentes, como con los equipos, que se han multiplicado por dos.

La inflación afecta a la gasolina y a esos barcos y aviones que traen a estos artistas. En un momento en el que se cumplen 30 años del concierto de Michael Jackson en Tenerife, ahora es «casi normal» ver artistas internacionales en las Islas. ¿Cómo nos perciben desde fuera?

El problema de Canarias es que es difícil convencer a los artistas y a sus managers de que hagan una parada en sus agendas, que son muy apretadas, porque estamos a muchos euros de distancia. El concierto de Sting en las Islas tiene un sobrecoste con respecto a cualquier concierto del territorio continental de más de 300.000 euros, ¡solo en equipos! Nosotros tenemos que pagar toda su carga aérea, que ya está por encima de los 200.000 euros, la logística de su equipo... Por ello, es complicado que vengan artistas de primer nivel, aunque sean solo tres horas de avión, lo cual es mucho menos que en carretera por Europa o Península. Esa es la razón porque haya pagar sobrecostes e, incluso, más caché que lo pagado en Península.

¿Sería viable sin el apoyo de las administraciones públicas?

Sería imposible. Entre otras cosas, los conciertos en Canarias no pueden ser más caros que en Península por razones obvias: la gente no tiene el poder adquisitivo suficiente. Es la tormenta perfecta, por un lado, tienes que pagar más y, por otro, no puedes cobrar más por las entradas; así que sin estas ayudas difícilmente podría seguir adelante este negocio.

El Boombastic anunció sus fechas en temporada de Navidades y tuvieron que rápidamente sacar su cartel. ¿Cómo compiten para que llegue al público y además sea a un precio asequible?

La llegada de eventos potentes que ya hacen festivales en otras cuatro o cinco ciudades pues es una competencia más. Una competencia lícita en la que tenemos que estar. En cuanto al público, intentamos conseguir apoyo; por ejemplo, con el GranCa hemos obtenido ese apoyo de instituciones como Turismo del Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria o el Cabildo de Gran Canaria, sobre todo para que los precios no se disparen. Y luego hacemos campañas publicitarias muy potentes, ya sea en el caso del festival u otros, lo cual no te asegura ni garantiza que se vayan a vender todas las entradas. En eso estamos, en la lucha.

¿Repercute de alguna manera esta oferta en el turismo?

Es muy complicado entrar en el mercado turístico porque normalmente vienen con los touroperadores con unos paquetes cerrados: cinco días con toda la programación hecha. En el caso del GranCa, tenemos que decir que estamos muy contentos, ya que hemos conseguido vender entradas en prácticamente todas las provincias de España, alrededor de 12.000 entradas fuera de Canarias, y en países tan remotos como Japón, Argentina, Australia, Bélgica, Kazajistán, Uruguay o un centenar en Estados Unidos. Esto pone a Canarias en el mapa cultural y musical internacional. De alguna forma, hace que no sea turismo solo de sol y playa, sino que ofrecemos una oferta de calidad que nace en Canarias para el mundo.

La sostenibilidad y la integración son valores que promocionan en la concepción de estos eventos.

Nos marcamos una serie de objetivos y uno era conseguir que el GranCa fuera el festival sostenible más importante de Canarias, y lo hemos logrado desde el principio. Este año tenemos medidas que nos hará prácticamente únicos en el mundo para minimizar la huella de carbono y dejar, en cambio, una huella de calidad. Por ejemplo, la pasada edición utilizamos generadores que emitían un 95% menos de CO2 al aire y, además, tendremos unas baterías que son cargadas previamente con energías renovables. Así que seguimos innovando tanto en Canarias como a nivel europeo y mundial.

¿A quién ha sido más difícil de convencer: Rosalía o Sabina?

Con Sabina era cuestión de que tenía una deuda con Canarias y quería venir sí o sí. Y con Rosalía somos el tercer territorio en el que actuará en España en 2023: Barcelona, Madrid y Canarias, porque tenemos la exclusiva y hemos convencido, como ha ocurrido con Maluma, Sebastián Yatra o Manu Carrasco, que tiene el récord absoluto de venta de entradas como artista único con más de 70.000 personas y este va a ser su primer festival. Avanzamos con mucha humildad y ambición para traer la misma calidad y oferta que sucede en las ciudades más grandes del mundo, como hicimos con Status Quo, Europe, los Pet Shop Boys o UB40. Nos rebelamos contra el tópico de que a Canarias no puede venir cierto nivel de artista.

¿La programación continua gratuita hace que se lleve las manos a la cabeza?

No hacemos conciertos gratuitos porque tenemos la mala costumbre de comer todos los días. Cuando vas al restaurante, al teatro, a las plataformas de streaming, es bajo pago. Otra cosa tal vez son los conciertos multitudinarios como un Carnaval, pero que toda la cultura sea gratuita no creo que sea lo mejor.

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