Entrevista

El Mago Pop: “Me fascinaba tanto Romario que le puse su nombre a mi perro”

Recibirá el próximo 30 mayo el premio ‘Soci Culer’, uno de los galardones del certamen Culer de l’Any

Antonio Díaz, el Mago Pop.

Antonio Díaz, el Mago Pop.

Dídac Peyret

Antonio Díaz, el Mago Pop (Badia del Vallès, 1986), atiende la llamada con ‘jet lag’. Hace dos días aterrizó en Barcelona procedente de Estados Unidos, donde pasa largas épocas. Estrella global, aunque disfruta “muchísimo” de su profesión, a veces se pregunta si está renunciando a demasiadas cosas. “Hay épocas que piensas: ¿ostras, cuánto tiempo llevo sin atenderme a mí?”.

¿Qué cosas no te gusta ver en los otros?

La falta de empatía. El no ponernos, como dicen los británicos, en los zapatos del otro. Esa actitud tan frívola y despiadada que hay ahora en las redes no me gusta verlo en los otros. 

¿Y en ti mismo? 

En ciertos momentos, la impaciencia. El sentir que voy tarde. De adolescente leía biografía y pensaba: ‘joder, con mi edad, este ya había hecho esto, esto y esto, y yo todavía no’. Tengo este sentimiento de que la vida está pasando mucho más rápido de lo que me imaginaba. Eso de, cuando tienes 18 años y alguien de 35 te viene y te dice: ‘en dos días estás aquí’. Y después efectivamente sucede. 

En tu trabajo un pequeño error puede cargarse toda la magia porque te devuelve a la a la realidad de un batacazo, ¿se sufre mucho? 

Sí, lo has descrito muy bien. Un error rompe absolutamente la magia, aunque el resto del show sea perfecto. Si cometes ese fallo la gente solo se acordará de eso. Entonces, para que no ocurra, ha habido que sofisticar todo para que haya el menor porcentaje de errores posible porque todo puede fallar. Con la magia sucede algo muy curioso: en el fondo todo el mundo quiere saber cómo lo haces pero no quiere verlo. Si ven el truco, se enfadan. Queremos sentir esa sensación de asombro. 

"Si hubiera sido futbolista me hubiera gustado ser como Busquets"

Como mago, ¿alguna vez sientes el síndrome del impostor o hay un código con el espectador?

Hay una cosa que siempre le digo al equipo y es que me gusta que los juegos sean lo suficientemente complejos, ingeniosos o difíciles de ejecutar como para que, si el público supiera como lo hacemos, aplaudiera más fuerte. Entonces en ese sentido, el síndrome del impostor desaparece porque al final es como un código entre adultos en el que la gente sabe que lo que hago no es verdad, pero esa es la gracia, ¿no? Mostrar algo que es imposible y hacerlo delante de tus ojos.

¿Si pudieras tener un superpoder, cuál escogerías? 

Volar o parar el tiempo. Precisamente la versión que haremos ahora del espectáculo en Broadway habla sobre el tiempo, que es un tema muy inspirador para mí. Me interesa el universo, el tiempo, películas como ‘Interstellar’, que hay un momento que se para el tiempo.      

Entre las cosas que te interesan, ¿dónde pondrías el Barça?

[Sonríe] Pues te diría que el fútbol y el Barça han tenido un papel súper protagonista. O sea, yo soy culé desde muy pequeño. Creo que los que somos muy futboleros nos viene un poco de tradición familiar. Para mí pensar en el Barça es pensar en mi padre que hace unos meses que ya no está. Cuando veo al Barça ganar LaLiga tengo todavía la necesidad de llamarle y compartir con él esos momentos. Recuerdo eso: ves los partidos con él y mi familia en casa. 

¿Qué jugador te provocó el primer gran impacto?

Yo el primer Barça que disfruté fue el Barça de Romario. Yo era muy fan de Romario. Tenía un perro que se llamaba Romario, imagínate, lo hippy que era. Era mi ídolo Romario y después he disfrutado un montón con muchos Barças... con el de Guardiola por supuesto. Era muy fan de ese mediocampo con Busquets y Xavi.

¿Qué es lo que más te sorprende del fútbol?

El fútbol me parece muy curioso. Sobre todo esa manera de celebrar algo en lo que tú ni siquiera tienes una responsabilidad como si fuera cosa tuya. Al final el resultado no tiene que ver contigo, porque ni has centrado, ni has rematado.... no tienes nada que ver con este gol pero te sientes parte de eso, porque un día elegiste ser de ese equipo y no lo puedes cambiar. Yo era tan culé que si perdía el Barça me fastidiaba la tarde. Realmente es alucinante lo que puede generar el sentimiento de pertenencia a un equipo. 

Me hablabas de Romario, ¿es el jugador mágico por excelencia? 

Probablemente sea de los de los más increíbles que he visto. Recuerdo a Romario con una fascinación increíble. Me acuerdo de cómo las pelotas entraban en la portería como llorando, pero entraban. Su facilidad para hacer cosas que no habías visto nunca. Después llegó Messi y todos los recuerdos ya parecen menores, porque de repente es como la versión unida de todos los mejores jugadores que hayas visto nunca en un solo jugador. Pero Romario… uff, Romario era algo único y fascinante.

¿Con qué gol de su carrera te quedarías?

Yo recuerdo uno que me quedé alucinado. Qué pensé: ¿pero cómo ha podido incluso imaginarse eso? Creo que fue contra la Real Sociedad, que la controla con el pecho, y a veinte metros de la portería, hace una vaselina sin dejar la pelota caer con el interior cuando ya estaba solo para avanzar a la portería. Como esa cosa de futboley, como si estuviera jugando en la playa y solo tuviera que superar la red. Cuando veías eso pensabas: me cago en la leche.  

¿Messi ha venido a verte alguna vez?

Sí, fue algo muy especial y cuando acabó fui a saludarlo. Y entonces, después de estar hablando un rato, me dijo que le había gustado el espectáculo. Me acuerdo que un técnico del espectáculo que me dijo: ‘Tío, Messi te estaba mirando como si fueras Messi’.  

Cuando viene alguien así a verte, ¿te avisan antes del espectáculo? 

Sí, yo sabía que iba a venir porque yo tengo relación con Sergio [Busquets] y vinieron juntos y él ya me había avisado. Y me regalaron una camiseta: Sergio siempre tiene detallazos conmigo.

¿Sabías antes de que fuera oficial que Busquets dejaba el Barça? 

Pues no, la verdad es que no. Fue una sorpresa para mí el día que me enteré. Me enteré por los medios. Aunque un poquito me lo podía oler. Pero también pensaba: va, un año más, ¿por qué no? Aunque sea al 80%, seguirá siendo el número uno. A mí que se marche me da mucha pena. Para mí es un jugador irrepetible. Es leyenda. Alguien que tiene una manera de jugar al fútbol que en su posición no sé cuántos en la historia pueden compararse con él. 

¿Cómo es sin cámaras?

Es alguien supertranquilo y superhumilde que ha conseguido todo cuando a lo mejor nadie hubiera dado un duro por él cuando tenía 18 años. 

¿Alguna otra anécdota con algún futbolista que recuerdes?

Pues un montón. Vinicius, por ejemplo, hubo una semana que vino como cuatro veces en una sola semana. 

¿Cómo dices?

Sí, se lo va aprender de memoria, pensé. Y además venía con grupos enormes. Cada vez que quería venir me decía: ‘Oye, Antonio, no tendrás diez entradas que vengo con mis primos y tal. Y claro, para mí era un lío conseguir esas entradas, porque siempre está lleno. Pero hacíamos lo imposible y lo colocábamos como podíamos. Vino cuatro días, y durante la temporada en Madrid, venía cada vez con un compañero de equipo. Vinicius debe ser el futbolista que más veces ha venido a verme. 

¿Y entrenadores?

De entrenadores han venido Guardiola, ha venido Zidane, Simeone… Pep es alguien a quien admiro un montón.

¿De qué hablasteis?

Hablamos de magia, sobre todo. Me invitó a visitarle a Manchester para pasar un día con los jugadores y hacerles un poco de magia. Y estuvimos ahí hablando de todo; le expliqué que había cogido un equipo de fútbol de Tercera RFEF y se reía. Le recordé también un poco el Dream Team, pero me preguntaba muchas cosas él sobre mi trayectoria y el espectáculo. Me pareció una persona muy simpática e inteligente. 

¿Si hubieras sido jugador de fútbol en otra vida, cuál te hubiera gustado ser?

Te diría Messi. Si no te digo Messi sería una barbaridad, ¿no? 

Hombre, tienes que pensar también lo que significa ser Messi cada día...

Claro, claro, es verdad. Entonces, te diría Busquets, sobre todo. Es una cosa menos de filigrana, pero me gustaba la armonía que tenía en el campo con Iniesta y Xavi. Alguien que lo haya ganado todo, pero que a lo mejor se puede ir de vacaciones a algún sitio, aunque sea lejos, porque creo que Messi no se puede ir a ningún sitio.