El regreso de Italo Calvino

Uno de los grandes autores del siglo XX retorna con ‘Ciudades invisibles’, sus propuestas literarias del próximo milenio y una serie de entrevistas

Italo Calvino.

Italo Calvino. / Santiago Ortiz lerín

Santiago Ortiz lerín

Este año se cumple el centenario del nacimiento de un joven partisano italiano, nacido accidentalmente en Cuba, y que resistió la invasión de Italia en 1943 cuando las tropas nazis ocuparon el norte del país. Tras la guerra se convertiría en el reputado escritor Italo Calvino, que el resto de su vida enfocó en otra causa el espíritu de compromiso que tuvo como partisano, es decir, en la literatura como narrador y colaborador con la célebre editorial italiana Einaudi.

Con motivo de este centenario Siruela vuelve a publicar sus obras en nuestro país, entre ellas Ciudades invisibles, donde Calvino recoge la tradición narrativa borgiano-kafkiana. Harold Bloom, el gran crítico literario estadounidense, hablaba de estas cincuenta y cinco ciudades fantasmagóricas hechas con excepciones que las distinguen de las demás. Hay varios ejemplos que pudieron haber inspirado al autor, como las «Ciudades del Silencio» en La India, que citaba James Gordon Farrell en las primeras páginas de su novela Premio Booker de 1973 El sitio de Krishnapur, una manera de llamar a los antiguos cementerios indios, que en mitad de un horizonte resplandeciente surgía una aldea con casas blancas de ladrillo; o incluso, tres siglos antes del nacimiento de Marco Polo, la ciudad que se construyó en nuestro país, hoy en gran parte destruida, también con nombre de mujer, Medina Azahara. Las narraciones del medievo, mil años antes de Borges y Kafka, la describen de un modo que recuerda a las fantásticas Ciudades invisibles de Calvino que iluminan la imaginación del lector. En esta ciudad, a la hora del crepúsculo, la luz del sol se refractaba sobre una película de mercurio que flotaba en una fuente, sobre la superficie del agua, iluminando columnas de mármol rosa y vegetales de piedra tallados en las paredes.

La fantasía es una distorsión de la realidad, y Calvino jugó con ella en su libro de literatura fantástica de las Ciudades invisibles, todas con nombres de mujeres, donde un visionario Marco Polo, como en Las mil y una noches, contaba al escéptico emperador de los tártaros, Kublai Kan, ciudades increíbles que había conocido en sus viajes. Estas ciudades, contadas de un modo muy visual, se relatan con descripciones entre el poema y la prosa, prácticamente cuentos como decía el propio Harold Bloom. Para Calvino convertir en prosa un poema no era algo extraño, ya lo hizo en Orlando furioso narrado en prosa de Ludovico Ariosto (editorial Siruela), donde prosifica esta historia de caballerías, una de las lecturas que motivaron a Alonso Quijano para convertirse en caballero andante. Imaginar las ciudades de Calvino es como imaginar la Samarcanda de Tamerlán, en el actual Uzbekistán, o los jardines colgantes de la ciudad de Babilonia, hoy en Irak. La imaginación de los hombres cubre con oro o lapislázuli piedras gastadas por siglos que hoy se deshacen en arenisca. Es la imaginación para superar la sensación de vacío por el «olor de los elefantes después de la lluvia», como dice el Marco Polo de Calvino, y al que Kublai Kan escuchaba con la atención del rey Shariar a la mítica Sherezade.

La fantasía es una distorsión de la realidad y el autor jugó con ella, tomó distancia de lo real para poder captarla

Otra de las obras que se vuelven a publicar de Calvino, Seis propuestas para el próximo milenio, son las conferencias literarias que el escritor preparó para leer como invitado en la prestigiosa Universidad de Harvard, en Massachussets (Estados Unidos), pero que por su fallecimiento no pudo llevar a cabo. Su visión del pasado, con la extensión de las lenguas occidentales y sus literaturas, además de la familiarización de la humanidad con el formato del libro códice, le plantea dudas sobre el futuro, a pesar de la fe de Calvino en la literatura, una causa en sí misma. Su visión de hacer más leve la estructura narrativa y el lenguaje es la primera propuesta, seguida de la rapidez mental, y la evocación de imágenes nítidas y un lenguaje preciso, entre otras cuestiones.

Otro de los libros singulares de Italo Calvino que vuelve publicarse es He nacido en América, que recoge interesantes entrevistas realizadas al escritor entre 1951 y 1985, donde nos cuenta que en la Italia de posguerra la literatura es testimonial, que debe dar testimonio de la amarga realidad tras la Segunda Guerra Mundial. Calvino dice que todo lo que escribe deviene de su experiencia en la Resistencia, y da algunas pinceladas en estas entrevistas sobre su sentido de la literatura donde reivindica la fantasía, cree que los cuentos infantiles sirven para catalizar emociones y ordenar el mundo. Sobre sus Ciudades invisibles aclara que detenerse en el número de cincuenta y cinco, por las ciudades ficticias que componen el libro, lo es por ser un múltiplo de once que considera bello, y que a su juicio no se trata de una novela ni propiamente de una antología de relatos. En este libro de entrevistas se recogen las opiniones literarias de Italo Calvino, con las que conocer sus diferentes puntos de vista sobre la creación literaria, y en particular sobre su propia obra y experiencia como escritor.

El pasado año 2022, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en México, el escritor mexicano Juan Villoro, Premio Herralde en 2004, impartió la conferencia Italo Calvino: gramática de la imaginación donde apuntaba recordando a Calvino, que al autor comenzó a interesarle más la fantasía, a tomar distancia con la realidad para poder captarla.

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