Joaquín Sabina hipnotiza a Santa Cruz de Tenerife

Nueve mil personas arropan al maestro en Tenerife | «Nueve años sin venir a Canarias no hay cuerpo que lo resista», responde Sabina

D. N.

Cuando era más joven es algo más que el título de una de las veintipico canciones que Joaquín Sabina interpretó anoche en el Recinto Ferial de la capital tinerfeña. Pasaban cuatro minutos sobre las 21:00 horas cuando se presentó el hombre del bombín blanco y chaqueta a rayas. Más azulgranas que rojiblancas para ser atlético, pero elegante. Sí. El maestro de Úbeda volvió nueve años después.

Avanzó despacio, disfrutó la lluvia de aplausos y activó su garganta herida para recordar que hacía mucho tiempo que no desembarcaba por estas coordenadas atlánticas. «Nueve años sin venir a Canarias no hay cuerpo que lo resista», dijo para asegurarse la ovación.

Sintiéndolo mucho, Lo niego todo, Mentiras piadosas... La velada se desbordó con un sentimiento de culpa en el alma de un creador de relatos cortos musicados que el paso del tiempo convirtió en himnos. Eso es lo malo de tener un saco lleno de años. Lo bueno, en cambio, es que por muy poco que digas ya eres un sabio. Pero ese no es el caso de un artista de largo recorrido que siempre dice mucho cuando se sube a un escenario. Basta con escuchar los primeros acordes del Bulevar de los sueños rotos para entender que ahí arriba hay mucho más que un veterano cantante sentando en una butaca. Acompañado de siete músicos, la propuesta de New Event alcanzó uno de los picos más emotivos del espectáculo cuando el andaluz empezó a cantar Princesa. Ahí fue cuando todos se pusieron en pie para recompensar el talento y la generosidad de un creador que dejó para el tramo final de su reencuentro con el público de Tenerife Noches de boda, Nos dieron las diez y Pastillas. No hubo una promesa de volver, pero sí un hasta siempre que sonó a despedida.