Charla cinematográfica

Tarantino arrasa en Barcelona

El director de 'Pulp Fiction' ha presentado ante una multitud el libro en el que reflexiona sobre el cine estadounidense de los años 70

Quentin Tarantino.

Quentin Tarantino. / ZOWY VOETEN

Quim Casas

Ni el hecho de que fuera Domingo Santo ni el elevado precio de las entradas, 89 euros las más caras. Tarantino es Tarantino, y el barcelonés Teatro Coliseum se llenó prácticamente del todo para recibir al director de 'Malditos bastardos'. En el escenario, una mesa baja, dos sillas (una para el cineasta, la otra para el conductor de la charla, Jordi Costa) y una copa de vino tinto (para Quentin). Música setentera para amenizar la espera y al son de 'The Passenger', la canción de Iggy Pop, Tarantino entró en escena. Como una estrella del rock. No había abierto aún la boca y la gente estaba en pie aplaudiéndole a rabiar.

Tarantino y su ‘cinema speculation’, título original del libro ‘Meditaciones de cine’, sobre el que giró la conversación. Dividida en dos partes, una amena charla y la lectura de uno de los capítulos, sin coloquio al final y con proyección de unas escenas de ‘American graffiti’ y ‘Harry, el sucio’, dos de los filmes del Nuevo Hollywood de los 70 sobre los que trata el libro. Tarantino ha encontrado una nueva afición, la de crítico o ensayista cinematográfico. Anunció que escribirá un nuevo libro en torno al Hollywood de los 80 y un tercero en el que hablará de películas de otros países.

“Gracias por pasar el domingo de Semana Santa conmigo”, empezó para ganarse a la audiencia, si es que alguien no estaba ganado de antemano. “Cuando empecé a escribir este libro, la idea era hablar de las películas del Nuevo Hollywood, pero me di cuenta de que debía hablar de mí viendo estos filmes cuando tenía 10 años”. Ensayo y autobiografía al mismo tiempo, muy bien escrito y muy bien explicado en directo. 

Tarantino siempre ha sido didáctico. “Después de la Segunda Guerra Mundial, las cinematografías de otros países pensaron en un público más adulto. Esto no ocurrió en Hollywood. El americano medio no había sido expuesto a la guerra de la misma forma. El cine era como los musicales de Broadway, extravagante, con grandes presupuestos. El cine seguía siendo algo familiar”.

Pasó el tiempo, y empezó a atisbarse el relevo. “La contracultura se convirtió en la cultura dominante”, esgrimió el cineasta-escritor, con títulos como ‘Bonnie y Clyde’, ‘El graduado’, ‘En el calor de la noche’ y ‘Doce del patíbulo’. “Pero como todas las revoluciones, cuando ganas has de gobernar”. Y las películas norteamericanas se hicieron adultas.

Un Tarantino comedido, aunque a veces golpeaba estruendosamente el micrófono y se partía de risa con algún comentario de Costa, empezó a desgranar vivencias personales de cuando iba al cine de pequeño. Uno de los filmes que le marcó fue ‘Deliverance’, de John Boorman. “No sabía entonces que era la sodomía y no percibí como algo malo la escena de esta película en la que a un personaje le dan por culo. Yo tenía nueve años”. Tarantino es hijo de una época concreta, y no fue extraño que asegurara que “la película que más me traumatizó fue ‘Bambi’. Este filme ha destrozado a muchos niños”.

Su madre y un exnovio de la mejor amiga de esta, llamado Floyd, aparecieron varias veces en la velada. Separada de su padrastro, la madre vivía con dos amigas, una mexicana y una afroamericana, con el pequeño Quentin. Salía con muchos hombres negros y le gustaban los atletas, recordó Tarantino, y de esta forma vio sus primeras películas de Jim Brown, uno de los atléticos héroes del cine ‘blaxploitation’. Explicó de forma muy gráfica la experiencia de estar en una sala de Los Ángeles llena de espectadores negros. Él era el único blanco. Lo llevó Floyd, su mentor. El personaje de Samuel L. Jackson en ‘Jackie Brown’ está inspirado en él.

No dejó de lado el cine español. Es muy fan de ‘La residencia’ y de ‘Un verano para matar’, y “en mi podcast" Video Archives utilizó la banda sonora de esta última y consideró que su director, Antonio Isasi, es el Don Siegel español”. También aseguró que ‘La novia ensangrentada’ de Vicente Aranda es la mejor adaptación de la novela “Carmilla” y gritó bien alto ‘Vampyros lesbos’ en homenaje a su director, Jesús Franco.