Literatura

Julio Hardisson publica 'Costa del Silencio', su primera novela basada en el desarrollo turístico tinerfeño

El profesor de la Universidad de Barcelona rememora su infancia en Callao Salvaje y teje una historia entre las memorias y la ficción

Julio Hardisson Guimerà

Julio Hardisson Guimerà / El Día

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Julio Hardisson Guimerà (Santa Cruz de Tenerife, 1968) publica su primera novela, un libro en el que reflexiona sobre el desarrollo turístico en el sur de Tenerife, sobre la soledad, sobre el cuidado de la naturaleza y sobre la insularidad. Costa del Silencio es el nombre de este libro publicado por la editorial Tercero Incluido y que se publicará el próximo mes, con motivo de la celebración del Día del Libro. La previsión es que este lanzamiento llegue a Canarias a partir de mayo. "No se trata de un ajuste de cuentas", reconoce el autor quien sin embargo precisa que él tiene la misma edad que ese proceso turístico que relata en su historia por lo que existe un claro paralelismo entre el tema del libro y su propia vida.

"Este libro me ha servido para reflexionar sobre lo que se consideraba una utopía turística y cómo ha ido evolucionando la situación en la Isla", explica Julio Hardisson, un tinerfeño afincado en Cataluña y profesor en el Grado de Comunicación e Industrias Culturales de la Universidad de Barcelona. "Para mí, es como un territorio recobrado", explica el autor, quien ya había escrito antes algunos ensayos, así como entrevistas y artículos de opinión en su revista de literatura virtual, Pliego Suelto. Con todo este bagaje, Costa del Silencio es un libro que se encuentra a caballo entre el ensayo, las memorias y la más pura ficción: "No es metaliteratura, pero sí reflexiono sobre el acto literario".

Costa del Silencio relata la historia de un hombre y su hija en un complejo turístico semiabandonado en una isla volcánica. Durante sus paseos, el hombre redacta algo parecido a un informe y rememora, a través de sus propios recuerdos y los testimonios de su padre, la historia del complejo y la radical transformación del territorio en apenas cinco décadas. Simultáneamente, se suceden diferentes episodios en el complejo: un sabotaje a un polígono industrial, unos jóvenes que reivindican una llamada ecología gris, unas conferencias en una agrupación fantasmagórica y un volcán siempre vigilante de fondo. Inspirado en los complejos de Ten Bel o Callao Salvaje, el escritor ya tiene una idea para su próximo trabajo, que no será una continuación de Costa del Silencio pero sí se desarrollará en la misma zona de Ajabo.

Portada del libro.

Portada del libro. / El Día

La isla es un personaje más en Costa del Silencio puesto que este lugar siempre ha sido muy importante en la vida de Hardisson. "Me siento un ave de paso desde que abandoné Tenerife para mudarme a Barcelona", reconoce el escritor, quien no obstante siempre ha estado pendiente del devenir de las Islas. "He leído mucho La condición humana del insular, de Domingo Pérez Minik, y he incluido citas de Pedro García Cabrera, de poemas como La rodilla en el agua", relata el autor.

Así, a lo largo de todo este tiempo, Julio Hardisson ha sido testigo de la evolución de esta parte de la Isla. A partir de esta memoria "fragmentada y difusa" fue imaginando este libro, que no tomó verdadera forma hasta que el autor visitó la exposición Materia contemporánea. Javier Díaz-Llanos y Vicente Saavedra. 50 años de arquitectura, en la que se repasaba la construcción de Ten Bel. También le inspiró una exposición de Juan Gopar, Era así, no era así, que habla de las cosas que trae el mar. "En ese sentido, yo también hablo de los visitantes, que de una manera o de otra también los trae el mar", reflexiona el escritor, quien aborda así "cómo lo insular se renueva con lo que viene de fuera".

"Una utopía de vacaciones". Así define Julio Hardisson las cuestiones que rodean la insularidad en Costa del Silencio, donde imagina un lugar que mezcla Ten Bel, Callao Salvaje y La Tejita, "un espacio imaginario con un trasfondo real, un lugar en el que se ha detenido el tiempo". Aunque ya tenía la idea y la documentación, fue durante el confinamiento cuando abordó la ardua tarea de escribir el libro. "En ese momento, los espacios turísticos se encontraban vacíos y eso fue lo que me ayudó a estructurar una historia sobre el tiempo detenido", recuerda el autor quien considera que "en el confinamiento yo mismo me convertí en una isla".

Quitarle a un lugar como las Islas Canarias el "peso de lo exótico" y mostrarlo como un lugar real, "donde también existen conflictos". Ese ha sido uno de los objetivos de Julio Hardisson a la hora de escribir este libro que tiene diferentes lecturas dependiendo de los ojos que lo lean. Estructurado en 24 capítulos, como los 24 días que duró la erupción volcánica del Teneguía, Costa del Silencio puede ser tan solo un topónimo para los canarios; sin embargo, para el resto del mundo, se trata de un título que invita a sumergirse en una isla mágica, más cerca de la realidad de lo que cabría esperar.