Filmoteca Canaria recibe el legado de Estudio Acevedo

Estudio Acevedo era más que una tienda de fotografía. Situada en el número 26 de la céntrica calle San José, servía de consultorio fotográfico para los amantes de esta disciplina. Si algún fotógrafo tenía dudas sobre qué papel emplear o qué revelador era el más adecuado, su dueño se ponía a su disposición. Si él no tenía la solución, se encargaba de poner en contacto al cliente con algún fotógrafo profesional que pudiera orientarle.

Julián Acevedo era el dueño de este establecimiento que abrió sus puertas hace 67 años en el corazón de la capital. Fue, exactamente, el 2 de enero de 1956. Pronto se convirtió en el punto de encuentro de los fotógrafos profesionales y aficionados de la isla. Después de más de medio siglo de actividad, Estudio Acevedo echó el cierre en 2009.

No obstante, la generosidad de las hermanas Carmen, Concepción y Victoria Acevedo (las hijas del propietario) permitirá que las imágenes que grabó con su cámara pasen a formar parte del patrimonio de todos los Canarios. Se trata, explicaron ayer desde Filmoteca Canaria, de una de las donaciones más generosas que este departamento ha recibido hasta ahora. El nuevo fondo incluye un total de 66 bobinas de películas de 8 mm y Súper 8 realizadas por el propio Acevedo.

«En aquella época, muchos de los que habían empezado con la fotografía se pasaron al cine cuando comenzaron a llegar las primeras cámaras», recordó la coordinadora de este departamento regional, María González-Calimano. La experta indicó que pese a que en una anterior ocasión recibieron una donación de más de 80 bobinas, estas que llegan ahora tienen muchos más minutos de grabación.

El objetivo de Acevedo fue testigo de numerosos sucesos y acontecimientos históricos. «En aquel entonces hacían de todo,; si había un eclipse, iban. También grababan el carnaval, las corridas de toros cuando las había y acontecimientos de todo tipo», dijo Calimano.

El arco temporal de las grabaciones es muy amplio, casi treinta años. «En las imágenes se pueden ver múltiples escenas de acontecimientos destacados que sucedieron en la Isla entre los años 1950 y 1980», detallaron.

Entre esos acontecimientos figuran, por ejemplo, una plaga de langostas, un gran temporal que azotó el norte de Tenerife, el entierro del obispo Pérez Cáceres, la actuación de Pinito del Oro en el circo, la llegada de los Globetrotters en la década de los cincuenta, la construcción de la autopista del Norte o la inauguración de la Basílica de la Candelaria. 

No obstante, los técnicos de Filmoteca aún no han tenido tiempo de visionar todo el material. Esa tarea queda por delante, después llegará el momento de su digitalización para posteriormente darlo a conocer y difundirlo. «Después tocará hacer un especial Acevedo», celebró González-Calimano.

Sin embargo, una de las cosas que más le llama la atención a la coordinadora es la posibilidad de ver, casi por vez primera, la actividad de la antigua Agrupación Fotográfica de Tenerife, creada en 1956 y desaparecida en los años 70. Julián Acevedo fue parte de esta organización y conserva grabaciones de las actividades de un grupo al que perteneció, por ejemplo, la recordada Nieves Lugo.

También hay escenas de los años 50 y 60 del puerto de Santa Cruz y vistas panorámicas de la capital, su balneario, Puerto de la Cruz, Icod de los Vinos, Garachico, La Esperanza, la zona de Los Naranjeros (donde la familia tenía una segunda residencia), Los Rodeos, El Médano o la Playa de las Américas en la década de los setenta.

También será especial para muchas familias descubrir a algunas de sus parientes en las grabaciones de fiestas y comuniones en el Colegio de La Pureza y en las Dominicas, entre otros centros educativos.